Teoria Del Mal

Teoría del mal

La palabra conspiración (que viene del latín conspiratĭo, -ōnis) y sus sinónimos (complot, confabulación, conjura, asechanza, intriga, maniobra, enredo...etc.) hacen referencia a:

"La acción o conjunto de acciones realizadas por varias personas con ánimo de unirse contra su superior o soberano, de arrebatar el poder a otro grupo, o de hacer algo con intención de causar perjuicio o daño a alguien que está en una posición consolidada" Toda posición consolidada, tanto de personas individuales como de grupos sociales, o incluso de países enteros, está expuesta a este tipo de maquinaciones y argucias. Los conspiradores se sirven de toda una serie de estrategias, es decir, de acciones planificadas sistemáticamente en el tiempo, para conseguir sus propósitos: La difusión de rumores e informaciones que debiliten la posición del objetivo.

Introducir agentes infiltrados en la organización para recabar información y neutralizar a ciertos miembros clave de la misma. Fingir una actitud amistosa y pacífica, para hacer bajar a guardia, pero que oculta intenciones aviesas. Lo que se conoce como "hacer la cama".

El problema del mal supone un reto sin respuesta racional para las creencias religiosas. ¿Cómo compaginar un Dios misericordioso y sabio con la existencia del dolor, la violencia, la muerte, el sufrimiento de los inocentes? El teólogo Andrés Torres-Queiruga ha escrito que si Dios es tal como lo describe la teología tradicional, habría que denunciarlo al Tribunal de la Haya.

Las respuestas al sentido del mal están presentes en todas las religiones. Es más: algunos antropólogos postulan que las religiones aparecen como un lenitivo amortiguador del peso insoportable del dolor, del mal y de la muerte.

¿Tiene explicación el mal?

“Es comprometedor, tras el conjunto de debates en los que hemos participado, aventurarse con una intervención concluyente sobre el “fin del mal”. Afortunadamente se me ha propuesto este tema con una interrogación, ello hace más creible el contenido, cualquiera que sea el enfoque desde el que sea abordado. Pues, si este tema es una constante que relaciona tanto la tradición bíblica y cristiana, como la relación con Teilhard, y una gran parte del pensamiento contemporáneo, es porque la experiencia del mal es reiterativa, como también lo es la resistencia al mal por todos los medios posibles” – explica Dupleix.

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