Los Orígenes De La Filosofía

Los Orígenes De La Filosofía

Antes de comenzar a desarrollar sobre cuales son los origenes de la filosofía según Jasper, primeramente hay que decir que se debe tener conciencia del significado de la palabra orígen.

Orígen es la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que mueve a filosofar y gracias a él resulta esencial la filosofía actual.

De acuerdo a lo leído podemos decir que el origen de la filosofía es múltiple, este reside en tres estados de turbación, la admiración y el conocimiento, en la duda y la certeza, en el sentirse perdido y encontrarse asimismo. El filosofar, comienza con una conmoción total del hombre y siempre trata de salir del estado de turbación hacia la meta.

Analizaremos estos 3 motivos:

Primero: La Admiración:

Platón y Aristóteles partieron de la admiración en busca de la esencia del ser. El admirarse impele a conocer. En la admiración cobro conciencia de no saber. Busco el saber mismo, no “para satisfacer ninguna necesidad común”.

Segundo: La Duda:

El examen crítico de los conocimientos hace que surja la duda, ante el exámen crítico no hay nada cierto. Filosofando me apodero de la duda, preguntándome donde estará la certeza que escape a toda duda y resista toda crítica honrada.

La duda se vuelve como duda metódica la fuente de examen crítico de todo conocimiento, sin una duda radical, ningún verdadero filosofar.

Por ejemplo, Descartes quien buscaba en medio de la serie sin fin de lo incierto la certeza imperiosa.

Tercero: La conmoción del hombre

Se puede vivir entre y para las cosas sin pensar en mi, en mis fines, mi dicha, mi salvación, pero la cosa se vuelve otra cuando me doy cuenta de uno mismo en mi situación.

Como Epicteto decía, el origen de la filosofía es el percatarse de la propia debilidad e impotencia. Y cuando nos damos cuenta de nuestra condición humana y que estamos siempre en situaciones, nos encontramos con situaciones que por su esencia son permanentes, estas son llamadas situaciones límites (la muerte, el ocaso, etc) es decir, situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar. Cuando nos damos cuenta realmente de ellas, con la desesperación y con la reconstitución llegamos a ser nosotros mismos en una transformación de la conciencia de nuestro ser.

Pero al hombre le incomoda este estado de incertidumbre, es una amenaza para él, y esto le empuja a asegurarse, le empuja a buscar en el mundo la confianza, el fondo, por ejemplo: lo digno de fe, el hogar, y la patria, los padres, los hermanos, etc. Pero ni siquiera este albergue da confianza absoluta, ya que todo ello es obra humana; en todo

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