Portugal Y Francia

PORTUGAL:

Portugal, surgió como un reino independiente en 1139. Su primer rey fue D. Afonso Henriques, el estado de la dinastía de Borgoña. Durante mucho tiempo, los portugueses vivían en la lucha implicó la expulsión de los moros (árabes conjunto de la población, Etiopía, Afganistán y Turkmenistán) de la Península Ibérica. La lucha continuó hasta 1249 con la victoria y la conquista portuguesa del Algarve (sur de Portugal). Con el rey. D. Dinis fue interrumpido en la conquista militar, a partir de un período de reorganización interna de la de Portugal. Las fronteras del país ya estaban definidas.

En 1383, con D. Juan, dueño de Avis, se inició la nueva dinastía de Avis. Esto fue después de que el resultado de una lucha político-militar conocida como la Revolución de Avis, donde se disputó la sucesión del trono de Portugal entre el rey de Castilla y D. La victoria de la Revolución Juan de Avis fue también la victoria sobre la burguesía portuguesa y de la sociedad feudal, agraria, que dominó el país. Después de la Revolución de Avis, la nobleza agraria presentó al rey João. Y esto con el apoyo de la burguesía, el poder centralizado y favoreció la expansión marítima portuguesa comercio. Todos estos acontecimientos hicieron de Portugal el primer país europeo que estar en el estado absolutista y mercantilista.

FRANCIA:

Las monarquías absolutistas o Antiguo Régimen rigieron en Francia hasta la Revolución Francesa de 1789. Su máximo exponente fue el rey Luis XIV, a quien se le atribuye la famosa frase "el estado soy yo". Durante muchos años, hasta 1715 en que falleció, este soberano gobernó Francia con mano de hierro, se lo consideraba de orígen divino y dueño de la vida y la muerte de sus súbditos. El fue quien construyó el fastuoso palacio de Versalles trasladándose desde las Tullerías, en París. Se lo llamó el "rey sol" por la brillantez de su corte. Lo sucedió su bisnieto Luis XV y allí comenzó la decadencia de la monarquía absolutista, ya que el nuevo rey pese a sus buenas intenciones juveniles, en su madurez optó por rodearse de favoritas, las más conocidas fueron Pompadour y Du Barry en lugar de ocuparse de los temas de gobierno y así la economía del país comenzó a decaer y la miseria se enseñoreó con el pueblo, para colmo pronunció la frase "después de nosotros, el diluvio", en alusión a lo poco que le importaba lo que ocurriera después. Cuando murió de viruelas lo sucedió el último monarca absolutista de Francia, Luis XVI, cuyo débil carácter sometido a su esposa austríaca María Antonieta, era aficionado a la caza y a la cerrajería, le gustaba la buena mesa pero era totalmente inepto para gobernar una nación que ya estaba en llamas. Así, el 14 de julio de 1789 se produce el asalto a la prisión medioeval de la Bastilla, comienza la Revolución francesa

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