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Batalla De Boyacá, Carabobo Y Ayacucho


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2014  •  1.521 Palabras (7 Páginas)  •  504 Visitas

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Introducción

Simón Bolívar, El Libertador, prócer que dedico su vida para romper las cadenas de una buena parte de la América del Sur, tuvo una actuación bélica bastante amplia.

Vivió con el principio de que la libertad es un valor, que es mejor morir en libertad que vivir en esclavitud. Soñó con la democracia como expresión para la organización política y que esta debe hallar el equilibrio entre las exigencias de la libertad, estabilidad y la eficacia o se producirá la anarquía.

Pocos hombres podrían vanagloriarse de haber recorrido tan largas sendas en aras de la libertad.

Durante la guerra de Independencia de Venezuela, se libraron muchas batallas, a continuación hablaremos de tres de las que se pudieron discernir.

Batalla de Boyacá

Bolívar por medio de un movimiento estratégico engañó al general Barreiro y entró en Tunja, el 5 de Agosto. Se apoderó de las provisiones que los enemigos tenían almacenadas en esta ciudad, creció la confianza del ejército con el respaldo del pueblo. Los realistas, que así veían cortadas sus comunicaciones con Bogotá, emprendieron de inmediato la retirada hacia la capital. El Libertador corrió para interceptarlos en el Puente de Boyacá, dos leguas al sur de Tunja. A las dos de la tarde del día 7 de Agosto, la vanguardia realista llegó al Puente, y casi al mismo tiempo la caballería patriota, que el enemigo pensó ser un grupo de observación, y no una avanzada de todo el ejército patriota.

La vanguardia realista acometió a todos los jinetes, pero, vigorosamente contraatacada, retrocedió, cruzó el puente en dirección a Bogotá, de esta manera el ejército de los realistas se enfrentó a la furia de Francisco de Paula Santander, jefe de la izquierda que se opuso la fuerza y el mando.

A las órdenes de Anzoátegui, el centro independentista, despreciando el nutrido fuego de los enemigos, se lanza al asalto. Los patriotas en cuyo fuego ponían todas sus esperanzas. Un escuadrón enemigo huye sin abatirse, mientras otro cuerpo realista, con lanza calada, se pone a la defensiva; pero los llaneros caen sobre ellos y los destrozan.

La infantería realista, hundida por Anzoátegui, intenta rehacerse sobre otra colina; inmediatamente atacada, es cercada, rinde las armas y se entrega a discreción.

Batalla de Carabobo

Verificada la unión con Páez, que traía a las fuerzas de Apure, y recibidos los contingentes de Urdaneta (1), que desde Maracaibo se había adelantado a ocupar las provincias de Coro y Barquisimeto, Bolívar organizó su ejército en tres divisiones: La 1º al mando del General Páez, la 2º al mando de Manuel Cedeño y, la 3º al mando de Ambrosio Plaza.

El ejército realista, que contaba con 5700 combatientes y dos piezas de artillería, ocupaba la entrada de las llanuras de Carabobo, el camino del Pao y el desfiladero de Buenavista, por donde pasaba el camino de San Carlos, vía por la cual avanzaban los patriotas.

Después de examinar la posición de los enemigos, el Libertador se dio cuenta de que era imposible atacarlos por el frente y forzar el paso; por lo tanto dispuso que la primera división, al mando del General Páez, diera una gran vuelta y entrara por la llanura, siguiendo una vereda que señaló un práctico de Tinaquillo. Esta maniobra fue ejecutada por el gran jefe llanero con bastante celeridad, en la mañana del 24 de Junio de 1821.

La Torre, al reparar en este movimiento, corrió con el batallón Burgos para impedir a Páez la subida de las ondulaciones de la quebrada de Carabobo. El batallón Apure, después de su valerosa resistencia, iba a sucumbir, cuando la Legión Británica llega a su auxilio con banderas desplegadas; a pesar del nutrido fuego, no se detuvo hasta formarse en un cuadro delante de los enemigos que le disparaban sin cesar.

Farriar, su intrépido coronel, se desmonta del caballo, y manda a sus soldados a que hinquen rodillas en tierra. Impasible, la Legión abre fuego contra sus enemigos y resiste a sus repetidas y fuertes acometidas. Las filas de la Legión son diezmadas y Farriar rinde la vida gritando su postrera orden: ¡Firmes! tras él caen también Devis y Scott, que le han sucedido en el mando.

Los británicos habían perdido ya 17 oficiales y la mitad de sus efectivos, cuando Páez, con la compañía de los Tiradores y los Bravos de Apure reorganizados, entra en la refriega. Los tres grupos cargan a la bayoneta y los realistas son rechazados.

Los patriotas penetran entonces en la llanura, donde el combate se reanuda. La caballería realista entra entonces en acción atacando a la izquierda de Páez. Unos 100 jinetes que habían entrado en la sabana por la vía seguida por Páez, organizados por este General, y el mando directo de Vázquez, se enfrentan a la caballería realista de Morales, que huye precipitadamente

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