Ética De Las Profeciones

ETICA DE LAS PROFESIONES

"Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que

conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura

es la victoria sobre uno mismo."

ARISTOTELES (384 A.C.- 322 A.C.)

Origen de la palabra profesión.

La palabra profesión se deriva de la preposición latina pro que significa delante de, en presencia de, en público, y el verbo fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De lo anterior puede deducirse que la profesión cumple el propósito de beneficiar a la comunidad a través de quien la ejerce.

La profesión tiene dos dimensiones que están estrechamente ligadas, una dimensión social y una dimensión individual. En la dimensión social, la comunidad o sociedad se beneficia con la puesta en práctica de una profesión. Asimismo el individuo recibe un beneficio al ejercer la profesión: la satisfacción que proporciona hacer un bien, un salario, prestigio.

Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin importar el beneficio comunitario, porque lo que pase en cualquier colectividad siempre afectará para bien o para mal a todos sus integrantes. Con claridad meridiana Pericles afirma: “Es más útil para los particulares una ciudad próspera en su conjunto, que otra que disfruta de buena fortuna para muchos ciudadanos, pero que está decaída como totalidad, pues un hombre cuyos asuntos personales marchan bien, no por ello deja de perecer en unión de su ciudad cuando aquélla es arruinada, mientas el desafortunado se salva mucho mejor un una ciudad de próspera fortuna”

Profesión y vocación

Al término profesión debe asociársele la idea de “servicio”, pues, al hablar de las profesiones, existe una conexión entre la práctica profesional y la vocación que se tenga hacia ella. La palabra vocación procede del verbo latino “voco” que significa llamar o convocar. La vocación es el “llamado” que sentimos para profesar un espíritu de servicio en aras del bien universal.|

Lo más importante en la vida de una persona joven es enseñarle a descubrir su vocación y convérselo de que debe entregarse a ella, porque es la mejor manera de defenderse de la futura infelicidad, la cual disminuye en aquellos que “hacen lo que les gusta, aunque ello les signifique muchas privaciones, sacrificios y vivir modestamente” (Vargas Llosa, 2011).

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Pericles: político y orador ateniense, defendió la democracia populista griega

La vocación la podemos descubrir a través de las habilidades y talentos que tenemos, y que al desarrollarlos, nos hace unos seres plenos y no nos conduce a la frustración, porque simplemente hago lo que me apasiona y me hace realizarme como persona

Ejercer la vocación hace a los seres humanos menos infelices, de lo que serían si dedicaran su tiempo a actividades y quehaceres en los que no creen, que sienten como una traición y un desacato de aquello que íntimamente hubieran querido hacer y ser. La consecuencia inevitable de dedicarse a actividades que no comprometen profundamente a la persona es que dichas actividades se realizan mal, que difícilmente se puede tener éxito (ibidem)

“Las personas menos infelices que he conocido en mi vida son aquellas que dedicaron su tiempo, esfuerzo, talento y creatividad, a lo que les gusta hacer”, (Mario Vargas Llosa, 2011) por eso, la tarea más importante de las universidades es ayudar a los jóvenes a descubrir su verdadera vocación. “Generalmente, quien elige una profesión por razones ajenas a su vocación, muchas veces pensando que de esa manera tendrá éxito económico y social, es probable que en esa actividad fracase, que sea mediocre y frustrado, lo que es una fuente de amargura en toda historia individual” (ibídem).

Cuando uno dedica su existencia a su vocación, encontrará en ella más posibilidades de tener éxito, de lograr la creatividad y originalidad necesaria como para que su labor repercuta en los demás y le dé una enorme satisfacción. Cuando uno dedica su tiempo a lo que le gusta, no siente la sensación de trabajar. Cuando elegimos nuestra profesión de acuerdo a este ideal, damos el primer gran paso para ser un profesionista de éxito, porque siempre daremos un extra en nuestro trabajo, nos esforzaremos día con día para entregar lo mejor de sí mismos (ibídem)

Cuando una persona no toma en cuenta estos principios le será difícil desarrollarse en su trabajo, porque realizará el trabajo por obligación y no por convicción. Todas sus actividades profesionales reflejarán cierta frustración por estar atado a algo que tiene que hacer por obligación, porque siempre guardará talentos que nunca fueron desarrollados.

Libertad de elección de una profesión

Del vocablo latino "libert" deriva la palabra libre. El hombre libre, de condición no sometida o esclava. Se es libre cuando se está "vacante" o "disponible" para hacer algo por sí mismo.

La libertad conlleva la responsabilidad de elección, la libertad es entonces la posibilidad de decidirse y de auto determinarse. Una persona tiene una total libertad de elegir una profesión que este en un marco legal establecido.

Ética y profesión

Carlos Ibarra Barrón (1988) señala que el ejercicio de la profesión lleva implícitamente una ética, la cual es el sostén del profesionista. Desde la antigüedad está establecida la promesa-juramento de fidelidad a la profesión. En la antigua Grecia, los médicos que terminaban la escuela de los asclepiadas, hacían eco de las ideas del famoso juramento de Hipócrates, cuya significación e influencia continua hasta nuestros días.

Asimismo en los siglos XIII y XIV junto a la necesidad de cumplir con las obligaciones exteriores, los grupos de profesionistas fueron elaborando y fijando las normas morales que regulaban las relaciones dentro del grupo. Vemos aparecer así numerosos estatutos, códigos morales que regían la vida gremial de los talleres artesanales en los burgos de Europa Occidental.

En la actualidad la actividad del profesionista tiene un fundamento legal, establecido por nuestra constitución política en su artículo quinto, que a la letra dice: A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión,

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