Caída del absolutismo europeo

Caída del absolutismo europeo

El absolutismo fue una forma de gobierno y régimen político típicos del Antiguo Régimen, cuya ideología se basaba en que el poder político del gobernante, que era el Rey, no iba a estar sujeto a ninguna limitación. Esto quiere decir que el poder del soberano era considerado único, indivisible, inalienable, incontrolable y pleno, Básicamente contaba con un poder absoluto (Anónimo, 2017).

El absolutismo europeo es conocido como una etapa politica, que se distinguió por ser opresivo y autoritario. El estado absolutista estaba amparado por leyes divinas que justificaban su existencia.

El absolutismo inicio en Europa en el siglo XV como una forma de gobierno en la cual el monarca era considerado como la autoridad máxima. Después de las guerras religiosas y las consecuencias que estas causaron en Europa, se creó una forma de gobierno que se basaba en la autoridad única y absoluta.

En el absolutismo europeo, el monarca era quien creaba las leyes de acuerdo a sus intereses, que solían confundirse con los del Estado. Es en esta época donde nace la famosa frase de Luis XIV “El Estado soy yo” (L`Ètat, C`est moi).

Lo que permitió que se hiciera posible este proceso fue el resurgimiento de la economía monetaria, el desarrollo comercial y el fortalecimiento de la burguesía, que decidió apoyar a los monarcas en su lucha contra los señores feudales. Este apoyo se vio reflejado en el pago de impuestos, que les permitió a los soberanos contar con ingresos estables, y esto les dio la oportunidad de financiar un cuerpo de funcionarios permanentes y también un ejército. Como resultado los reyes se encontraban en una posición de fuerza que les permitía imponer su jurisdicción en los territorios de sus reinos (Manuel, 2010).

El absolutismo tomo lugar en varios países pertenecientes a Europa, entre esos los más conocidos: Francia, Rusia, España, Suecia, Inglaterra, Portugal y Austria.

     El absolutismo comenzó a decaer cuando su orden basado en la arbitrariedad política, la intolerancia religiosa, el mantenimiento de privilegios sociales y las restricciones económicas se convirtió en algo intolerable e inaceptable para gran parte de la población, especialmente para los campesinos y burgueses.

Todo esto sucedía al mismo tiempo que las ideas de la Ilustración se difundían, estas ideas motivaban a la instauración de un orden social y político inspirado en la razón, basándose en la igualdad de las personas, la libertad de culto y de comercio y la limitación del poder de los gobernantes, en este momento los reyes comienzan a perder su prestigio que tenían desde hace años. Eventualmente se comenzaron a crear levantamientos populares que derivaron en las ahora conocidas revoluciones burguesas o revoluciones liberales, las cuales fueron una serie exitosa de movimientos políticos de grandes dimensiones, principalmente cuestionando el régimen absolutista, estos levantamientos eran liderados por la burguesía, que deseaba romper con las trabas del comercio que obstaculizaban su progreso y también asegurar el respeto por ciertos derechos individuales (Insua, 2013).

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