Biografía de Morelos

INTRODUCCIÓN

La primera biografía de Morelos la dictó él mismo, cuando hubo de responder largos cuestionarios en los procesos que le formaron a su captura. Después, dos historiadores de su tiempo, Carlos María de Bustamante y Lucas Alamán, comenzaron su labor de reconstruir la vida de Morelos. El primero más en tono de alabanza; el segundo con afán crítico.

Los años de Morelos preinsurgente fueron cuarenta y cinco, frente a sólo cinco de su vida revolucionaria.

Morelos, como la mayoría de los hombres de las grandes causas, surgió de los humildes, allí donde el dolor y la miseria dan fortaleza a los espíritus altivos, donde se aprende a conocer que la escasez es la causa fundamental de los deseos de la liberación humana, y también donde se aprecia con descarnada realidad el desequilibrio económico que es la causa generadora de los movimientos sociales de todos los pueblos de la tierra.

Su niñez y juventud siguieron la ruta marcada por su cuna, es decir, continuo viviendo con los suyos.

Conoció el dolor de los humildes, luchó por la independencia, por la constitución, por la libertad y las garantías individuales; conoció poco de odios, de envidias y de rivalidades entre su misma gente.

También conoció la miseria y las condiciones sociales angustiosas en que se debatía la población humilde del país, y la esclavitud de que eran objeto el indio y el mestizo y seguramente desde entonces empezó a gestarse en su ánimo un deseo de libertad incontenible y un sentimiento de repulsión hacia el estado de cosas imperante, ya que su alma independiente no podía concebir que el cuerpo y el espíritu humano se oprimieran.

MORELOS

En Valladolid de Michoacán, hoy Morelia, Nació José María Morelos y Pavón el 30 de septiembre de 1765. El padre de Morelos, llamado Manuel ejercía el oficio de carpintero, y su madre Juana María Guadalupe Pérez Pavón, hija de un maestro de primeras letras, había nacido en Querétaro. José María aprendió a leer y escribir en la escuela de su abuelo José Antonio.

Su madre se disgusto con su padre y éste se marcho del hogar por años. La economía familiar se redujo hasta la pobreza y Morelos a pesar de la inclinación que manifestaba por el estudio, a los catorce años tuvo que dejar la cuidad y trabajar.

A través del trabajo fue asimilando el espíritu del buen comerciante: la prudencia calculadora, el trato con la gente, la atención prevenida, la constante disponibilidad, la versatilidad para adaptarse a mil diferentes situaciones y, desde luego, el desarrollo de la capacidad de comunicación y el dominio del lenguaje popular. Pero José María no desistía de la ilusión de estudiar, los libros le seguían atrayendo y en sus ratos libres se ponía a estudiar gramática.

En 1789 Morelos se inscribió en el colegio de San Nicolás de Valladolid donde estudio latín durante dos años, tiempo después se cambio de colegio para estudiar filosofía y finalmente tuvo acceso a la teología moral,

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