CONCEPTO DE HISTORIA.
adlih11411764 de Enero de 2014
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CONCEPTO DE HISTORIA.
Los hombres sienten la necesidad de conocer la vida de sus antepasados. Gracias a ese conocimiento del pasado pueden comprender mejor el presente y prever lo que puede pasar en el futuro.
La Historia es la ciencia que estudia los hechos que el hombre ha realizado desde su aparición sobre la Tierra, procurando explicar la evolución que han ido siguiendo.
Examina las primeras muestras de vida de dichos grupos humanos, ve cómo adquieren conocimientos, cómo sus integrantes entran en relación con otros seres humanos, cómo progresan, o cómo retroceden en ocasiones.
La Historia permite observar, al mismo tiempo, lo que cada hombre destacado, o cada pueblo, han dado para el enriquecimiento de la cultura de la Humanidad, y cómo ese enriquecimiento ha podido beneficiar a los demás. Asimismo, mediante ella podemos conocer también las malas influencias que otros hombres u otros pueblos han tenido a su vez.
La Historia es el estudio o la ciencia que estudia los hechos o fenómenos (de todo tipo y de toda duración) trascendentes de la vida de la humanidad, en todas sus conexiones, tanto sincrónicas (con hechos de la misma época), como diacrónicas (con sus antecedentes y causas, y con sus consecuencias).
Diacrónico significa de épocas diferentes: anteriores o posteriores.
Sincrónico significa que es de la misma época, simultáneo.
Fenómenos históricos según su duración:
De corta duración: acontecimientos. Son los que se producen en unas horas o días.
De media duración: coyunturales. Se desarrollan en pocos años.
De larga duración: estructurales. Se desarrollan en siglos.
La historia es la ciencia que estudia la interconexión sincrónica y diacrónica de los fenómenos importantes, proyectivos, de la vida de la humanidad que transcurre en el tiempo; los fenómenos, por tanto, que tienen la suficiente importancia para proyectarse en las épocas siguientes, en el futuro a través del presente; fenómenos de todo tipo -económico, social, político, cultural, artístico, religioso- y de toda duración -larga, media o corta-.
Son procesos, pero no hay inconveniente en llamarlos hechos pese al malentendido positivista. El problema del positivismo no es que potencie demasiado los hechos, sino que no quiere considerar todos los hechos, sino sólo los cuantificables, medibles y, sobre todo, compatibles con su creencia de lo que es científico; y descarta los que los pueden valorar y dar sentido, precisamente los más vitales.
Hay hechos trascendentes y hechos que se agotan en su puro pasar. Los primeros, por influir en el curso del acontecer humano ulterior y dar a éste una orientación, entran en la historia; los otros, como cerrados y estériles, quedan fuera de ella. Aquello a lo que compete ser histórico es actual en tanto que presente considerado de manera formal, no material; lo histórico se define únicamente por su permanencia. En este sentido, toda historia es historia contemporánea. Cada situación histórica presenta una interconexión sincrónica de elementos de todo tipo, pero además tiene -según el mismo autor- un doble contexto previo y posterior, una dirección proyectiva, además de una dimensión retrospectiva. Lo que hace ser histórico a un fenómeno es la virtualidad por la que trasciende. Historiar, por tanto, es conocer la virtualidad de los fenómenos. De ahí el carácter formalmente conectivo de todo conocimiento histórico. Establecer la conexión es el conocimiento histórico. Lo demás lo es sólo indirectamente, materialmente, si sólo es preparar los materiales. La forma del conocimiento histórico es la síntesis dinámica y conectiva de la continuidad de los fenómenos o procesos. Analizar objetos históricos aislados no es tarea histórica. Pero sí insertar en su contexto histórico ese análisis, que puede tomar del economista,
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