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Análisis Del Concepto De Objetividad Para La Historia


Enviado por   •  10 de Febrero de 2014  •  1.808 Palabras (8 Páginas)  •  241 Visitas

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El presente ensayo intentará abordar a través de postulados teóricos la objetividad de la historia, temática que sigue siendo un debate académico vigente hasta nuestros días, por lo tanto es menester indagar en dicho tema que no ha podido concretarse. Sin embargo como podremos ver a continuación existe el mismo inconveniente metodológico y epistemológico en las ciencias sociales por eso se hace necesario un análisis general de la cuestión a tratar para poder abarcar la discusión desde ideas con relación a la objetividad pero que no son específicamente de carácter histórico. Así como también este estudio busca a través del uso de la interdisciplinariedad el análisis detenido de los aportes de la filosofía a esta disciplina. Además se buscará mostrar lo que se entiende por objetividad.

En Mario Bunge Filósofo y Físico argentino En palabras de Bunge: ‘’ los científicos no consideran su propia experiencia individual como un tribunal inapelable; se fundan, en cambio, en la experiencia colectiva y en la teoría.’’ (Bunge, 1997). Esto quiere decir que los investigadores sociales estamos ligados a la experimentación de nuestras hipótesis para poder otorgarles veracidad, puesto que es de tipo empírico. ‘’las ciencias fácticas necesitan más que la lógica formal: para confirmar sus conjeturas necesitan de la observación y/o experimento. En otras palabras, las ciencias fácticas tienen que mirar las cosas, y, siempre que les sea posible, deben procurar cambiarlas deliberadamente para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se adecuan a los hechos’’ (Bunge, 1997). Como si fuese la experimentación el intento o proceso para llegar a un tipo de acercamiento frente a una realidad de la cual estamos ligados y afirmamos como verdad, la verificación es por lo tanto fundamental para el estudio científico social y demostración de nuestras hipótesis.

Todos estos argumentos emitidos por Bunge atinan de alguna u otra forma al tema de la objetividad puesto que, explica las directrices a seguir en una investigación social a diferencia de las ciencias exactas con las que en su libro decidió hacer comparaciones y diferencias entre estos dos tipos de ciencia. Aunque el debate de ciencia es otro, y que compete el de la objetividad, por el momento en Bunge se puede apreciar la objetividad no siempre ligada a lo exacto, sino también a lo serio, a lo que es riguroso en sí. Es por eso que si esta afirmación es válida, nos encontramos frente a un diferente concepto de objetividad, y precisamente no sería considerarla como ideal de tipo exacto a seguir, sino frente al debate que deriva de las academias sobre qué es o no lo permitido en nuestro tipo de investigaciones. Probablemente sea un producto del contexto temporal en el que se encuentre el investigador.

El historiador desde el comienzo se encontraría con una dificultad asegurada y es que la mayor parte de los hechos que estudia no los ha vivido ni los ha presenciado en persona, por lo tanto el estudio que debe realizar nunca podrá descartar la hipótesis ni siquiera teniendo en cuenta documentos considerados como oficiales, puesto que siempre existieron intereses que el historiador debe descubrir. El historiador no encuentra huesos como los arqueólogos lo que significa seguramente que los hechos fácticos que haya no son veraces a totalidad sino que es la interpretación una gran herramienta analítica para su investigación histórica, utilice el método que decida implementar tendrá la interpretación y la hipótesis como principales herramientas que descifren el pasado, pasado el cual no podemos palpar sino aproximar.

Por eso el debate va más allá de eso, cuesta más rigor analizar algo que no está, por lo menos en tiempo presente ya que en el caso de las fuentes primarias como lo es la oral si es posible rescatar aspectos importantes del pasado, sin embargo, sigue siendo una fuente sin una certeza absoluta porque quien lo expresa parte de una subjetividad en la que claramente están sus percepciones, temores y vacíos de la vida. El debate sigue entonces con la objetividad, ¿Quién da la última palabra? ¿Quién dice la verdad? Serían falsos mitos el responder dichas preguntas de forma afirmativa haciendo mención de alguien.

Nietzsche diría acerca del que hacer del Historiador, que debería tener una visión más allá de su simple ego en busca de conocimiento para sí mismo, afirmando que la disciplina de alguna u otra forma debería rescatar el pasado a favor del presente, pero sobre todo, a favor de la vida. Por esto hace una crítica que para su punto de vista lucía bastante sensata, con respecto a las tres formas que consideraba existían en dicha época tales como la ‘’Historia monumental’’ en la que comenta cómo se está en cierta forma creyendo en un pasado que fue mejor y cómo esa creencia no conllevaría nada bueno a la disciplina.

También hablaría acerca de la ‘’Historia anticuaria’’ afirma que este tipo de Historia responde a lo mismo siempre, a lo venerado, a lo ya tocado con anterioridad, no se atreve a explorar más aún. Y por último con respecto a la ‘’Historia crítica’’ que es imitar la labor de un juez con los ojos del presente al pasado dedicándose solamente a juzgar y destruir como si tuviera dicha potestad. Entonces se ve claramente desde el punto de vista de Nietzsche como estos tres tipos de Historia hacen tanto daño a la disciplina y por lo tanto al pasado, puesto que no estaría siendo una Historia en busca de objetividad sino más bien, tres mitos que alteran y destruyen al pasado, que lo tergiversan porque el Historiador ha impuesto su interés personal descuidando todo lo demás (Nietzsche,

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