Paulo Freire

ENSAYO: SÉPTIMA CARTA de Paulo Freire

(De hablarle al educando a hablarle a él; de oír al educando a ser oído por él)

Por: Fernando Chiriboga Larco

Durante la lectura de la carta de Paulo Freire destacan muchas ideas, sin embargo las palabras equilibrio, democracia y política, resumen en gran medida el mensaje del autor. A lo largo del tiempo, el proceso educativo ha sido influenciado por muchos modelos pedagógicos y filosóficos, el objetivo de este ensayo es determinar si se puede determinar relación o relaciones entre el pensamiento de Paulo Freire, con otras tan importantes como Morin, Montessori, la propuesta Ignaciana de educación, etc., desde el documento descrito como “Cartas a quien pretende enseñar” (Freire, 2004, pp. 94); de igual manera se determinará si es factible desde éste enfoque ponerlo en práctica, dentro del sistema educativo en el que nos desarrollamos.

Según Freire, la “armoniosa” relación que debe existir entre maestro y educando, se fundamenta en el equilibrio, entre posturas tan equidistantes y dañinas como son el autoritarismo por un lado y el espontaneísmo por otro, explicando a éste último como mecanismo que no fomenta límites, llevando al estudiante al descontrol por falta de disciplina, pudiendo degenerarse en un estado de círculo vicioso, porque la permisividad tarde o temprano refuerza el autoritarismo.

Para Montessori por ejemplo, se considera que deben establecerse límites no barreras, con profesores correctamente entrenados y capacitados, situación que fomenta el autocontrol y la autodisciplina en el estudiante, postura en la que Paulo Freire coincide, al reforzar el diálogo entre maestro-estudiante dice “... hablar con él... y ser oído por él”, refiriéndose a un maestro más comprometido e involucrado profundamente, con las situaciones por las que atraviesa el ser humano-estudiante.

La complejidad abordada por Freire al relacionar los problemas de la sociedad a la realidad educativa, resaltando que el problema del aula nace de una sociedad autoritaria y de “inexperiencia democrática”, hace recordar varias reflexiones de Morin, al hablar sobre un mundo que es un todo y al que hay que abordarlo como un sistema, en donde debe prevalecer la búsqueda de la verdad situando al ser humano en el universo y al mismo tiempo separarlo de él, esto quiere decir que el estudiante dentro de su contexto social, debe aprender desde su propia realidad pero al mismo tiempo teniendo una actitud crítica, debe alejarse de la enajenación, promoviendo en él la conciencia y luego la propuesta.

La democracia, debe empezar con el maestro donde la distancia que existe entre su discurso y su práctica, cada vez debe ser menor, dice Freire. Un maestro con vocación democrática es cada vez más oído por el educando, por esto su palabra necesita de límites éticos, para no caer en la mentira o en el silencio cómplice de una injusticia.

Finalmente la política, como instrumento de lucha por la dignidad humana, por la tolerancia a las ideas y formas diferentes de pensar, siempre que no atenten contra ésta misma dignidad (Morin). La política que compromete al individuo como parte de una sociedad, haciéndole partícipe y responsable del desarrollo de un todo.

Y que mejor inicio para esta transformación social, sino empezarla desde el aula, desde la banca, desde el cuaderno de apuntes, desde el maestro comprometido, desde el pensamiento de chicos en formación y en proceso de elección y decisión, priorizando la generación de pensamiento a la generación de conocimiento (Propuesta Ignaciana), teniendo como objetivo una sociedad más sana, más humana, más de Dios.

En conclusión, esta propuesta tendrá la oportunidad de ponerse en práctica, mientras cada educador desde su propia realidad, luche por alcanzar ésta estrella, en tanto más maestros

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