Maquiavelo

El príncipe – Nicolás Maquiavelo

ENSAYO

LA CLASE DE GOBIERNO QUE TENEMOS EN MÉXICO Y SI ES O NO UN ESTADO DE DERECHO

México ha ido evolucionando a través de los tiempos, de muchas maneras, sin embargo, lo que nos es de suma importancia en el estudio de éste ensayo, es la manera en que ha ido cambiando en cuanto a su forma de gobierno. Por esto, partimos de la obra de Nicolás Maquiavelo, “El príncipe” para poder ver qué clase de gobierno tenemos en nuestro país.

En primer lugar en la obra de Nicolás Maquiavelo empieza afirmando que todos los Estados son republicas o de lo contrario son principados. Pero hay que hacer mención además que dicha doctrina ha servido de influencia para otras nuevas, donde las formas de gobierno se clasifican en monarquía y república. Dicho autor trató de fundamentar su clasificación tomando en cuenta el orden jurídico del órgano supremo del Estado. Por esto podemos encontrar en su obra los diferentes tipos de principados, de los cuales se pueden mencionar los de manera hereditaria, los nuevos, los eclesiásticos, mixtos, del principado civil, etc., de esta manera Maquiavelo habla de las condiciones para crearlos, consolidarlos y mantenerlos. Así están los principados hereditarios, son los que provienen de su familia, que por mucho tiempo los poseyó. Los nuevos se adquieren de dos maneras, surgen como tales en un todo o aparecen como miembros añadidos al Estado ya hereditario del príncipe que los adquiere. Los mixtos que viene a ser aquel que no es enteramente nuevo y posee un miembro añadido a un principado antiguo ya poseído, este se asemeja mucho a los principados nuevos, y tiene casi las mismas dificultades para conservar el poder. Para poder conservar éste principado se tiene que eliminar el linaje del príncipe anterior y no alterar las leyes, ni aumentar los impuestos. En el principado civil, se da el caso de que un particular se haga príncipe sin valerse de crímenes y violencias intolerables, sino del auxilio de sus conciudadanos, combinado con una astucia acertada; además señala que un príncipe que tiene a favor su pueblo, y que conserva su afecto, tiende a consolidar el poder, a diferencia del que tiene en contra al pueblo, quebranta su seguridad y la del Estado. En cuanto a los principados eclesiásticos, no existe dificultad para su adquisición y posesión, únicamente estos príncipes tienen Estados sin verse obligados a defenderlos, y súbditos, sin experimentar la molestia de gobernarlos. Así observamos que las distintas clases de principado representan a distintos tipos de gobierno, antes se podía hablar de un principado nuevo, cuando México fue conquistado por los españoles e impusieron una monarquía, sin embargo considero que en México, ahora se maneja lo que es un principado civil ya que en éste, con ayuda del pueblo surge un representante.

Una parte interesante de la mencionada obra, es cuando Maquiavelo menciona que “…los cimientos indispensables a todos los Estados nuevos, antiguos o mixtos, son las buenas leyes y las buenas tropas; y como aquéllas nada pueden donde faltan éstas, y como allí donde hay buenas tropas por fuerza ha de haber buenas leyes…”. Es decir que un Estado debe de estar regido por leyes, las cuales son en sí un ordenamiento jurídico, por ejemplo el sometimiento del Estado (México) a la Constitución, esto a su vez hace referencia al principio de legalidad, que es toda decisión estatal, que debe basarse en las leyes y su voluntad, y no en la de los funcionarios gubernamentales. Por esto se dice que el principio de legalidad establece la seguridad jurídica. Este principio es una regla esencial del derecho público, lo cual actúa como medida para decir que un Estado es un Estado de Derecho, puesto que en él, el poder tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas. Debemos señalar entonces que todo estado debe dotarse de unas normas

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