Socialismo De Estado

SOCIALISMO DE ESTADO

Además de socialismo de Estado, a esta doctrina se le conoce también con el nombre de socialismo de Cátedra e Intervencionismo. Propiamente dicho no forma un sistema económico sino una política económica y social. El termino hace referencia del uso del poder del estado para acabar con la sociedad burguesa y el sistema capitalista por decreto y por el medio del traspaso de áreas económicas y administrativas al estado socialista en algún tipo de gobierno revolucionario.

El socialismo de estado no como un sistema económico más bien, constituye una política económica y social, apoyada sobre un ideal de justicia, que según algunos pensadores, sólo pueden llevar a la práctica aquellos países llamados ricos. Esta doctrina se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX, y eso Alemania el país donde tiene sus mayores logros. Su primer paso consistió en forma una corriente de opinión favorable en intervención del estado, para combatir el pauperismo.

Coincide con la Revolución Política de 1848. El socialismo de estado no busca la eliminación de la estructura estatal sino antes bien fortalece y mantiene la propiedad privada de los medios de producción el Estado es la institución omnipotente y es el instrumento técnico social más adecuado para la realización de las concesiones de la minoría dirigente su verdadera función es de civilización y bienestar.

El socialismo de Estado no era una nueva doctrina sino el resultado de una fusión de dos corrientes de ideas una era de los economistas que pensaban imponer limitaciones al laissez-faire (dejar hacer, dejar pasar), y por otra parte la opinión de algunos socialistas, que aunque hostiles al derecho de la propiedad privada de los medios productivos y a la libertad de producción.

Adolfo Wagner, que con su obra fundamentos de la economía se convierte en el principal apoyo de la nueva intención teórica de Alemania. Algunos lo consideran como su más eminente representante.

Para los socialistas de estado, existe una soledad moral mucho más fuerte que la solidaridad económica. En materia de producción y distribución, sostiene las siguientes tesis (WAGNER, 1917):

• El estado debe encargarse de una industria, cuantas veces sea necesario, con el fin de interés común no se vea afectado. Es así como se justifica la administración oficial de los servicios públicos. Y en cuanto a la distribución, las metas habrán de ser dos: elevar las condiciones de una clase económicamente social deben, a expensas de las clases de casa, y contender voluntariamente la acumulación y moderada de las riquezas en determinadas capas sociales determinados miembros de la clase poseedora.

Vale la pena dejar consistencia de papel de Bismark, su mejor propagandista, desempeñó en los logros que el socialismo de estado tuvo en Alemania, aunque aclarando que su participación tuvo como móvil más la convivencia que la convicción. En la década de los años 80 se estableció el seguro social, además, se promulgaron varias disposiciones sobre el trabajo, lo mismo por referente a la jornada, que al descanso semanal, higiene en inspección de fábricas y otras.

CRITICAS DEL LAISSEZ- FAIRE

Las críticas hacia laissez-faire se suceden por doquier sobre todo en las ideas de la competencia que hace bajar los precios hasta el mismo nivel del costo de producción, que la oferta se adapte automáticamente a la demanda y que el capital se canalice hacia las inversiones más lucrativas.

Sismondi hace notar que hay una lucha necesaria entre capitalistas y obreros, y que el perdedor es precisamente este por ser más vulnerable. El hecho de poder, acarrear al obrero toda una serie de calamidades. Otros autores, haciendo tal que no siempre el interés individual coincide con el interés público, como lo señalaba Smith, sino que con frecuencia es contraria o cuando menos, demasiado débil para hacerlo coincidir. List precisó que hay oposición entre el interés particular, único guía del individuo, y el interés de la nación como el cuales permanente y perdurable y que por tanto sólo el estado puede mantener invulnerable este principio.

“llegó a admitir que era poco sustentable la tesis de la identidad de intereses, haciendo notar que el interés personal está sujeto a ciertas restricciones, como la ignorancia del consumidor acerca su verdadero interés, y te besen la ayuda de la sociedad al interés privado” (MILL, 1870). Mill acepta, en la mayor parte de estos casos, la intervención del estado.

Uno de sus ideólogos hacía notar que el estado es el representante de la asociación nacional, y que por tanto, le corresponde intervenir dondequiera que el interés general se encuentre en litigio, protestando, de paso con tractor los que pretenden hacer del estado una simple vigilante o policial. La libertad como principal científico caía por los suelos, tal maltrecha, que es la hora en que no ha podido levantarse, a pesar de todos los intentos que se ha hecho para lograrlo.

RODBERTUS.

Poco a poco está de acuerdo con la idea de identidad entre el interés general y los intereses individuales, pregonaba por los clásicos. Así hincapié en los siguientes tres problemas:

1. Producción y necesidades. Y en la producción no se adaptan las densidades sociales, sino a la demanda efectiva, resulta que la producción se orienta hacia la satisfacción de las necesidades menos importantes y hasta superfluas, debido a que los empresarios, cuya meta es la rentabilidad, producen más para los chicos que para los pobres: producir artículos de lujo es más seguro y más lucrativo que producir bienes y servicios que satisfacen densidades de tales. Advierte otro problema más, es el que se refiere a la distinción entre productividad y rentabilidad. La ambición de los productores por aumentar la rentabilidad, los lleva producir menos, en relación con su capacidad productiva, para elevar los precios, y en consecuencia, los beneficios, cumpliéndose así uno de los aspectos de la oferta: a menos oferta, mayor precio. Elabora una solución, dice que es menester sustituir el sistema de producción actual, basado en una demanda, por un sistema que tome en cuenta las necesidades sociales. Dice que en general, todos los hombres tienen series iguales de necesidades y sabe además que clase de bienes exige cada una y en qué cantidad.

2. Producción de recursos. Opina que es el capricho del capitalista propietario el único culpable de las diversas características que se observan en la producción.

3. Distribución. Considera únicamente dos clases de renta: la que produce el trabajo y la que se produce sin trabajo. La justa distribución del producto social, es el problema básico que

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