SUMAK KAWSAY ¿500 años de qué?

¿500 años de qué?

Hace casi una década en el mundo se celebraba los quinientos años de que a América se le hizo el favor de descubrir, se le llamo el día de la raza, pero estará bien contextualizado celebrar el hallazgo de una sociedad más avanzada que otra, con una mentalidad más pura que otra. Estará bien decir que es el día de la raza, porque a la fuerza se impuso la lucha de clases la lucha de razas, quizá si muchos compartieran otra opinión de eso, seria no ser parte del todo, algo como esto.

Para el 2007 el Ecuador y el mundo celebraron una de las constituciones más completas, con más ejes transversales, la constitución más avanzada del globo por incluir en sus páginas los derechos de la naturaleza pero por que aplaudir a un gobierno que si bien es cierto por fin se plasmó en la carta magna lo que tanto se pedía en las calles, el incluir el famoso Sumak kawsay no es icono de los iluminados de Carondelet o de Montecristi, el adherir el pensamiento ancestral en la constituyente fue el resultado, más bien el premio de quinientos catorce años de lucha, pero de donde sale ese número, pues es simple el pensamiento del buen vivir, viene de una lucha antagónica de clases y estratos, tras la represión del pueblo indígena al ser colonizados por una España feuda, desde que el ser humano latinoamericano abandono la comunidad primitiva para asumirse obligatoriamente en un feudalismo hambriento de riqueza de poder tras el poderío del basto terreno fértil y la mano de obra esclavista, es ahí cuando desde el primer día de colonia que el ser humano autóctono anhela regresas al equilibrio entre el ser humano y la naturaleza en el cual todo lo que se sembraba y se cosechaba era para el autoconsumo, no había ni riqueza ni pobreza, todos era por igual, no había ni colores, ni razas, ni diferencias, todo era parte de un todo, todo mantenía un equilibrio, y entonces por qué celebrar que el estado ecuatoriano le concede derechos a la pluriculturalidad, a la naturaleza, a la auto sustentabilidad, auto sostenibilidad, a preferir lo nuestro, es gratificante celebrar que cerca de las 45 etnias que tiene el país, al fin recuperan algo de lo que siempre ha sido suyo, que la batalla de años al fin tiene su fruto, pero que pesar que todo lo que se logró, por el mismo motivo que no se lo puso se lo borre, como dice la frase popular los que se hizo con la mano se borró con el codo, porque si bien es cierto en esta última década se avanzó bastante, se dio un paso para adelante y dos para atrás porque cuando nuestro país, sintió tambalear su economía, volvió a recurrir a lo que tanto se trató de proteger, desde el día en que se puso los ojos en la selva virgen del Yasuni, desde que la ley de minería se aprobó, desde que la minería a cielo abierto se confirmó, desde que la poda de árboles se hizo más legal que nunca, desde el primer día que paso eso, se arrancaron las páginas de la mejor constitución del mundo, de la más avanzada. El buen vivir es el pensamiento ancestral en el que millones de personas vivieron por miles y miles de años, y ahora las generaciones actuales en tan pocos años nos hemos acabado con la mayoría de recursos naturales, acabando con especies de flora y fauna, es increíble ver al ser humano como la especia más inteligente del ecosistema hace lo que hace en su propia casa, acaso ser consciente, el tener inteligencia te hace avariento, te hace imprudente, parece que sí, que ser el ser más consiente entre comillas, es significado de ignorancia total, porque somos una en millones de especies  vivientes en el ecosistema pero aun así somos la que más lo daña.
que el ben vivir sea cultura mundial, y no utopías ambulantes.

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