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¿A Roma le bastaba solo con contar una buena organización política para dominar todas las provincias o necesitaba algo más para poder comprobar su poderío imperial?


Enviado por   •  6 de Julio de 2020  •  Ensayos  •  1.832 Palabras (8 Páginas)  •  166 Visitas

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¿A Roma le bastaba solo con contar una buena organización política para dominar todas las provincias o necesitaba algo más para poder comprobar su poderío imperial?

Comenzando el ensayo, dejaré en claro el porqué el poderío imperial de Roma fue tan grande que trascendió todas las edades y etapas de la historia y manteniendo viva rasgos de su cultura hasta el día de hoy. Sus grandes conquistas a través de Europa, África y Asia, solamente es posible gracias a una gran organización militar.  

Para poder entender la aportación del ejercito a lo que fue Roma, es necesario entender como logro una ciudad conquistar todo el mundo conocido. Es indudable que el ejército tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la civilización romana que permitió que una ciudad a orillas del rio Tiber extendiera su influencia de manera progresiva hasta llegar a crear un imperio.

Una organización que tuvo su origen en la época donde Roma era una Monarquía. Tarquinio Prisco, fue el primero que vio la necesidad de contar con una fuerza preparada para la guerra por lo que organizo un ejército de 600 jinetes y 3000 infantes, constituyendo de esta manera la base del primitivo ejercito romano.    

Luego de Tarquinio Prisco, su sucesor, Servio Tulio presenta un reformación en relación a la organización del ejercito centuriado. El monarca habría realizado una asignación de centurias por clases, distribuyendo el conjunto del populus romanus. Con Servio Tulio, el ejército romano, contaba con 60 centurias, es decir 6000 combatientes, lo que podría identificarse como el germen de la legión romana.

Ahora bien, con Tarquinio Prisco y Servio Tulio, es donde el ejército romano tiene su nacimiento pero con reformas que se dan más adelante es donde la legión romana alcanzan su punto más alto, dotándolo de un renombre a tal punto de ser uno de los ejércitos más importantes de la historia.

Ahora bien, hecha una introducción sobre lo que a mi parecer constituye el poder romano y su gran despliegue, hablaré sobre la transición de una Roma republicana a una Roma imperial y qué papel desarrolla el ejército para poder establecer y mantener su poder imperial.

El inicio de Roma como republica, puede situarse entre el 509 a.C y el 508 a.C transformando radicalmente las bases políticos-sociales del Estado Romano. La constitución republicana no presenta un perfil uniforme a lo largo de su evolución. Aunque en teoría, en la republica romana todos los ciudadanos podían participar en la vida política, en la práctica el funcionamiento del sistema tendió a proteger los intereses del grupo dirigente que, frente al resto de los ciudadanos actuando como una autentica oligarquía. Aquí podemos encontrar dos partes diferenciadas, los “plebeyos” que eran los ciudadanos y los “patricios” que eran los grupos dirigentes. Los plebeyos en condición de ciudadanos podían lograr cargos públicos, pero sus posibilidades se fueron disminuyendo gracias a los patricios. Por ende, la plebe liderada por los plebeyos de mayor renombre dentro de la sociedad, comenzaron a protestar por una igualdad, tanto político, como económico, comenzando de esta manera el “conflicto patricio-plebeyo”. Este conflicto llego a durar casi cuatro siglos.

En los inicios República, las legiones constituyeron el ejército del Estado romano y por lo tanto, unidades fieles a este y dedicadas a su defensa y a la extensión de su grandeza.

Durante esta etapa republicana, su principal competidor fue la ciudad púnica de Cartago, de esta manera las guerras Púnicas obligaron a Roma a salir de sus fronteras y conquistando de a poco nuevos territorios que debía administrar como lo son, Hispania, Sicilia, Cerdeña, Córcega, e Iliria. Poco a poco, Roma ya había conquistado toda la cuenca Mediterránea ampliando sus dominios con la conquista de Galia.

La guerra comenzó a verse como la forma más sencilla de promoción en el ámbito político y en el económico, y eso favoreció que los generales tratasen de asegurar y mejorar su posición, para lo que necesitaban asegurarse la lealtad de las legiones bajo su mando. Esto acabaría por dar lugar a un marco de rivalidades y antagonismos personales internos que como he dicho, acabarían por desembocar en guerras dentro de la propia Roma.

El ejercito romano en esta etapa tardo republicana ya no era tan fiel a Roma y a su grandeza como en los inicios, si no que le eran más fiel a su general que a su propio Estado. Esta fidelidad al general, se debe gracias a las reformas que implemento Cayo Mario. Si hasta entonces el servicio militar estaba ligado a la calificación del ciudadano por su posición económica y, por tanto, excluía al proletariado, Mario logró enrolar al proletariado en el ejército al ver en el servicio militar una posibilidad de mejorar sus fuerzas. Gracias a esta reforma, vemos que el proletariado comienza a ganarse la vida, y esto se lo deben al general romano Cayo Mario y su idea, y que además se alistaron de manera voluntaria ya que gracias a esta reforma, cuando se vuelvan veteranos, pasarían a ser propietarios de tierra como premio de su servicio.

En esta parte del quiebre de la Roma republicana, aparece la “Legión X” o “Legión Decima”. Fue creada personalmente por Cesar durante su proconsulado. Su reclutamiento de la Legión X respondió a la intención de Cesar de iniciar una campaña contra los pueblos lusitanos de la zona occidental de la península. Se reclutaron jóvenes perfectamente en forma pero dirigidos por veteranos con la intención de crear una unidad lo más efectiva posible.

Durante esta campaña contra los lusitanos, la Legión X no sufrió ninguna derrota ya que no encontraron resistencia por la incapacidad de los lusitanos de hacer frente a legiones romanas entrenadas y veteranas.

Con el fin de la republica romana, da inicio a la roma imperial, que comienza con Augusto en el 27 a.C, hasta la desaparición de Rómulo Augústulo, último emperador romano de Occidente, en el 476.

En Roma, el significado de “imperio” tuvo un carácter comprendido como la capacidad del mando militar que poseían determinados magistrados romanos, es decir,  definía el poder de dirigir el ejercito en la guerra. El “emperador” era por lo tanto, era el que regia este imperio, estableciéndose así el nuevo régimen romano.

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