Resumen diálogo Socrates y Critón
Enviado por Milagros Velarde Delgado • 13 de Noviembre de 2018 • Síntesis • 363 Palabras (2 Páginas) • 524 Visitas
DIALOGO ENTRE SÓCRATES Y CRITÓN
Sócrates se encontraba en prisión, en espera de la ejecución de su sentencia y recibe la visita de su amigo y seguidor Critón quien le ruega que le haga caso y se salve, ya que teme al qué dirán si no intenta salvar a Sócrates, piensa que, en estos momentos, lo mejor es cuidarse de la opinión de la gente, ya que, si son víctimas de calumnia, son capaces de hacer los mayores males y ya no males pequeños.
Sócrates le indica a Critón que no debe temer al vulgo; ligando el conocimiento con la virtud, le indica que quienes obran al azar, no podrán obrar el don de la prudencia o de lo contrario, la imprudencia.
Critón, con el fin de darle tranquilidad a Sócrates, le indica que no esté preocupado por él ni por los demás seguidores, temiendo que, si huye de prisión, los sicofantes los acosen por haberlo sacado en secreto, y por esa causa, tener que entregar toda su fortuna, o sufrir todavía alguna otra pena. Instiga a Sócrates a evadirse y así poder salvar su vida.
Sin embargo, Sócrates vivió toda su vida sujeta a las leyes de Ateneas, las cuales le parecían justas y con las que se comprometió, por lo que insiste en atenerse a la condena que le imponga dicha ciudad. Si se fugara, estaría conculcando los compromisos contraídos con ellas, con las cuales no se comprometió forzado, ni urgido a tomar una decisión en poco tiempo, sino en 70 años.
Para Sócrates, lo primordial no era vivir, si no vivir haciendo el bien: “El hombre de bien nunca debe obrar voluntariamente el mal, ni burlar lo convenido justamente” por lo que se seguía negando a incumplir la ley sin importar que esto lo llevaría a la muerte y, por tanto, le impediría seguir filosofando.
Y así se mantuvo en el pensamiento de que las leyes son lo justo, de carácter y casi sagradas. Si son respetadas, otorgan el carácter de ciudadano ateniense; si las leyes se acomodaran a las necesidades de cada uno, dejarían de ser justas y si no se cumplieran, perderían su fuerza y, por lo tanto, dejarían de ser leyes.
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