Maquiavelo

"Porque así como aquellos que dibujan un paisaje se colocan en el llano para apreciar mejor los montones y los lugares altos, y para apreciar mejor el llano escalan los montes, así para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe, y para conocer la de los príncipes hay que pertenecer al pueblo"

Compatriotas me encuentro aquí para exponer mis ideas ante ustedes, con el fin de construir un gobierno que proporcione beneficio para todos y logre la estabilidad que hemos buscado durante mucho tiempo.

Nos encontramos en una época ligada a nuevos cambios, a una exigencia de renovación política. Mi primer objetivo es romper con los principios de morales de la época en la cual vivimos para poder lograr directamente los fines que he ideado para un nuevo gobierno.

Oriento mi política al pasado, extraigo las normas que considero deben guiar mi acción política a partir del estudio de la historia, concretamente de la historia antigua de Italia, en la cual vemos la aspiración de un pueblo unido. Desde que empecé mi campaña me puse en la tarea de identificar detenidamente la comunidad italiana con la república, llegando a la conclusión de que se necesita un príncipe unificador y reorganizador de la nación que no sea un tirano.

La base de la política es la sociedad, la base de la sociedad es el hombre. De una u otra toda ciudad tiende hacia la degeneración y corrupción de los habitantes e instituciones que la conforman, por lo que considero que el fin de un buen gobernante es contrarrestar esta tendencia y velar por mantener el orden. Pero, detengámonos un momento a preguntarnos algo, ¿A qué se debe esta deplorable tendencia? La respuesta la tenemos ante nuestros ojos, esta tendencia se ve marcada por la naturaleza del ser humano, siendo este esencialmente egoísta y perverso, se preocupa netamente por su seguridad y por aumentar su poder sobre los demás, es el mismo en tiempos y espacios diferentes, sus pasiones lo llevan a estar insatisfecho con su presente, a siempre querer cambiar y por eso a caer en la inestabilidad. Sólo un estado fuerte, gobernado por un príncipe astuto y sin escrúpulos morales, puede garantizar un orden social justo, que simultáneamente frene la violencia humana.

¿A qué quiero llegar con mi anterior afirmación de la naturaleza humana? A plantearles la evidente necesidad de dictar nuevas leyes que obliguen a los ciudadanos a actuar por el bien común. Dichas leyes deben ser elaboradas por el legislador como si fueran para personas malas. Si esto no fuera así caeríamos o de hecho, no podríamos levantarnos de la horrible corrupción del Estado.

Hace ya bastante tiempo he establecido bases fundamentales para mi campaña. Considero que para tener un Estado bien gobernado debemos tener cuidado de no reducir la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento y lo único que nos puede garantizar esta estabilidad es luchar por lo que se quiere en manos de un gobernante, firme y dispuesto a dar todo por su nación.

Un Estado puede tomar dos formas: el principado y la república. Si optamos por un reinado, las virtudes de este pueden desaparecer. Si toma el camino de la república, es mas duradero, dependiendo de un solo individuo y de las formas en que éste dirija la organización de los ciudadanos.

Por lo tanto, soy fiel partidario del régimen republicano, ninguna otra forma de gobierno como la aristocracia o la tiranía logran el equilibrio, son inestables. Defiendo este régimen ya que en este se refleja perfectamente un Estado organizado en el que existe la participación de los dos partidos de la comunidad, tanto del pueblo como de los grandes, teniendo como misión contener el conflicto político dentro de la esfera pública. Como partidario de este régimen considero que es primordial que en la república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto por lo tanto dentro de mis principales misiones esta resucitar la organización con el poder consular, el del Senado y el del pueblo para que, respectivamente, se vigilen e impidan extralimitaciones de ningún tipo.

Para mí el poder es la asombrosa capacidad de un gobernante de vencer a sus adversarios, dominar a sus súbditos y perpetuarse en ese estado.

Como un gran político deseo poner el bienestar de la comunidad por encima del cualquier individuo, incluso por encima mío si es necesario. Así como en situaciones en las cuales se vea afectada o amenazada la supervivencia de la comunidad no dudaré en recurrir a medidas extraordinarias, sin someterme a ninguna norma moral, ya que como he dicho en muchas ocasiones, para mí estas sobran a la hora de garantizar el bien a la comunidad que espero gobernar, en fin, es el resultado el que cuenta y cada medio utilizado para lograrlo será aceptado. Aquel que quiera consolidar un régimen republicano en una antigua tiranía deberá ejecutar al tirano y a sus partidarios, de no ser así será el arquitecto de un Estado de corta, muy corta vida.

Lo he repetido mil y una vez y no me cansaré de hacerlo, la misión principal de un gobernante es garantizar la felicidad de sus súbditos y esta sólo se puede conseguir mediante un Estado fuerte y es eso lo que quiero lograr, si ustedes deciden elegirme. Como dije anteriormente, no tengo reparo en recurrir a la astucia, al engaño e incluso a la crueldad si es necesario para garantizar mejores condiciones de vida para ustedes. Asimismo, si el interés de la patria exige traición o perjurio, se comete, la grandeza de los crímenes borrará la vergüenza de haberlos cometido,

...