Tipo De Liderazgo

Profesores para la Integridad

En nuestros tiempos la figura del profesor se ha visto cada vez más distorsionada por los diferentes acontecimientos que ocurren día a día en nuestra sociedad, y con esto me refiero a abusos sexuales, pedofilia, violencia escolar, etc. Estos hechos han ido creando una mala imagen de los docentes en Chile que cada vez ha ido más en deterioro. Es por eso que ya apenas podemos generar relaciones cercanas con nuestros alumnos pues todo puede ahora ser considerado sospechoso de alguna maña conducta. Ya no los podemos tratar con cariño, no los podemos abrazar cuando necesitan consuelo, no podemos tocar el hombro para demostrar apoyo, no podemos mirarlos con ternura pues incluso eso es usado en contra. En relación a todo esto, nosotros como futuros profesores, ¿qué podemos hacer? Es decir, ¿cómo podemos llegar a trabajar con nuestros niños y jóvenes con tal de ayudarlos a ser personas íntegras para la sociedad? Es por eso de gran importancia intentar rescatar la esencia fundamental del rol docente en la vida de los alumnos con el fin de poder ayudarlos en su desarrollo óptimo e íntegro en sus vidas.

Ahora, tratar de identificar un rol específico del profesor en la sociedad actual es muy complejo, como así mismo intentar describir al profesor ideal. Más bien debe hablarse de cualidades generales que deben poseer los buenos docentes. El sistema educativo de hoy requiere profesores con un alto grado de capacidad de actuación autónoma, que sepa diagnosticar y manejar la situación del aula y de cada alumno, el ritmo de desarrollo y aprendizaje y que al mismo tiempo sea capaz de incorporar las demandas sociales a los programas educativos. Por otra parte, debe conseguir el equilibrio entre la comprensión y la atención a las diferencias individuales dentro del aula, intentando proveer a cada alumno los espacios para que vivan experiencias diarias, con la idea de generar y descubrir su propio conocimiento. Así es, a grandes rasgos, el complejo papel del docente, merecedor del mayor respeto y dignificación por parte de la sociedad, cuestión que en teoría nadie discute, aunque la realidad no siempre acompaña a los buenos deseos.

Si a grandes rasgos se le preguntara a los profesores cuáles serían los cambios que harían en la educación, una respuesta en común podría ser: “todos los cambios apuntan a contar con buenos ciudadanos, conscientes de sus deberes y derechos, y capaces de contribuir al desarrollo socioeconómico”. Pero nosotros, futuros docentes, debemos ir más allá, con la idea de formar “un hombre integral”, es decir un hombre con conocimientos, crítico, creativo y participante. Y es con esta idea que debemos observar como se forman los programas de estudio de las escuelas básicas o liceos. Notaremos que estos programas son un fiel reflejo de la concepción de la educación como formación integral y que lo que destaca

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