Autobiografia

Introducción:

Quien no se ha quejado de cómo ha sido su vida, de lo que no ha tenido, y lo que deseara tener, de que si el vecino tiene más que nosotros, o que si es un fracasado porque no lo tiene, quien no ha sido autocritico y autodestructivo o idolatra hacia el mismo, jactándose de grandezas, que al final de cuenta son solo cosas materiales o logros vanos.

Puedo decir que recorrer mi mente y conocerme desde mis inicios, como he sido moldeada y modificada es en parte, el porqué escribo estas líneas, tal vez es importante para encontrar el porqué de las diferentes etapas de mi existencia, la rebeldía, la cobardía, la locura desenfrenada y hasta mi terrible carácter, mis pocos logros apreciados y los grandes logros de los cuales he sentido un orgullo a veces sumiso y a veces altanero, desde mi nacimiento hasta mi desarrollo como un ser humano independiente con decisiones y conciencia propia.

Desde la infancia fui moldeada para seguir las reglas, ser sumisa y aceptar las críticas, que aunque su mayoría dichas de una forma que herían mis sentimientos, (o tal vez así lo sentí y lo siento aun), sin importar en ocasiones las decisiones o los gustos que yo tuviera.

Crecí en un mundo donde las decisiones individuales no eran exactamente la mejor idea, donde los pecados capitales eran efectuados por ciertos miembros de la familia, la cual no era completamente mía, por así decirlo una familia prestada, alquilada por el acto llamado matrimonio entre mi padre biológico y una mujer, que me acogió como suya a la edad de 4 años si no es que antes, la verdad yo no recuerdo y no quiero preguntar, pero en fin, esa cortina de humo de felicidad de mis padres era solo de la puerta de nuestro cuarto hacia afuera, dentro de él era un cincuenta cincuenta (bueno y malo).

El crecer y comenzar a darme cuenta de cómo era en realidad la vida, fue un tramo difícil, a veces muy amargo y a veces muy dulce, sobrellevar los cambios que sucedieron en mi entorno me llevaron a encontrar muchas situaciones en las que me sentí o muy encajonada o muy liberada, pero difícilmente balanceada, hasta cierto punto, o en cierta etapa diría yo.

Tuve que cometer muchos errores para comprender el dolor, encontré en mi camino muchos ángeles que me levantaron al momento de caer, y también demonios que me pisotearon a más no poder. Lleve sobre mis hombros la mayoría de las veces cadenas pesadas que fueron creadas por mi mente o por los recuerdos que tenia, me hundí me levante y viceversa.

Di y recibí, mucho o nada, gane y perdí en muchas ocasiones cosas tan valiosas que aun lamento, pero que se que me han hecho crecer, pero que podemos pedir seres humanos, si tan solo nos ahogamos en una pequeña gota de agua, como si esta fuera un mar, cuando a nuestro alrededor hay otros que sufren más, que padecen mas, que necesitan más…

Antecedentes Familiares:

Me llamo Tatiana Ileana Tamara Rodríguez Holub (demasiado largo para mi gusto, pero muy lindo para mis papas, almenos para mi papa porque así se llamaban dos de sus alumnas en la federación de esgrima), naci un 16 de septiembre de 1987, un día después de nuestra gloriosa independencia, nací en La ciudad de Antigua Guatemala, soy en la actualidad una mujer que mide 1.60 cm, según mi dpi, de cabello marrón oscuro, ojos marrones, tez morena clara, y bastante delgada, para muchas mujeres soy lo delgado que desean, aunque para mí no es así.

Viví temporalmente con mis padres biológicos, almenos por un año y medio creo, en la casa que pertenecía a mi abuela. Compartimos espacio con mis tres tías y un tío, todos menores que mi papa.

Sin hermanos de sangre ya que desafortunadamente solo quede yo, como un puntito dibujado en una gran hoja blanca.

Si quisiera describir a mi abuelo paterno, pues me quedo muy corta, tal vez demasiado ya que no lo conocí, esto gracias a mi abuela que no fue la más estable como pareja, o que se yo. Mi abuela una mujer sencilla con criterios algo extraños de cómo educar a sus hijos, trabajadora en el hospital nacional, madre soltera de 5 hijos, tres de una pareja y dos de otro, de carácter muy cambiante, pero muy manipulable, con deseos de grandeza pero viviendo en una realidad bastante decadente.

De mis abuelos maternos no se más que las historias que me contaron, mi abuela una mujer guatemalteca, y mi abuelo un hombre americano hijo de dos checos, de los cuales he visto únicamente fotos y escuchado un par de historias, pero hasta ahí queda la cosa porque tan breve fue la historia que ya ni la recuerdo.

Tres tías mujeres y un tío varón, cada uno con edades bien distintas, y preocupaciones independientes, la mayoría de ocasiones estuvieron cerca de mi pero no recuerdo mucho de esa etapa.

Cuando yo nací, fue complicado, mis papas eran solamente novios, y pues toco el vivir juntos, se casaron por el civil y mi madre paso a vivir en casa de mi abuela donde mi papa también residía, cosa complicada ya que mi madre era una mujer muy consentida, demasiado mimada y con costumbres americanas, porque así la criaron. Fue para ellos bastante complicado porque yo no era exactamente lo planeado, según yo sé, mi mama no era la típica mujer hacendosa, no gustaba mucho de los que aceres de la casa, y mi papa por su lado vivía mas viajando a la capital que estando conmigo.

Todo esto duro aproximadamente un año y medio, ya que no pudieron encajar uno con el otro, sintieron que no podían con una relación tan dispareja, y como si yo pudiera o tuviera opinión de la situación, no pensaron en mi bienestar y así de simple como se escucha se divorciaron.

Grafica de la constelación familiar:

1. Tatiana es la mayor de cuatro hermanas. Vivía con sus papás.

2. Tatiana es siete y once años mayor que sus hermanas. Sus padres se separaron cuando ella tenía trece años. Quedando bajo el cuidado de su padre.

3. Tatiana siempre recordará a su hermana menor. Aunque murió cuando ella tenía apenas seis años todavía siente tristeza.

Infancia:

Naci de una pareja de esposos casados únicamente por el matrimonio civil, con los cuales viví aproximadamente un año o año y medio según me dijo mi papa, pero por situaciones de la vida en la cual uno no tiene decisión propia mis padres se divorciaron, y no me preguntaron o almenos no pensaron que yo fuera a salir afectada.

Quede bajo la tutela de mi papa, quien almenos por un par de años se dedico a mí hasta donde pudo, dividiéndose entre el trabajo y yo (y sus conquistas, no sé cuantas pero sé que era un poco picaflor, muy malo se escuchara decirlo de mi parte pero esa es la cruda realidad), que era cuidada por una vecina de buen corazón, ya que en casa de mis queridas tías y abuela que era donde vivíamos, no había ni ganas ni tiempo para cuidar de mi.

Crecí almenos ese tiempo de acá para allá hasta que mi papa decidió casarse nuevamente cuando yo tenía cinco años, con alguien ajena a mí, la cual se transformo en mi madre, según recuerdo siempre le dije mamá porque estaba muy pequeña para saber la realidad de la situación.

En ese entorno familiar recuerdo ser completamente feliz, almenos hasta los seis años, porque mi madre tuvo la desgracia de perder a su primer hija biológica, mi hermana la cual aun recuerdo en su cajita blanca en ese entonces sin comprender con exactitud lo que estaba pasando, veía a mi mama llorar, a toda la familia reunida en casa de mi abuela que en ese entonces ahí vivíamos todo para mí en ese momento fue bastante confuso.

Después de unos meses mi mamá apareció con una pancita, mi segunda hermana, cuando ella llego a la casa llevándola en sus brazos, lejanamente recuerdo mi reacción, pero sí recuerdo que era bastante activa y era mi mejor juguete, cuando ella ya era más activa la sentaba entre todas las almohadas que tuviera a mi alcance y colocaba mi casete de las ardillitas (aun en ese entonces era casete, lo mejor que podía existir), le bailaba y le cantaba y lograba hacerla reír, aunque yo no tenía idea en lo mas mínimo de que tan cómoda se encontraba.

Normalmente mi papa regresaba a las ocho de la noche de su trabajo, no recuerdo mucho de cómo era la rutina en ese entonces ya que bloquee muchos de esos recuerdo, y sinceramente no sería muy fácil de recordar, pero así como era costumbre cenábamos juntos lo que fuera que mi mamá preparara.

Siempre comíamos juntos, guardando mucho el respeto a la hora de comer, no se platicaba en la mesa y no se jugaba con la comida, aunque yo era bastante melindrosa me alimentaba bastante bien. Iba al colegio todas las mañanas con mi uniforme azul y suéter verde, al regresar a casa mamá se encargaba de darme el almuerzo y de que hiciera las tareas, aproximadamente a las tres de la tarde quedaba libre para jugar con mis primos, en el patio de la casa el que era muy grande, con bastantes arboles y flores, mucha tierra que servía bien de masa para pastel.

Cazábamos lagartijas y les atábamos la cola con una cinta, y a la punta libre le colocábamos un ganchito y la lanzábamos hacia el árbol de los vecinos, y veíamos como quedaban boca abajo. Corríamos entre la milpa que mi abuelo sembraba en la parte final del patio, y jugábamos escondite, era tan fácil sentirse libre en ese pedacito de tierra, guardando silencio para que los demás no nos escucharan… era completamente inspirador, nos subíamos a los arboles y soñábamos con las mejores historias, aprovechábamos toda fruta que encontráramos, limas, limones, nísperos y frutillas. De las mascotas ni se diga, éramos una mini-granja, había muchos pollos, patos, perros, peces, una cabra, y una tortuga, de todos me pertenecían los patos, la tortuga y los peces.

Los fines de semana eran bastante concurridos en casa ya que llegaban todos mis tíos y primos hermanos de mi mamá desde luego, ya que por parte de mi papá ni hablar, hubo un momento en la descoordinada cabeza de mi abuela hizo una denuncia a los derechos del niño diciendo que mis papas me trataban mal, creyendo que con esto ella pasaría a ser mi tutora (o mejor dicho mi dueña para poder hacer conmigo lo que se le diera la gana, cosa que explicare más adelante).

No fui la mejor estudiante, no almenos desde que mi papá dejo de ser esa persona cariñosa y atenta que alguna vez fue, no me esmere mucho por salir abanderada pero no fui la peor, aunque en primaria me cambiaron un par de veces de colegio porque era muy rebelde.

Fui expulsada de uno por pelearme con un compañero de un grado más alto que el mío, y el castigo por ello fue bastante severo, una tunda bien puesta que ni el resueño me quedo, de colegio pase a escuela, de regaños y tundas leves pasaron a gritos y golpizas. Todo paso a se culpa mía la mayoría de veces, hasta algunos de mis primos se aprovechaban de mí, no podían lastimarse porque decían que era yo quien los hería y bueno ameritaba un correctivo, ya se imaginaran de que tipo…

Años más tarde nació mi segunda hermana, a quien lastimosamente desde el vientre materno le toco la parte más dura, el rechazo (por parte de mi papá), ya que él decía que no la quería porque no era su hija, y hacia sufrir a mi mamá, aun embarazada el tuvo la desfachatez de pegarle, de humillarla y con ella a nosotros, su carácter se volvió cada vez más agresivo, frente a la familia era una cosa pero en privado era otra, pase de ser una niña juguetona a parte importante de las mujeres de casa, limpiando, lavando, encargándome de mis hermanas, lastimosamente quisiera poder decir que estando las tres fue todo bonito, pero no fue así, que no diera yo por inventarme un cuento en este justo momento, y decir que éramos la familia perfecta, pero no es así, la infidelidad llego a tope, los problemas se triplicaron y mis hermanas y yo no tuvimos ni voz ni voto para decidir que era lo que queríamos, y sucedió nuevamente… el divorcio, yo tuve que seguir a mi papá, obviamente no podía quedarme con mis hermanas porque fue demasiado egoísta y decidió arrastrarme a su lado que dejarme con mis hermanas.

Adolescencia:

Uff empiezo con la parte más complicada, la que realmente no me gusta, la que no quisiera escribir, pero no quiero ser mentirosa, y quiero ver que tanto logre superar este retumbo.

En el año 2000 exactamente cuándo decían que el mundo se terminaría, mis papas se separaron y con maletas y lágrimas en los ojos me arrancaron de ese pedacito de mi mundo, de lo que según yo era mío.

Aun peor el decir que para desgracia de mi vida, no fue vivir el y yo solos, fue vivir con su actual pareja, la peor mujer que yo haya conocido, destruye hogares, corriente, sin profesión, y con un aspecto que si lo dijera como yo lo veo seria, demasiado grosero.

Bueno, el asunto es, yo en el inicio de la adolescencia, pasando por una separación familiar, viviendo con quien no quería, y siendo demasiado sumisa y dominada como para poder defender mi postura.

Comencé a estudiar los básicos en un instituto de la antigua, después de que mi papá me mandara a vivir con mi abuela y con mis tías, (a las que al fin se les hizo, el que yo fuera de su propiedad), tan condicionada de todo que lo que más me acuerdo de esa temporada son los gritos histéricos de mis tías y de mi abuela recordándome a cada segundo que si yo no estudiaba y sacaba malas notas me darían una gran tunda por ser una patoja irresponsable, adicional a eso que si no salía bien era malagradecida, porque mi papa me daba todo, aja si claro todo, eso era lo que pasaba por mi mente ya que compartía cuarto con mi tía, y en ocasiones los pies de la cama, junto a mi primo y mi abuela, ósea cero espacio propio, no digamos privacidad ni intimidad personal.

Esto fue así por un año, luego como que fuera el juguetito de mi familia, me hicieron regresar a vivir con mi papa y su mujer, cosa que se repitió por cinco años, en los que se volvió una batalla entre mi papa, mis tías y mi abuela, y por supuesto yo.

No había día que no hubieran regaños, en que no me recordaran lo egoísta y rebelde que era, que si era perezosa porque me quedaba dormida cinco minutos más, o porque era muy lenta en las tareas, no hubo año en que yo sacara mis notas aceptables, no tanto porque no quisiera, sino porque no lograba concentrarme y menos memorizar los apuntes, solo de recordar que a mi tía se le ocurría hacer cuestionarios de mis cuadernos con más de 500 preguntas así como respuestas y tenía yo que aprendérmelas de memoria, a la vista para muchos fácil o no tan complicado, a mis ojos frustración.

Tuve varios novios, a escondidas de mi familia, sintiendo felicidad pero con un temor terrible, de que me fueran a ver, pero por momentitos fui feliz a escondidas. Con personas ajenas a mí, bueno no me quejo, un par de muy buen corazón, otros aprovechados que querían sacar algo mas, aunque en eso no fui tan tonta, me gradué si a eso se le llama lo que tuve, deje tres clase y no salí con el grupo, ni en la foto ni en el acto, y así comenzó la nueva etapa…

Adultez:

Yo de 18 años, compartiendo una cama con dos personas más, recién graduada, con los únicos 800 quetzales que gane en mis prácticas por un par de turnos en eventos, los cuales sirvieron para sacar mis papeles, que los penales, que los policiacos, que la de pulmones y la de salud… Uff un fin de cosas que en mi vida creí que tendría que hacer, pero eso era ser adulta, empezar con responsabilidades ya que no podía pasar en la casa demasiado tiempo, porque había que comer.

Encontré mi primer trabajo en una boutique y fue un fracaso, a los 7 días me despidieron solo porque a la encargada se le ocurrió que si, y quedándome con las manos vacías y deseando desaparecer, porque era una cosa de todos los días, salir bajo el sol a buscar un empleo; ni modo que me quedara durmiendo todo el día me decían.

Empecé a trabajar, a tener ingresos que según yo serian para mi bolsa, pero no, no fue así, la colaboración en casa de mi abuela era, que todo lo que ganara pasaría a ser propiedad de los demás, porque se utilizaría en comida, en jabón para lavar ropa, entre otras cosas que se les ocurriera.

Aunque yo ayudara en casa, jamás se valoro mi aporte, siempre fui la problemática, porque no hacía caso, la que daba el mal ejemplo y la que era rebelde y egoísta. Mi papá por su lado felizmente solitario con su “señora”, disfrutaba de paz y tranquilidad, a menos que mis tías le llamaran para decirle que yo era muy mal portada. Cosa a la que el respondía que me tenían que corregir de cualquier forma así fuera a golpes, que obviamente así sucedió.

Pase en esa situación hasta el año 2006, cuando de tanto soportar y pasar demasiados malos ratos y muy pocos coloridos, tome la difícil decisión de irme de casa, a vivir junto con una compañera de trabajo, una mujer ya señora, cristiana, con un enorme corazón, que me dio la oportunidad de vivir en su casa, porque yo estaba al límite, y tal vez ella pensó que si me iba a otro lado sería peor para mí.

Tuve muchos problemas con mi familia, no hablaba con nadie, no quería ver a nadie, porque no quería que me tacharan y me discriminaran por haberme ido de casa, pase trabajando arduamente un año completo, en diferentes lugares, porque creo que en ese entonces no era una persona muy estable emocionalmente, no salía, no sabía que eran discotecas, ni sabía que era andar bebiendo, pero después de ser completamente criticada hasta el cansancio por mi familia, creo que me fui por el lado fácil, y ahí en ese punto comenzó otra etapa desastrosa.

Salía mucho a bailar y a tomar, hacia lo que quería, como quería y con quien quería, sin importarme mi integridad y mi valor personal, yo era lo que todos los que hablaban mal de mi habían dicho tiempo atrás.

Regrese a vivir con la segunda esposa de mi papá, ella aclaro REALMENTE ES MAS QUE MI MADRE, con quien me acople bastante bien, aunque ya tenía otra pareja, de quien no puedo decir más, que es una excelente persona.

Pase en muchas cosas varios años, parrandas, salidas, trabajo, locuras y negligencias, sin siquiera importarme el después, solo hacia lo que mis impulsos querían… y entonces sucedió; tuve la locura de decidir casarme con alguien que apenas llevaba tiempo de conocer, igual que poco tiempo de ser novios, se dieron las cosas, vivimos 6 meses juntos, y puf… así como empezó así termino MAL.

Creo que era cosa de mis emociones las que me llevaron a una segunda relación, con una persona que según yo creí, seria especial, pero las cortinas de humo se las lleva el viento. Pasamos cuatro, casi cinco años juntos, hice cosas que jamás debí haber hecho, por una persona de poca cosa, por alguien que solo fingió que me amaba, y así de fácil me engaño con otra, sacrifique lo más sagrado que para una mujer puede existir, y solo fui tachada por ese infeliz como la que tenía la culpa de todo, la que era sucia y desordenada según su mamá, la que no le llegaba a los talones, ya poquita cosa con la que se junto, y en fin, muchas pero muchas cosas más, que llegaron a su tope.

Reaccione, llore, grite, me retorcí entre mis adentros viendo en mis ojos los crímenes atroces que cometí, me rendí, y decidí… MORIR.

Entre toda esa basura y mi reacción al darme cuenta de mis errores no soporte mas, y trate de suicidarme, y casi lo logro, pero por temor, volví a caer y ese hombre quien tanto deje que me retorciera mentalmente, me auxilio, me llevo al hospital y sobreviví.

Pero me canse, reaccione y lo mande a volar, comencé de nuevo a mi vida descontrolada, a las salidas nocturnas, a la bebida y al libertinaje, volví a perder el respeto en mi…

Presente:

Sucedió hace dos años el que nos volviéramos a comunicar, siempre por las redes sociales, que obviamente son una ventana a mucho. Platicábamos y nos llevábamos bien, le contaba de mis cosas y el de las suyas, y de repente surgió una propuesta, compartamos departamento, tu trabajas y pagas la mitad, y yo la otra mitad, pero… me negué, resistiéndome a dejar a un mal compañero.

Llevo un año y casi un mes de estar viviendo con mi actual pareja, mi amigo, mi amor, alguien con quien yo trabaje hace más de seis años, alguien con quien yo jamás me imagine que estaría en este momento, y quien en ese tiempo fue solo una aventura mas, es una persona que ha sido luz en mi vida, y ha llenado de alegría mi corazón, que ha soportado inmensamente mi terrible mal humor con todo (creo que es porque aun no cambié lo malo). Ha sido una persona que me ha motivado a pensar en mí como un ser humano capaz de lograr cualquier cosa que me proponga, cualquier meta, cualquier sueño.

Con el he compartido muchas cosas, los video juegos por ejemplo, lo que es un eslabón que une esta cadena de buenos momentos, la música que también compartimos, incluso aprendimos a patinar, dolorosamente porque un par de inexpertos adultos jugando a adolecentes.

Soy aceptada en su familia sin discriminación, y es maravilloso y a la vez bastante extraño, ya que es algo bien radical, a como viví la mayor parte de mi vida, todos son muy atentos, todos me expresan su cariño, y su aceptación como alguien más de su familia, todos piensan en mi.

Comparto con el muchas cosas, aunque por el momento mi tiempo se ha hecho bastante corto, estoy trabajando, como consultora de belleza en una buena empresa, tengo la casa de mis sueños, y al hombre que tanto soñé, me tiene como una princesa porque cuida de mí en todo aspecto. Es un dulce de aquellos que uno no quiere comerse por no querer terminárselo, es alguien de quien si lo siento bien, si me enamore, y me enamoro cada día más.

Vivo muy lejos de mi casa, de mi familia, y los extraño pero no a los extremos, deje las fiestas y los amigos que tenia ahí, aunque me costó desprenderme de esa parte porque yo me resistía y no creía en lo que podía ser. No soy aun la persona que quiero ser, y gracias a él que ha sido mi luz, que ha sido quien me motiva a ser mejor, logre algo importante: ESTOY ESTUDIANDO.

Me negué por bastante tiempo diciendo y excusándome en que yo no podía, en que no tenía tiempo o dinero, pero hoy lo estoy haciendo. Sé que es bastante pronto pero es bastante posible que lo logre, porque veo que si puedo, y tengo a alguien a mi lado que tiene fe en mí, y eso me motiva a seguir, y a luchar, aunque me cuesta mucho cambiar mi carácter, pero voy de a poco.

Mi mayor deseo en este momento es superarme, y lograr terminar la carrera, seguir con mi mayor tesoro, mi amor y compañero, espero en realidad que estos dos anhelos lleguen a cumplirse y que sean algo que quede conmigo por muchísimo tiempo, no pido ni quiero mucho, solo quiero vivir en paz, conmigo misma, aunque en este momento eso se me haga difícil porque aun no saco mi parte negativa, pero sé que si sigo proponiéndome ser una mejor persona para mí misma, lograre que mi entorno cambie y se modifique según lo que yo mas deseo.

Conclusiones:

Comprendí nuevamente que en mi familia no existe unión, solo existen beneficios propios, haciendo lo necesario por llenar los beneficios propios de cada ser quien, sin importar si a su alrededor los demás miembros familiares se encuentran conformes con la situación.

El realizar este trabajo para mí no fue la cosa más fácil, ya que en lo personal no me es agradable volver a retomar mi infancia, tal vez en algunos aspectos no fue tan mala, pero en su mayoría para mí fue bastante complicada, ya que se presento mucha negatividad en la relación familiar, entre padres-hijos, y demás familiares, demostrando la poca colectividad entre todos.

También aprendí que el estar lejos de todos, ha sido más beneficioso para mejorar mi forma de pensar, aunque en muchos momentos aun sigo sacando la negatividad que existe en mi cabeza afectando a mi actual pareja, pero considero que en un punto clave él ha sido quien mantiene lo mejor de mí a flote.

Sin importar lo que a nuestro alrededor suceda, debemos recordar que somos seres independientes, aptos para realizar las tareas más laboriosas o las más sencillas, sin importar la negativa del resto de las personas que están a nuestro alrededor, siendo familia o amigos, ya que de nosotros mismos depende la calidad de vida que tengamos, esto realmente aplicado a la edad adulta, porque siendo infantes no es fácil realizar este tipo de cambios, ya que somos manejados por un régimen estricto guiado por nuestros padres, los cuales en ocasiones son inexpertos manejadores de futuro, que toman decisiones por cuenta propia sin analizar el impacto que generara en nosotros, debemos superar esta etapa vivida para no afectar a nuestros hijos al momento de ser padres.

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