Mayeutica

LA MUERTE COMO ENEMIGA

¿Cómo educar a la gente para aceptar la muerte?

A lo largo de milenios muchas sociedades han tenido reacciones negativas y destructivas ante un hecho natural: la muerte. Hasta el presente sólo infunde en él hombre moderno un pavoroso temor, de tal modo que se prefiere ignorarla, rechazarla con pleno conocimiento como enemiga de la vida.

La muerte es un asunto que nos concierne a todos y que a lo largo de la historia ha sido entendida de diferentes formas y se ha tratado de explicar desde diferentes posturas; los seres humanos gozamos de un tiempo limitado, dentro del cual nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, es decir vivimos. Nuestro tiempo se termina y fallecemos. Este es el ciclo natural de la vida, para que otros nazcan y vivan es necesario que otros dejen de hacerlo. La muerte es una parte natural de la vida, pero las personas nos hemos aferrado demasiado a esa última. Morir, es algo que nos llegara a suceder a todas las personas eventualmente. Ya que la mayoría de las personas no escoge ni el tiempo ni la forma el cual deja de vivir.

La tesis central de este escrito se basa en la muerte de Sócrates. Y está desarrollada desde diferentes puntos de vista como lo es el científico, cultural, religioso y filosófico además identificaremos como varían las posturas para este hecho natural.

El presente ensayo se fundamenta en el diálogo platónico el Fedón, que hace un relato sobre las últimas horas de vida de Sócrates antes de su ejecución. Así, a través del relato de Fedón de Ellis discípulo de Sócrates que describe lo que ocurrió en sus últimas horas de muerte, se hace una reflexión sobre la digna actitud de Sócrates ante su propia muerte y a su vez una comparación con la actitud del hombre moderno ante este evento casi traumático.

Con la muerte, Sócrates aspiraba a la plenitud, ya que en vida, su misión de la dialéctica fue mal vista ya que consideraban que corrompía a la juventud; así al aceptar su sentencia él asumió que su alma estaría con los mejores hombres y moriría de manera digna defendiendo lo que más amaba. Lo juzgaron y declararon culpable por no aceptar a los dioses griegos, mismo hecho que él asumió y muere de manera casi inmediata al ingerir cicuta.

Ahora entendemos que un verdadero filósofo se prepara constantemente para la muerte, ya que, todos los días una parte de nosotros muere (en el mundo de las ideas) para así dar origen a lo nuevo gracias a la experiencia. Lo que sigue perdurando es el Alma es también un principio de conocimiento, el mundo sensible no provee la posibilidad del conocimiento de lo verdadero que es lo permite acercarnos a lo que es en sí, a la Idea.

En sus últimas horas Sócrates les habla referente a la integridad del ser humano, y a la posición que se debe tener ante la muerte porque cuando se es amante del saber, lo que más se ansía es precisamente el abandono del cuerpo para liberar el alma, que es la que permite un estado pleno. Menciona que quienes tienen un gran apego a lo material a lo aparente son los que sufren en este trance, sin embargo quien hace caso omiso de esto y se dedica a la sabiduría entonces es solo un paso más que debe dar el individuo.

Cuando nacemos somos inconscientes, es algo que no pedimos, es algo que no razonamos, llegamos a la vida sin pedirlo y como todo pensar en su contrario es algo doloroso que nos provoca además miedo y ansiedad.

El dolor, el sufrimiento es aquello que se intenta evitar por todos los medios posibles, pero sin el éxito esperado, pues a fin de cuentas se sabe que nada, ni la existencia propia es para siempre. No obstante con la llegada de la muerte se espera el fin de todo sufrimiento; así la frase “descanse en paz”, refleja la esperanza que se tiene de olvidarse de todo lo que aqueja la vida: enfermedades, preocupaciones, desventuras y demás situaciones que se hacen presentes durante la vida. Tal ambivalencia nos hace estar confundidos ante la temática del morir.

Describiré entonces lo que es morir para la ciencia: Es posible que muera una parte del organismo sin que ello origine la muerte del individuo. Los principales signos de la muerte son la suspensión de actividad del corazón y de la respiración, pérdida del tono muscular y falta de sensibilidad para los estímulos dolorosos. Además queda el tema de la liberación del Alma en lo que creían los antiguos griegos.

Usualmente el ser humano se la pasa cuestionando algo que no conoce, la muerte,

...