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Capital En Venezuela

francisblm5 de Abril de 2015

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La penetración del capital internacional en Venezuela:

A partir del inicio de la explotación petrolera se abre un nuevo período de la historia venezolana, durante el cual se opera todo un conjunto de transformaciones significativas en los distintos aspectos de la vida social que han permitido superar el estancamiento característico de la Venezuela agropecuaria y conformar la compleja realidad económica, social, y política de lo que es el país.

El motor fundamental de ese conjunto de cambios es un factor externo: la penetración creciente de nuestro país, por empresas extranjeras, primero la importación de hidrocarburos, luego en la mineral de hierro y, sucesivamente, en la industria, la agricultura, el comercio, los transporte, etc., hasta llegar a abarcar todos los sectores de la economía nacional, desde la cual se han expandido todos sus efectos a todas las demás esferas de la vida social, a lo político, a lo ideológico, a lo cultural. De allí la importancia que tiene para la historia de nuestro país una comprensión cabal del fenómeno de la inversión extranjera.

El fenómeno de la inversión extranjera, Causas, Tipos de inversión:

Se entiende por inversión, en general, la utilización del capital para obtener un beneficio económico, y por inversiones extranjeras, aquellas en las que el inversionista es un particular o institución, pública o privada, residente en un país diferente de aquel donde se realiza la operación. Dichas inversiones pueden ser directas o indirectas. Las inversiones extranjeras indirectas son aquellas en las que el inversionista no tiene relación expresa con el destino que se vaya a dar a la inversión; su finalidad es la de obtener una ganancia en forma de intereses o dividendos sin que tenga nada que ver con la forma como el prestatario utilizará el capital invertido.

En cambio, las inversiones extranjeras directas son aquellas en las que el inversionista traslada su capital a otro país para instalar allí empresas que van a ser operadas por él mismo. Su interés es el de obtener directamente un beneficio en forma de ganancia a través de las actividades realizadas por su empresa en el país donde ésta se establezca.

Durante el período agropecuario predominaron en Venezuela las inversiones extranjeras indirectas en forma de préstamos al gobierno y a algunos particulares. Ya hemos visto cómo el enorme incremento de la producción que generó la Revolución Industrial capitalista exigió incorporar nuestros países como productores de materias primas y alimentos y como mercados para colocar la creciente producción industrial. No fue necesario que dichos países extranjeros realizaran inversiones directas, porque el aparato productivo nacional era capaz de garantizar 1a producción de esos alimentos y materias primas necesarias para los países avanzados. En efecto, el café, el cacao, la carne, los minerales y otros productos del género siguieron produciéndose en Venezuela y la América Latina productiva tradicional que exigía poco capital y utilizaba una tecnología atrasada, pero suficiente para contribuir a abastecer el mercado mundial de la época.

Mientras se cumplía y desarrollaba ese tipo de comercio entre nuestros países y los centros del capitalismo avanzado, se iban operando importantes transformaciones dentro de la organización y operación del capitalismo mundial. La más importante de todas fue la creciente concentración del capital en grandes empresas que absorbieron o desplazaron a las más pequeñas dando lugar a una nueva fase del capitalismo que se conoce con el nombre de capitalismo monopolista o imperialismo.

Son esas empresas gigantes que comienzan a formarse en Europa y Estados Unidos a partir de 1880, las que van a realizar la penetración capitalista directa de nuestros países. Por eso conviene conocer, aun cuando sea someramente, las principales razones que las llevan a realizar su expansión mundial.

La gran concentración de poder de estas empresas les permitió realizar importantes avances tecnológicos, y aumentaron considerablemente su capacidad productiva. De allí su necesidad depenetrar en otros países, es decir, de hacerse empresas internacionales y luchar con sus competidores por una gran parte cada vez mayor del mercado mundial. El desarrollo de las empresas extranjeras en nuestros países generaba sueldos y salarios para los trabajadores e impuestos y regalías que cobraban los gobiernos, lo que incrementaba nuestra capacidad de compra, es decir, aumentaba nuestro increado para los productos industriales creados por las grandes empresas monopolistas.

Para mantener y desarrollar sus posiciones dentro del mercado mundial, dichas empresasdebíancontrolar directamente las fuentes mundiales de materias primas que requerían para sus actividades, impidiendo así que cayeran en manos de sus competidores. Es por ello que a través de diversas formas legales o ilegales, los grandes consorcios monopolistas logran, después de años de luchas y enfrentamientos, repartirse las reservas naturales conocidas del mundo.

Por último, la moderna tecnología desarrollada por las nuevas empresas gigantes exigía que fueran ellas mismas las que explotaran directamente dichas fuentes mundiales de materias primas, es decir, que se inicia el dominio de las inversiones directas de capital

Todas estas razones nos explican por qué a través de distintas vías, no siempre muy limpias, pero siempre eficientes, dichas empresas llegan a penetrar y dominar la producción de nitrato en Chile y de azúcar en Cuba, (anteriormente explotadas por empresas nacionales), de bananas en Centro América, de petróleo en México y Venezuela, así como de los más diversos productos en América Latina y el resto del mundo subdesarrollado. Se inicia así una nueva forma de’ explotación de nuestros países por parte del capital internacional, en la cual los Estados Unidos llegaron a sobrepasar el poderío inglés y a convertirse en potencia dominante del sistema capitalista mundial.

La importancia del petróleo para el imperialismo:

Hasta el inicio de la Revolución industrial capitalista, en el siglo XVIII, la humanidad había utilizado la madera como combustible fundamental y la fuerza muscular del hombre y de algunos animales como formas básicas de energía. Uno de los aspectos fundamentales de dicha revolución fue el desplazamiento de la madera por el carbón mineral que hizo posible la operación de las máquinas de vapor y de toda una serie de avances tecnológicos de gran importancia.

Más tarde, el descubrimiento del motor de combustión interna permitió el desarrollo inusitado de la industria automovilística, de la navegación aérea y marítima y de la mecanización creciente de las actividades productivas. Estos progresos significaron el desplazamiento del carbón por los hidrocarburos como fuente fundamental de energía del mundo contemporáneo.

La primera guerra mundial sirvió para cimentar el prestigio de los hidrocarburos y garantizar su futuro como combustible y fuente de energía. En efecto, dicha guerra fue ganada por las naciones aliadas “sobre un chorro de petróleo”, lo que garantizó desde entonces su uso creciente en la industria bélica. De allí, la profecía del comisionado francés de petróleo durante dicha guerra, Henry Berenger:

Para 1920 todavía el carbón mineral abastecía el 80% del consumo mundial de energía y el petróleo el 14%. A partir de entonces el negocio petrolero se desarrolla con una velocidad no conocida por ninguna otra industria, hasta hacer de los consorcios petroleros los más poderosos del mundo capitalista, en virtud de ser la actividad más importante y más lucrativa de la economía mundial contemporánea. Son, precisamente, esos grandes superpodereseconómicos mundiales los que van a dirigir la penetración del capital extranjero en Venezuela, donde ejercerán su dominio indiscutible en todos los órdenes de la vida del país durante más de cincuenta años.

La penetración del capital extranjero en el caso venezolano:

La penetración de un país por otro no es nunca un hecho unilateral, hay que tomar en cuenta también la reacción que presenta el país penetrado a la acción invasora. Una larga lista de documentos, nacionales y extranjeros, permiten comprobar cómo las clases dominantes de Venezuela, y los gobiernos que las han servicio, fueron entregando de manera venal e irresponsable, nuestros recursos naturales a los grandes monopolios.

La historia moderna comienza en 1883 con la firma entre el gobierno de Guzmán Blanco y el norteamericano Horacio Hamilton de un contrato de concesión.

En contrapartida el señor Hamilton se comprometía a pagar Bs. 2 por cada tonelada de asfalto y un promedio de Bs. 3 por cada tonelada de maderas, además de canalizar “uno o más de los ríos del Estado Bermúdez”.

Este convenio fue ratificado por el Congreso en 1885, año en el cual Hamilton traspasó la concesión a la New York and Bermúdez Company, empresa que inició en nuestro país la tradición de intrigas e intervenciones en la vida política venezolana que mantienen desde entonces los grandes consorcios norteamericanos con el apoyo abierto o solapado de su gobierno. Compras de jueces y otros funcionarios públicos para favorecer sus intereses, amenazas abiertas o veladas a los gobiernos, y hasta el financiamiento del General Malos contra Cipriano Castro (1901) forman parte del expediente de arbitrariedades

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