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Aztecas


Enviado por   •  7 de Mayo de 2013  •  Informes  •  1.430 Palabras (6 Páginas)  •  378 Visitas

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Los Aztecas.-

Hacia finales del siglo XIII, los Aztecas fueron la última tribu del norte árido en arribar a Mesoamérica. Era un pueblo pobre y atrasado y fueron mal recibidos por los habitantes de los señoríos de origen tolteca ya establecidos en el Valle de México; vagaron durante años, sin poder establecerse ni en las peores tierras del Valle, hasta que en 1325, según cuenta la leyenda, encontraron en unos islotes abandonados la señal de que ahí deberían fundar su ciudad. Ya asentados, los aztecas estuvieron por varias décadas bajo el dominio del poderoso señorío de Azcapotzalco, al que servían como soldados a sueldo.

Hacia 1430, los aztecas habían asimilado la cultura de los pueblos avanzados del Valle y se habían convertido en un eficiente poder militar; atacaron y derrotaron a Azcapotzalco y se transformaron en uno de los más fuertes señoríos de la región.

Iniciaron así una sorprendente hazaña guerrera, que, en sólo 70 años, los haría dueños del más grande imperio que había existido en Mesoamérica

La organización del Imperio Azteca:

Las conquistas de los aztecas fueron resultados de su organización militar y del valor de sus soldados. Siguiendo el ejemplo de los toltecas, formaron hermandades de guerreros profesionales, pero además cada hombre en edad de combatir tenían entrenamiento y obligaciones militares.

El poder de los aztecas se debía también a la habilidad de sus gobernantes, quienes obtenían alianzas con otros pueblos, y las aprovechaban, así como las divisiones existentes entre sus adversarios, y convencían a muchos señoríos de la conveniencia de ser vasallos de Tenochtitlan antes que enfrentarse a los riesgos terribles de una guerra.

Algunas regiones del imperio azteca eran gobernados directamente por funcionarios nombrados en Tenochtitlan.

En otros señoríos, que habían aceptado pagar tributo a los aztecas, la administración estaba a cargo de la nobleza local, la cual debía rendir cuentas ante los gobernantes de la capital imperial.

La Sociedad Azteca:

Las diferencias de categoría social eran muy acentuadas entre los aztecas, la cúspide de la sociedad era ocupada por los pipiltin, miembros de una nobleza hereditaria y que desempeñaban los puestos más altos del gobierno, el ejército y el sacerdocio.

Los nobles escogían dentro de su propio grupo a un jefe supremo a quien llamaban tlatoani, palabra que en lengua náhuatl significa "el que habla". Este jefe era tratado con reverencia y gobernaba hasta su muerte, pero, a diferencia de los reyes europeos, su poder no era absoluto porque debía rendir cuentas de sus actos ante quienes lo habían elegido.

Otras personas que disfrutaban de privilegios eran los comerciantes de largas distancias, quienes servían al gobierno como embajadores y espías.

También eran muy respetados los artesanos notables, los médicos y los maestros verdaderamente sabios.

Al mercado de Tlatelolco acudían miles de personas para comprar y vender artículos producidos en toda Mesoamérica.

El grupo social más numeroso era el de los macehualtin, dedicados a la agricultura y a los oficios comunes. Trabajaban la tierra en unidades familiares y se quedaban con el producto obtenido, pero la tierra misma era propiedad colectiva de los habitantes del barrio o calpulli.

En la parte inferior de la sociedad se encontraba un tipo de campesinos que, como los siervos de Europa, estaba ligado a las tierras de la nobleza y tenía la obligación de cultivarlas a cambio de una parte de la cosecha.

En una posición aún más baja estaban los esclavos, los cuales eran poco numerosos y caían en esa condición como cautivos de guerra, por deudas o por haber cometido delitos.

La Religión Azteca:

Los aztecas tenían numerosas deidades, quienes representaban a los fenómenos de la naturaleza y de la existencia humana.

Creían que el equilibrio del mundo natural, los procesos que hacen posible la vida como la lluvia o la energía del Sol, y el destino de las gentes, dependían de la voluntad de esas deidades.

Algunas de ellas eran figuras bienhechoras, otras tenían características aterradoras. Pensaban los aztecas que se debía reconocer el poder de los dioses y demostrarles gratitud para evitar las catástrofes que su ira o su indiferencia podían acarrear a los hombres. Por esa razón había tantos ritos religiosos y se construyeron monumentales centro ceremoniales.

La existencia de los dioses y su buena voluntad se conservaban con la ofrenda de lo más valioso que tienen los hombres: la vida. Ese es el origen de los sacrificios humanos, y del ritual de soportar

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