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Modelo Agroexportador (1880-1914)


Enviado por   •  28 de Mayo de 2014  •  8.556 Palabras (35 Páginas)  •  428 Visitas

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El Modelo Agroexportador (1880-1914)

1.LA ECONOMÍA MUNDIAL Y EL ROL DE GRAN BRETAÑA

La Argentina se incorporó definitivamente al mercado mundial hacia 1880, cuando la división internac. del trabajo basada en el librecambio estaba sufriendo transformaciones.

El librecambio estuvo en pleno desarrollo entre 1846 - con la abolición del proteccionismo británico - hasta 1873, cuando la primera crisis general del capitalismo europeo azotó su economía ( llamada: “la Gran Depresión”). La misma duró hasta 1896.

Como respuesta a esta crisis se produce, durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, la “Segunda Revolución Industrial”. Varios cambios tecnológicos se llevaron a cabo: la electrici _ dad, la utilización del petróleo y de motores a combustión, el barco a vapor, el automóvil, el avión, el telégrafo, el teléfono, la máquina de escribir,el frigorífico, entre otros. Acompañados por una nueva or_ ganización del trabajo: el taylorismo (división del proceso de producción: cada trabajador en su puesto realiza una parte del proceso; con tiempo cronometrado; con premio al buen rendimiento; supervisado). Todos ayudaron a aumentar la productividad.

Se produjeron perturbaciones sociales como consecuencia del descenso en los salarios reales y el aumen to de la desocupación; se desarrollaron los sindicatos, nuevas ideologías ( socialismo, anarquismo, co _ sindicalistas), hubo conflictos, huelgas, y algunos cambios en las legislaciones laborales.

Ante la crisis (y en el caso de los EEUU también tuvo que ver la finalización de la guerra civil en 1865), algunas potencias menores como Alemania, EEUU y Francia, en lugar de sumarse al librecambio,adop_ taron medidas proteccionista; desarrollaron su industria e incrementaron su participación en el comercio mundial amenazando la supremacía británica.

Se abrió así una nueva etapa en la economía mundial caracterizada por la diversificación del poder eco_ nómica mundial, estructura comercial con mayores restricciones y un nuevo creciente rol de los movi_ mientos de capital.

Luego de la 1º Guerra Mundial, el crecimiento económico de Gran Bretaña será más lento que en años anteriores y que en los EEUU y Alemania, quienes comienzan a suplantarla (1890: EEUU la supera en la producción de hierro y acero; 1914: Alemania le saca ventaja en la industria carbonífera; desde 1900: EEUU también comienza a producir carbón—el cual era el principal producto energético).

Ser el primer poder industrial del mundo y mantenerse durante largo tiempo en posición de liderazgo le costó al Reino Unido tener dificultades para modernizar su estructura productiva y así poder competir con los países que estaban en auge—los cuales contaban con tecnologías más avanzadas y se especiali _ zaban en nuevos rubros (como materiales eléctricos, productos químicos y nuevas maquinarias).

En cuanto al comercio exterior: en 1870 hubo mayor participación británica, mientras que en 1880 di _ cha participación comenzó a declinar acompañada por cambios en la dirección del intercambio y en la composición de la balanza de pagos.

Entre 1870 y 1913, disminuyeron las exportaciones británicas a Europa y a los EEUU. Lo cual incre _ mentó la participación de los países periféricos. Las importaciones de materias primas y alimentos des_ de los EEUU y los países europeos fueron reemplazadas paulatinamente por las de las áreas de nuevo doblamiento, colonias y países atrasados. Gran Bretaña, cuyo propio desarrollo industrial dependía de esos productos, logró sustituir a su antigua colonia acelerando la incorporación al mercado mundial de nuevos países proveedores, entre ellos, la Argentina.

El déficit comercial del Reino Unido era compensado por los” ingresos invisibles” provenientes de sus inversiones (empresas ferroviarias, préstamos gubernamentales, intereses) y servicios en el exterior (fletes, seguros, empresas de servicios públicos).Proveía al resto del mundo de una divisa: la libra ester_ lina que financiaba el incremento del comercio y los movimientos de capital.

En esos años, la expansión colonial y la formación de grandes empresas fueron transformando el capita lismo de libre competencia en un capitalismo oligopólico o monopólico.

Para países como GB, la nueva conquista significó la prolongación del Imperio. En este caso la “joya principal,” en el siglo XIX era la India—mientras que para Francia y Alemania la expansión colonial se realizó sobre todo en Asia y África. Las posesiones coloniales significaban una salida segura para los productos de la metrópoli, una fuente exclusiva de aprovisionamiento y un mercado cautivo para la colocación de capitales. Fenómeno que Hobson denominó: “imperialismo”.

Hilferding señalaba que la actividad de diferentes empresas y la acumulación de capitales pasaba a estar cada vez más sujeta al dominio de los grandes bancos; crecía y se fusionaba el capital industrial estableciendo unidades de mayor tamaño y se realizaban inversiones directas a través de la instalación de filiales de esas grandes empresas en todo el mundo o la formación de otras nuevas dedicadas a la exportación de ciertos negocios, como los ferrocarriles.

Estas razones, sintetizadas en la creciente independencia tecnológica y financiera de los países europeos y de los EEUU, la crisis de la agricultura británica y la puesta en explotación de nuevas tierras en las áreas de “doblamiento”, la gran disponibilidad de capitales y la búsqueda de mayores rendimientos, y, finalmente, la necesidad de ganar nuevos mercados para las exportaciones, explican, juntos o separada_ mente el interés de los inversores y compañías británicos y de otros países centrales hacia las naciones de la periferia en las últimas décadas del siglo XIX.

El comercio internacional estaba abandonando las formas típicas del librecambio para depender cada vez más de los movimientos de capital, de la creciente concentración del poder económico en pocas em presas y de la expansión colonial.

La Primera Guerra Mundial es la que decide la suerte de Inglaterra, ya que cae en forma abrupta su participación en el comercio mundial y crece la de otros países del mundo occidental, fundamentalmen_ te la de los EEUU.

Para la Argentina, como para otras naciones, la inserción en los mercados mundiales iba a asumir las características de una relación cada vez más asimétrica. Los ciclos económicos de las economías perifé_ ricas estaban subordinados a los países industrializados, impidiendo un manejo propio de los instrumen tos económicos y financieros, lo que se ponía en evidencia en ocasión de las profundas crisis de

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