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Apuntes Teoria Economica


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2011  •  13.487 Palabras (54 Páginas)  •  1.089 Visitas

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UNIVERSIDAD CONTINENTE AMERICANO

Licenciatura en Derecho

PRIMER CUATRIMESTRE

Septiembre/2011

LIC. REBECA GONZÁLEZ MEJÍA.

RECTORA

C.P. JOSÉ ANTONIO ROSALES URBIOLA

COORDINADOR DE LICENCIATURAS

Dra. BERTHA ALCANTARA GARCÍA.

ADMINISTRADOR

A DIOS:

Por la bendición de la vida y haberme puesto en este camino.

A MIS PADRES: Por ser el ejemplo a seguir en mi vida. Y el gran amor que se profesan a diario.

A mi Esposa e Hijo:

Por otorgarme la felicidad más grandiosa de mi vida y de ser ellos el motor de mí esfuerzo cotidiano.

I N D I C E

CAPITULO I

HISTORIA DE LA ECONOMÍA

CAPITULO II

ORÍGENES DE LA ECONOMÍA

CAPITULO III

CONCEPTOS FUNDAMENTALES

CAPITULO IV

LOS SISTEMAS ECONÓMICOS

CAPITULO V

EL PROCESO ECONÓMICO

CAPITULO VI

LA DEMANDA

CAPITULO VII

LA OFERTA

CAPITULO VIII

LOS MERCADOS

CAPITULO IX

EL PRECIO

CAPITULO X

EL PUNTO DE EQUILIBRIO

CAPITULO XI

ANÁLISIS MACROECONÓMICO

CAPITULO XII

MENCIÓN DEL INGRESO O RENTA NACIONAL

CAPITULO XIII

EL MODELO KEYNESIANO

GUÍA DE APRENDIZAJE

CUESTIONARIOS

CAPITULO I

HISTORIA DE LA ECONOMIA

Sólo un mundo ideal, cuya posible existencia se hace cada vez más difusa y en la cual la naturaleza fue tan pródiga que el hombre no requirió realizar esfuerzo alguno para subsistir, pudo no conocerse el fenómeno económico. Acaso tampoco en los tipos de organización primitiva en que el medio proporcionaba más de lo que se necesitaba e hizo que no se captara el valor de las cosas. Pero pronto habría de crecer el número de consumidores y por tanto de necesidades, a la vez que la naturaleza se agotaba en su prodigalidad haciendo que los bienes naturales resultan insuficientes para cubrirlas y nació el fenómeno económico.

Cuando el hombre sintió frío se protegió de la intemperie introduciéndose en una cueva; arrancó frutos silvestres que para entonces había en abundancia o cazó animales a su alcance para saciar su hambre. Pero al paso del tiempo, el crecimiento natural de los pobladores, reflejó los primeros rasgos de lo que iba a ser una dramática competencia, y así, las inclemencias del clima hicieron que el hombre, al no encontrar refugio en cuevas ya ocupadas por competidores más fuertes, pensase en la construcción de las primeras chozas; los animales, por instinto, huyeron a zonas poco accesibles al habitual cazador y al no encontrar frutos que otras manos ya habían arrancado, le hizo meditar en la siembra y cuidado de algunas especies comestibles. En la historia del hombre se iba a gestar así el cambio de su actitud nómada por a vida sedentaria.

Por eso jamás tendrá fin la lucha de la humanidad para escapar de la necesidad. El hombre, por eso entre sus deseos insaciables y una naturaleza tacaña, dedica la mayor parte de sus horas de vigilia al drama económico en el que inevitablemente se ve envuelto.

El problema se presenta al hombre en forma de multitud de interrogantes que le acosan y que le instan a pensar, al tratar de disiparlas, acerca de qué tipo de actividad es a la que ha de dedicar su esfuerzo, bajo qué sistema habrá de organizarse para el cultivo de sus campos y si será o no conveniente dedicarse a producir sólo algunos objetos útiles para cambiarlos después por bienes producidos por otra tribu vecina; de ahí que la actividad del homo occonomicus encaminada a resolver tales interrogantes.

De aquí que, tomando en consideración que el medio proporciona satisfactores en forma escasa, el hombre debe proceder a una cuidadosa elección y decidir, entre otras, las siguientes cuestiones:

6 Escoger entre múltiples necesidades o fines; los que considere más importantes.

6 Escoger entre los varios usos a los cuales puede destinarse un bien; los que le resulten más útiles.

6 Elegir entre las maneras de alcanzar un fin determinado; las que crea más convenientes.

No obstante por la creciente especialización del hombre ha debido permanecer al margen de un gran número de sus conquistas cognoscitivas, producto del anhelo humano de progreso, no puede permanecer desligado del fenómeno económico, que en sus múltiples manifestaciones le persigue, le acosa, le intimida y le insta a superar su complejo mundo de necesidades.

Así el hombre ha visto, en fin, desfilar acontecimientos de gran trascendencia científica y ha

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