Principales Teorías éticas

Principales teorías éticas

Cómo ya se ha mencionado antes, los seres humanos se diferencian del resto de los animales por su capacidad de pensar y de sentir, y por tanto nace la ética, que tiene el objeto de determinar en qué consiste lo moral, es decir, cómo hemos de comportarnos, porqué y para qué. Durante su vida, el humano va tomando decisiones dotadas de sentido y pensamiento, es decir, el humano toma decisiones tomando en cuenta tanto sus sentimientos como su razón.

Para determinar si estas decisiones son moralmente razonables han nacido teorías éticas, las cuales ofrecen su propio criterio de pensamiento.

La tradición aristotélica

La teoría de Aristóteles fue propuesta en el siglo IV a.C. y dice que todas las decisiones de los humanos van encaminadas hacia un fin, el de ser felices. Por lo tanto, la felicidad es el fin último del hombre en todos sus sentidos. Dice que para alcanzar la felicidad es necesario alcanzar el punto medio entre el exceso y el defecto, y una vez alcanzado el punto medio se es virtuoso y se puede llegar a ser feliz.

La tradición hedonista

La teoría Hedonista, creada por Epicuro, nace de la pregunta ¿Cómo podemos ser felices? El hedonismo se basa en tres puntos:

• Todos los seres vivos buscan el placer y huyen del dolor.

• La felicidad consiste en organizar la vida de modo que se obtenga la mayor cantidad de placer posible.

• Y por lo tanto, al querer alcanzar un máximo, la razón moral será una razón calculadora.

Hoy en día, existe el utilitarismo, que es lo mismo pero consiste en el placer social, no individual.

También dice que los placeres se diferencian unos de otros. Hay placeres como el conocimiento, intelectuales y morales, y los placeres que nos asemejan a los animales, como comer, dormir, etc.

La tradición Kantiana

Immanuel Kant, filósofo del siglo XVIII, propone una teoría ética distinta a las anteriores. Comienza por explicar que es evidente que las personas quieres ser felices, y que para lograrlo deben de hacer uso de una razón prudente y calculadora. Sin embargo, entiende que cada individuo imagina y busca su felicidad de manera diferente.

Por lo tanto dice que las personas no buscan un fin, pues el fin de la felicidad es evidente, sino que cada individuo es un fin en sí mismo y para sí mismo. Tras esto, cada persona tiene dignidad, es digno de ser respetado y es valioso, y al ser un fin no puede ser utilizado como medio.

También entiende que cada persona tiene conciencia de los mandatos que hay que seguir, aunque al seguirlos no sean felices. Dice que

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