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Moral y lo Educativo en el Pensamiento de Bolívar


Enviado por   •  7 de Agosto de 2013  •  2.139 Palabras (9 Páginas)  •  411 Visitas

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II - La Moral y lo Educativo en el Pensamiento de Bolívar

A la luz de todos estos hechos, recogidos ampliamente por la historiografía venezolana, es en donde se resalta la figura antropológica de Simón Bolívar, no tan sólo por su accionar militar, sino por la claridad de visión política e histórica, que alcanzó su madurez en el proceso directo de los hechos, en su cotidianidad, lo que demuestra, como él, logró entender las particularidades de su momento histórico. Esto lo manifiesta en cada una de sus intervenciones de manera progresiva y sistemática.[22]

Por lo cual, una vez que Simón Bolívar efectúa el Análisis Crítico de la situación del país, tanto en el orden: socioeconómico, táctico militar, político administrativo, geopolítico e ideológico, entre otros., expuestos en un conjunto de Comunicaciones y Discursos precedentes al Discurso de Angostura, en los cuales deja ver su preocupación por el país y los motivos que incidieron en las perdidas de la Primera y Segunda República; Bolívar plantea con urgencia en el año de 1818 ante el Consejo de Estado, la convocatoria a elecciones de un grupo de Ciudadanos, a efectuarse el 22 de octubre del mismo año, quienes en su roll de Diputados por las provincias[23] de Caracas, Barcelona, Margarita, Cumaná, Barinas y Guayana, instalarían el Segundo Congreso Nacional Constituyente, con el cual se diera una salida constitucional a la crisis del país y se demostrara al mundo la capacidad que se tenía para organizar y poner en marcha el Poder Legislativo, a pesar que no contaban con el control de todo el territorio, porque ello, “…además de asegurar el respeto por parte de los extraños, daba una sensación de seguridad a los que se habían acogido al régimen republicano”[24]. Sobre la base de estas justificaciones, Bolívar logra que los Diputados electos instalaran el 15 de febrero de 1819, en Santo Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar), provincia de Guayana, el Congreso de Angostura, en el que legaría para los estudios históricos-historiográficos venezolanos y del mundo el tratado sociológico, filosófico, político-constituyente y educativo en el que se expresa el pensamiento más acabado del momento para la llamada Gran Colombia y algunos países hermanos. Este discurso es conocido con el nombre de Discurso de Angostura, en el cual Simón Bolívar reconoce y exalta la Soberanía Nacional, al señalar

Señor. ¡Dichoso el Ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad! Yo, pues, me cuento entre los seres más favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los Representantes del Pueblo de Venezuela en este Augusto Congreso, fuente de la Autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y árbitro del Destino de la Nación.[25]

Ya con estas palabras, se deja ver el ideario revolucionario sociopopular del Libertador, quien no sólo quería un pueblo libre y fuerte, quería un pueblo con hombres virtuosos e ilustrados, para que los códigos sociales no resultaran “obras muertas”. En razón de ello expresó

…a veces son los hombres, no los principios, los que forman los Gobiernos. Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las Repúblicas![26]

Esto explica el porqué de la propuesta del establecimiento del poder moral “cuya función era grandiosa, abrir camino al hombre Sudamericano que Tocqueville nos pinta en su Democracia en América lleno de vicios…[27] y otros males.

Para Bolívar la construcción de una gran sociedad, debe reposar en el pilar moral, visto como el poder que permita deslastrarse de las malas costumbres, de los vicios y dependencias del hombre hispanoamericano. Para el logro de tal visión, se inspira en el antiguo cuerpo de leyes de las culturas clásicas: Grecia y Roma, y de manera consciente propone ante el Congreso Constituyente reunido en Angostura un nuevo poder, el Poder Moral[28] que ejercería una autoridad plena e independiente sobre las costumbres públicas y sobre la primera educación, bajo la figura compuesta por dos cámaras: Moral y Educación. Lo que representaría la figura de el Areópago, tomado de la sociedad Griega Ateniense y de los guardianes de las costumbres Romana tomaría sus Censores y Tribunales Domésticos y de Esparta sus austeros establecimientos o instituciones, con lo que se formaría, -para Bolívar- tres manantiales una fuente de virtud para dar a la República de la Gran Colombia una “…cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral Republicana”[29]

Pero esta propuesta fue rechazada por los constituyentes, quienes después de acalorados debates decidieron que para su aplicación era necesario “…consultar la opinión de los sabios de todos los países por medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos parciales y reunir hechos que comprobasen las ventajas o los perjuicios de esta nueva institución…”[30] por lo que se decretó que la propuesta del Poder Moral se publicase como Apéndice de la Constitución con la intención de que los ciudadanos del mundo pudiesen considerarla y comunicasen sus opiniones.

Hoy día el Poder Moral, tan solo en Venezuela, tras una espera de 180 años, es una realidad, -¡es letra constitucional!- desde la Constituyente de 1999. En ella se analizó y se tomó la propuesta de Bolívar, por la gran necesidad de crear instituciones que se ocupasen de velar por superar la deteriorada salud moral de nuestro pueblo. Donde la realidad sociopolítica de la Venezuela contemporánea nos ha evidenciado “…que los vicios subsisten cuando la sociedad no está alerta, y que la corrupción (…) el tráfico de influencia, el peculado, florecen lo mismo en las dictaduras que en las democracias”[31].

Sobre la base de este señalamiento, ofrecido por el Dr. Ramón J Velásquez, el cual compartimos, se considera necesario observar que estos flagelos, han estado presentes en la Venezuela de ayer al igual que están en la Venezuela de hoy. Estos fueron uno de los tantos males que enfrentó, enjuició y denunció el Libertador. Contra los cuales tomó medidas considerables, quizás algunas coherentes y otras pocas coherentes, pero todas tras la búsqueda de subsanar tal situación, es por ello su insistencia ante el Congreso Constituyente de Angostura de la conjugación del Poder Moral con el Educativo, indispensables para el buen ejercicio del gobierno. Por ello señaló “la educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral

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