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Antecedentes De Los Partidos Politicos En méxico


Enviado por   •  3 de Febrero de 2014  •  12.010 Palabras (49 Páginas)  •  659 Visitas

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“ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS PARTIDO POLÍTICO EN MÉXICO”

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 3

DESARROLLO 15

CONCLUSIONES 31

INTRODUCCIÓN

Historia de los partidos políticos en México

En México existen Partidos Políticos de los tres espectros políticos e históricos que se formaron durante el proceso de nacimiento de la República Francesa después de la Revolución Francesa: el de Derecha, Izquierda y Centro, estos tres espectros se crearon o dieron forma en la ubicación de los Representantes Populares o Diputados en el nuevo Congreso Francés, recordemos que los Conservadores se sentaban del lado Derecho del Congreso, los Extremistas o radicales del lado Izquierdo, y los neutrales del lado Centro.

Los Partidos Políticos en México nacieron en el Siglo XX aunque los lados políticos en la Nación nacieron en el Siglo XIX con el nacimiento de las dos Logias Masónicas que controlaron a la Nación hasta el año de 1911 con la renuncia del Presidente Díaz, estas dos eran la Logia Escocesa y la Logia Yorkina, la principal fue la Yorkina de procedencia Norteamericana, además del nacimiento del Grupo de los Conservadores y de Liberales; después en el Siglo XX nacieron varios Partidos en apoyo a la Reelección y otros a la No Reelección, después en el año 1929 nació el Primer gran Partido Político de México, el Partido Revolucionario Institucional antes nombrado el Partido Nacional Revolucionario y Partido de la Revolución Mexicana, y aun hasta el año 2005 nació el Partido Político más actual, el Nueva Alianza.

PARTIDO LIBERAL

Los liberales mexicanos, que en su nombre realmente entrañaban la adición de todos sus ideales, representan dentro del contexto histórico a los precursores de la “liberación” mexicana a la dictadura porfirista con antelación a Francisco I. Madero. Se puede decir con toda seguridad que fueron los integrantes del Partido Liberal quienes de una manera estratégica fueron hilvanando el tejido social para ir preparando a la Patria para una revolución. Constituyen la primer piedra para el castillo sobre el cual se edificaría años más adelante el Estado Mexicano con todo y su apelativo Revolucionario.

En su ciudad natal, San Luis Potosí, el liberal Camilo Arriaga publicó el 30 de agosto de 1900, el llamado Manifiesto, que no era otra cosa más que invitación pública al Partido Liberal. Dicho documento histórico, fue firmado por 126 ciudadanos, y representa una declaración liberal en contra del clero político católico mexicano, la tiranía porfirista, y de los explotadores capitalistas, nacionales y extranjeros. El Manifiesto bien se puede decir que constituye el acta de nacimiento del Partido Liberal Mexicano, del cual años adelante saldrían los dirigentes de la Revolución Magonista.

El éxito del nacimiento liberal es simple de explicar. Ante un común ambiente de pesadumbre, tristeza, desolación y sobre todo opresión por la dictadura padecida durante años, el pueblo no añoraba otra cosa que una sola: libertad.

Gracias al manifiesto se organizaron en todo el país cincuenta clubs regionales. Dentro de los adherentes al llamado de los liberales potosinos fue Ricardo Flores Magón quien había comenzado a publicar el 7 de agosto de 1900, un periódico llamado “REGENERACIÓN”; rotativo histórico en los albores de la Revolución Mexicana, generador de las ideas que luego se tradujeron en libertades ganadas para la patria.

El “REGENRACIÓN” pasó a ser el órgano informativo del Partido Liberal Mexicano. Desde ahí fueron publicadas el 28 de febrero de 1901, las resoluciones tomadas por el primer Congreso Liberal.

En el contexto de estas primeras reuniones liberales, se puede apreciar la influencia de las ideas de Camilo Arriaga basadas principalmente en las ideas de los liberales de la Reforma. Sin embargo, surgieron sectores con otro tipo de ideas distintas a las de los “reformistas”, tal fue el caso de Ricardo Flores Magón y sus seguidores quienes tenían una visión un tanto más radical.

Posteriormente los liberales decidieron pasar de las invocaciones legales a la lucha abierta por conseguirlas. Como era de esperarse el gobierno Federal, encabezado por el dictador Porfirio Díaz actuó en consecuencia del levantamiento. Fue así como vino el sabotaje al segundo Congreso Liberal y el posterior encarcelamiento de sus seguidores.

Los liberales publican un Manifiesto que a grandes rasgos dice:

“Porque nos lamamos liberales en ésta época de inmensa corrupción y con el alma desgarrada por el triste espectáculo que hoy presenta nuestro país, apenas la fuerza bruta cedió significativo palmo ante la fuerza del derecho y sin hacer resonar en el ensangrentado templo de la República el clarín de la rebelión, venimos a deciros que ha llegado la hora de deslindar los campos y de que los liberales, en corto o gran número, se presten a luchar por la resurrección de las instituciones que nos legaron nuestros padres, se presten a luchar por el enfrento del militarismo y del clero, por la dignificación del proletariado, por la riqueza y engrandecimiento generales del país, por todo aquello, en fin que constituye el honroso tesoro de los pueblos que se consideran dignos.

Hoy nuestra Constitución ha muerto no porque fuera utópica, no porque no fuera adaptada a nuestra generación, sino porque el pueblo ha degenerado a medida que el clero y la tiranía han ido triunfando.

Muerto nuestro Código fundamental, murieron con él en nuestro país, para el imperio de la ley, el orden y la libertad, y nuestro pueblo es desgraciado.

La dictadura se caracteriza por el control del sistema electoral: En los comicios no triunfa el candidato de virtudes cívicas, triunfa el capitalista o el impuesto por la autocracia y que puede ser útil a ésta. El sufragio es un cadáver”.

Luego de un mes los liberales publicarían un nuevo manifiesto más. La lucha comienza a radicalizarse, pero la semilla ya ha sido sembrada y silenciosamente comienza a crecer. No tardan en llegar las amenazas de muerte, los atentados y la persecución. Es en este momento cuando 1904 el Partido Liberal Mexicano sufre un cisma. Muchos liberales parten hacia Estados Unidos y es entonces cuando se separarán en dos bandos igualmente utópicos. Uno de reformistas dirigidos por Camilo Arriaga, y otra de revolucionarios encabezados por Ricardo Flores Magón.

Ricardo

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