SOBRE APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS

El Autor de apocalípticos e integrados, Umberto Eco, nos sitúa en un contexto donde todo hombre forma parte de la cultura de masas junto a los beneficios y perjuicios que la acompañan. Eco lleva a cabo un análisis crítico de los fenómenos presentados en la cultura de masas y de su industria productora, donde manifiesta argumentos en pro y contra de cada una de las dos posturas que nos ostenta y que él aclara, son adjetivas y complementarias; al igual, les considera términos reducibles y extremos para que sean catalogados. El término de apocalíptico se precisa como aquel que está sujeto al pasado y niega a toda innovación tecnológica, así como considera que la cultura de masas solo trae aspectos negativos por el hecho de ser industrial y que el que sea apreciada por todos se le apelaría como anticultura. Pero es notorio que aquellos apocalípticos pasan por alto las contribuciones que esta nueva cultura puede suscitar, sentenciándola como irrelevante. Infiero este resultado a causa de que los apocalípticos juzgan y critican los fenómenos presentados en las masas, pero conjeturo que lo hacen de un modo superficial, puesto que no se ‘’introducen’’ en el producto consumido y el análisis que se le respecta a este es mínimo, pero aun así, por ser producido por la industria, la crítica apocalíptica lo niega.

Por otro lado, se determina al integrado como el que aprueba y se adapta a la cultura de masas, percibiéndola como un desarrollo tecnológico que les permitirá aproximarse a bienes culturales de los cuales estaban antes marginados. Seguido de esto, es visible el error que presentan, al tener la máxima convicción de que aquello expuesto por la producción cultural, no debe de ser juzgado; pero pienso yo, que su real problema puede residir en el no saber con exactitud que la cultura de masas surge de un proceso de la burguesía, que plantea un modelo de esta y que es acogido por los subordinados –integrados-, aunque muchas de las situaciones que les presente no tenga vínculo alguno con su clase social. Es de suponer que esto es a lo que el autor quiere llegar, considerando que los medios de comunicación se originan cuando las masas se popularizan, estas imponen su cultura pero que en realidad, es el reflejo de expresiones culturales de la aristocracia transmitida hacia aquellos sectores populares.

Para finalizar Eco propone que debemos aceptar la cultura de masas, como una obvia realidad presente hoy en día, procurando evitar cuestionarla en términos de apocalípticos e integrados; sino simplemente orientándonos hacia la cultura, llevando a cabo actos que den origen a una real serie de valores de esta misma. A partir de esto difiero un poco, ya que considero que en esta sociedad actual no nos caería mal succionar ciertas características positivas y relevantes de ambos términos propuestos por Eco, de manera que podamos integrarnos para que se nos sea posible operar en el sistema social,

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