Martín Serrano

En las sociedades suceden hechos, historias que a su vez se convierten en información, el flujo de ésta y las formas en cómo se distribuye en el mismo entorno en el que se crea, modifica y recrea a quienes la padecen, a quienes la viven, a quienes les importa, pero sobre todo, la información y los medios por donde se distribuye, modifica a las sociedades, sin ella, sin la información, no habría relevancia alguna y por ende, no habría expectativas que alentaran a algo nuevo, algo distinto de lo que se vive.

Manuel Martín serrano, doctor en filosofía, ciencias y letras humanas, en su texto que habla de la “Teoría de la comunicación social”, analiza las relaciones que hay entre la transformación de la comunicación pública y las sociedades. Serrano, a manera de justificación comenta, “el científico que tenga la comezón del descubrimiento teórico, tiene en el campo de la comunicación pública, una oportunidad de aportar algo nuevo al saber científico y no sólo al conocimiento instrumental de los procesos comunicativos”.

¿Existe entonces, una relación entre la comunicación pública y el desarrollo de las sociedades? La comunicación pública, es aquella información que está destinada a llegar a la sociedad, el flujo de esta información con todo lo que ello implica, establece en sí, un proceso de tratamiento y uso de la comunicación que se socializará entre quienes la hacen y utilizan, es en ese proceso que, la información deja de ser sólo un cúmulo de avisos que se hacen llegar por alguna razón, y se convierte en un fenómeno que se institucionaliza. Al pasar este proceso ya no hay sólo información, hay también una comunicación de índole ideológica que llega a la sociedad día a día.

¿Qué pasa cuando la sociedad es la que cambia y hace cambiar los medios por donde obtiene información? Es evidente que en el modo de preguntar, está el modo de informar, entonces, si la sociedad a lo largo de la historia, ha ido requiriendo de nuevas, mejores y eficientes formas de comunicarse, es lógico pensar que fue la necesidad de comunicar lo que llevo a los cambios tanto sociales como de procesos de comunicación, esta idea no fue tratada en clase.

Después de lo anterior, no es descabellado pensar, desde un punto de vista diferente al que el autor explica, que, no influyó la comunicación social en el avance y desarrollo de la sociedad como tal, sino que fueron ambas, las que de forma paralela tuvieron que desarrollarse ya que, sin una no podría –ni histórica, ni ideológicamente hablando- concebirse a la otra. No es que se pretenda decir algo contrario a lo que Serrano dice, pues en cierta forma, el español lo concibe como tal, pero no es en sí su tesis principal. A veces tenemos ideas que, se contradicen o se apoyan entre sí.

Las sociedades no cambian, las sociedades se modifican, ni una de ellas ha sido estática desde que ha fungido como

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