El mito de los gigantes patagones

Pero a continuación se relatará el origen de la creencia en la existencia de hombres gigantes en el sur de nuestro país.

El mito de los gigantes patagones

Existe la teoría de que el término “Patagonia” nació refiriéndose al gran tamaño de los pies de sus originarios pobladores. Y se sugiere que esta idea probablemente haya surgido de la observación de sus pisadas, ya que ellos se envolvían los pies en cueros para combatir el frío. Estas pisadas daban la idea a los conquistadores de unos habitantes gigantes.

El primer encuentro de conquistadores europeos con los supuestos gigantes del sur, luego llamados Patagones, fue descripto por Antonio Pigafetta, joven italiano que acompañó a Fernando de Magallanes en sus viajes y llevaba un detallado diario de ellos.  En sus relatos del año 1519, describe dos encuentros con estos enormes pobladores del sur, sin imaginarse que sus observaciones serían comparadas posteriormente con las de expedicionarios que lo sucederían. No se podría explicar de otra forma su gran exageración al hablar de la estatura de los pobladores autóctonos: “(…) descubrimos a un hombre (…). Era tan alto él, que no le pasábamos de la cintura.”^[1] Magallanes y sus acompañantes tenían la necesidad de capturar piezas humanas representativas, prueba de sus relatos, para presentar a los reyes, pero nunca lograron este objetivo. Sin embargo, según los relatos, sí se logró medir a algunos de estos hombres. López de Gomara, por ejemplo, contemporáneo a Magallanes, midió a uno y según sus escritos, su altura era de 2,30 metros. Luego, diferentes exploradores y conquistadores, dijeron haber logrado medir a estos misteriosos hombres de la Patagonia, y los nuevos datos obtenidos ponen en duda los anteriores. Por ejemplo, John Narborough, explorador de origen británico, en el año 1877, midió a un habitante originario y obtuvo la respuesta de que su estatura era de 1,90 metros. Este dato, nos da la idea de hombres altos pero sin llegar a las dimensiones de alguien a quien dan el nombre de “gigante”.

Luego, en búsquedas de Félix Luna, se encuentran otros argumentos que refutarían la idea de gigantes. Por ejemplo, la observación de fotografías, a partir de las cuales se puede calcular que los patagones medían entre 1,80 y 2 metros, siendo como dijimos antes, hombres de gran estatura pero sin duda no gigantes.

De todas formas, no se cree que los españoles inventaran o exageraran, sino que los peninsulares de los siglos XVI a XVII eran de muy baja altura (la estatura de Magallanes, por ejemplo, se estima en 1,52 metros). Para un europeo de la época, en una tierra completamente extraña y desconocida, un patagón de 2 metros de alto y estructura corpulenta era, sin duda, un verdadero gigante.^[2]

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