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Celtas.


Enviado por   •  29 de Octubre de 2013  •  Trabajos  •  4.018 Palabras (17 Páginas)  •  334 Visitas

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ÍNDICE

A) RÚBRICA 1

B) PORTADA 2

C) INDICE 3

D) INTRODUCCIÓN 4

E) DESARROLLO

I.- TEORÍA DE LOS HECHOS HISTÓRICOS. 5

II.- CONFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD HUMANA. 6

III.- ORÍGEN DE ASENTAMIENTOS HUMANOS. 7

IV.- EXPRESIÓN ARTÍSTICA COMO REFLEJO DEL ALMA. 8

V.- MODOS DE PRODUCCIÓN. 9

VI.- LA CREACIÓN DEL HÁBITAT A TRAVÉS DE LOS RECURSOS

NATURALES. 10

VII.- ARQUITECTURA COMO CREACIÓN DE LOS DESEOS E IDEALES

E IDEALES HUMANOS 11

F) CONCLUSIONES 12

G) BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

Los celtas son un pueblo que se extiende por todo el interior de Europa y gran parte del Occidente, dejando sentir su influencia fuera de sus territorios ocupados, e interfiriéndose con la expansión del mundo clásico. Los celtas forman uno de los grandes grupos étnicos de que hablan las fuentes antiguas, al situarlos en el occidente europeo ya en el Siglo VI a. C., época en que, según Hecateo de Mileto, la colonia focense de Massalia era vecina de la Céltica y en que, según el Periplo de Avieno, los c. habían empujado a los ligures hasta los Alpes. Según Heródoto, los celtas habitaban en la región de las fuentes del Danubio, ocupando las regiones atlánticas hasta las columnas de Hércules. En su expansión, Éforo, en la segunda mitad del Siglo IV a. C., les atribuye todo el noroeste del mundo conocido.

TEORÍA DE LOS HECHOS HISTÓRICOS.

Celtas, es el término utilizado por lingüistas e historiadores para describir, en un sentido amplio, al pueblo o conjunto de pueblos de la Edad de Hierro que hablaban lenguas celtas, una de las ramas de las lenguas indoeuropeas. No se ha logrado discernir etnias propiamente celtas entre los primeros grupos de indoeuropeos que penetraron en la Europa central. Según el punto de vista tradicional, sólo hasta el siglo V a. C. con el surgimiento de la cultura de La Tène es razonablemente seguro identificar a los portadores de esa cultura como hablantes de lenguas celtas. Desde un punto de vista igualmente tradicional, los primeros pobladores indoeuropeos podrían haber sido los portadores de la cultura de los campos de urnas que se propagaron rápida y extensamente por Europa hacia el siglo XIII a. C. Los portadores de esta cultura se expandieron descendiendo por la margen derecha del Ródano ocupando Languedoc, Cataluña y el bajo valle del Ebro. Otra línea de expansión les llevó a Bélgica y el sureste británico. Sin embargo, recientemente se ha asociado a los celtas o sus precursores inmediatos con la cultura del vaso campaniforme, que en el Neolítico medio se habría expandido desde la península Ibérica, difundiéndose por el frente Atlántico hasta el centro de Europa. Al confluir así con la cultura de la cerámica cordada se habría constituido el primer horizonte cultural Paneuropeo, que algo más tarde desembocaría en la cultura del bronce en Unetice, cerca de Praga. El estudio aún más reciente de la distribución del haplotipo mitocondrial H, no sólo es consistente con estas hipótesis, sino concluye que esta difusión, que parte del SO de Europa, habría supuesto un importante movimiento de población, y no sólo la transmisión de un "paquete cultural". A partir del siglo VIII a. C., otos pueblos presuntamente indoeuropeos fueron los portadores de la cultura de Hallstatt, extendiéndose en esta fase por el interior de la Península Ibérica. En el siglo VI a. C. los pueblos presuntamente indoeuropeos fueron desplazados del noreste ibérico a manos de los iberos, quedando así los celtas de Iberia aislados del resto de pueblos celtas continentales.

CONFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD HUMANA.

Los primeros celtas vivían en tribus pequeñas, en las que se encontraban varios clanes y familias. La tribu más grande pocas veces superaría los trescientos habitantes. En el momento que la tribu se establecía en un lugar con la intención de permanecer varios años, era rodeada de marcas o límites: fosos, muros o vallados. Las tribus más importantes contaban con un grupo de esclavos o gente de la considerada "sin posición" por haber cometido algún delito que les había castigado con la pérdida de sus derechos. En la mayoría de las tribus ocupaban un lugar predominante los druidas, los poetas y los bardos. El clan celta puede verse como una familia perpetuada que formaba el núcleo de la tribu, luego de la misma surgían los gobernantes. En algunas tribus galas e irlandesas el clan de la madre era distinto al clan del padre. Al primero le correspondía la educación de los hijos menores, los cuales pasaban al segundo en el momento que se hacían mayores. Los clanes eran dados a identificarse por emblemas, colores, blasones, etc. Otra utilidad de estos clanes era la de cumplir el papel de nodrizas de los niños, hasta que se decidió que la misión la podían realizar mejor los druidas. Como se hizo con el joven Arturo, que sería el mítico rey de la Tabla Redonda, al confiarle al cuidado del mago o druida Merlín. En ciertos países y en una época determinada se practicaba la poligamia de una forma generalizada. No obstante lo normal era que las familias celtas se formaran en base a la fidelidad y a la dignidad de los esposos. Hay que considerar que una costumbre aceptada era la de que la mujer, con el consentimiento del marido, se acostara con sus cuñados o huéspedes como muestra de agradecimiento, y que no consideraba como una infidelidad. Algunos jefes escoceses de origen celta practicaban un matrimonio de prueba. éste consistía en pagar un dote por la mujer que elegían, con la que vivían en régimen matrimonial, pero sin casarse con ella hasta que les hubiese dado un hijo. En el caso de que no tuvieran descendencia, se rompía el trato y la mujer volvía con su familia. A los reyes se les pagaba un tributo anual, a cambio de que repartieran las tierras, hicieran regalos y poco más. Pero no dictaban leyes, pues de esto se cuidaban los druidas, como tampoco juzgaban los delitos.

ORÍGEN DE ASENTAMIENTOS HUMANOS.

Originarios de Asia, los celtas se extienden en progresivas migraciones por toda Europa. Primero ocuparon el Norte y Centro para irse desplegando en su carrera hacia Occidente que les llevaría a las islas Británicas, norte de Francia, Suiza y norte de Italia para terminar en su progresión occidental en la península ibérica. Alrededor del siglo IV a.C. fueron desplazados del centro y norte de Europa, a consecuencia de las llegadas de otros pueblos, los pueblos germánicos. Iniciada en la Edad de Bronce y consolidada durante la primera mitad de la Edad de Hierro, nace la cultura de Hallstatt . La cultura de La Tène, desarrollada en la segunda mitad de la edad de hierro marca la progresión y el esplendor de la cultura celta que finalizaría trágicamente con la invasión romana. Los pueblos Celtas, de raíz indoeuropea, han atravesado toda Europa en el primer milenio antes de nuestra era dejando huellas duraderas en los pueblos autóctonos que los Celtas organizaban. Con ellos llegaron los secretos del hierro, la lengua Gala en el caso de la Bretaña francesa y entre otros aportes culturales de gran valor, una nueva religión, el druidismo. Los Druidas se integran a la naturaleza para descubrir sus secretos, conocen las plantas que curan, la astrología, la importancia de las relaciones entre el hombre y el cosmos. La religión Celta está fundada desde entonces en la búsqueda de la armonía entre el hombre y la naturaleza, una filosofía que se adapta a la realidad, lo que supone la búsqueda de la comunión con la naturaleza y el conocimiento de su funcionamiento. La presión romana desde el Sur combinada con la progresión de los pueblos germánicos que invadían desde el siglo IV a.C. las tierras celtas del norte y centro de Europa, acabó por derrumbar la cultura celta hasta su sometimiento. La inexistencia de una nación celta, con un ejército conjuntado que pudiera plantar cara a la maquinaria estatal romana hizo que estos pueblos sucumbieran ante ejércitos bien organizados, pero fue esta misma preexistencia tribal y familiar la que hizo prácticamente indestructibles los valores, las costumbres y por tanto la percepción religiosa, sus leyendas y folclore.

EXPRESIÓN ARTÍSTICA COMO REFLEJO DEL ALMA

El arte céltico tiene sus orígenes en la escultura, el tallado y el trabajo de los metales de la gente céltica antigua que dominó Europa continental y las islas británicas alrededor del 1000aC hacia adelante antes de sumergirse en el imperio romano creciente. Solamente en Gran Bretaña e Irlanda las tradiciones célticas sobreviven. El arte de los irlandeses y los británicos antiguos también fue afectado profundamente por el arte de la gente con quien vinieron en contacto, los pictos, los nórdicos y los colonos anglosajones. Sin embargo, el arte céltico clásico como lo sabemos es por mucho un producto del crecimiento del cristianismo en Gran Bretaña e Irlanda tempranas, cuando los estilos nativos combinaron en una manera espectacular con las influencias mediterráneas traídas por los misionarios de cristianismo. El resultado era obras maestras como los Gospels iluminados tal como el libro de Kells y el libro de Lindisfarne. Para entender y para apreciar completamente el arte de los celtas, es necesario entender la distinción entre dos estilos fundamentales y diversos de la expresión artística. Uno es qué se llama arte naturalistico, el arte que procura representar o imitar lo qué se ve en naturaleza. El otro es arte abstracto o geométrico, no imita nada, construye diseños ornamentales por medio de una combinación agradable de líneas que fluyen y de patrones decorativos. Es pleno de suposición y de imaginación, y depende de una manera especial de un sentido afiliado al ritmo, al balance y a la proporción.

Tres de los elementos principales del diseño del arte geométrico céltico son los knotworks, espirales y patrones dominantes.

MODOS DE PRODUCCIÓN.

El comercio funcionaba a través de las civitates. Según la distribución de los hallazgos arqueológicos, puede definirse la intensidad y la dirección del comercio. En el Siglo VI a. C. la región celtizada del bajo Ródano y las zonas vecinas hasta la Borgoña, se llenan de productos griegos e itálicos, mientras que a partir del S. V los hallazgos de estos productos escasean, a la vez que abundan sobre todo los objetos de coral en el nordeste, en el bajo Rin y en Baviera, a donde penetran las importaciones mediterráneas a través del Po y del Tesino. Este cambio de rutas y centros comerciales de la Céltica está condicionado por la política cartaginesa, que intercepta los intereses griegos de Massalia. A pesar de este cambio económico, el sudeste y el centro de las Galias no deja de seguir importando materias primas, como ámbar, coral y pasta vítrea, como únicos productos extranjeros. Naturalmente al disminuir las importaciones reducidas exclusivamente a armas, mobiliario y otros objetos fabricados en serie, da un gran avance el artesanado local. La cerámica campaniense, barata, hace su aparición y desplaza los vasos locales del sudeste de las Galias y de la región transalpina. Con las victorias romanas sobre Cartago, el comercio se regularizó, traficándose productos agrícolas, como vino y aceite, hacia el interior de las Galias. Estas importaciones eran menores que los productos exportados, consistentes en ganadería, carne seca, pieles, tejidos y minerales, siendo el ámbar un producto que, proveniente del Báltico, atravesaba las Galias. Entre los metales era el oro la base de la economía comercial. Por eso la expansión céltica se dirige muy primordialmente a zonas ricas en agricultura y en minas y sobre todo en oro, como en Galicia e Irlanda, lo cual explica los grandes movimientos de pueblos. Pero también estas emigraciones tomaban a menudo el carácter de mercenariado, como sucedió en ciertas monarquías helenísticas o en Cartago, de aquí que no se admita el nulo sentido imperialista de la expansión céltica, ya que esto presuponía una fuerte organización central que no existía.

LA CREACIÓN DEL HÁBITAT A TRAVÉS DE LOS RECURSOS

NATURALES.

A pesar de su movilidad, los celtas fueron grandes deforestadores de las regiones que iban habitando, ya que, desconociendo la mampostería, construían sus poblados casi exclusivamente de madera, sirviendo el bosque como límite de tribus o mejor, como tierra de nadie. Sus territorios estaban dotados de espesas redes de caminos que convergían en los oppida. Estas vías, que evitaban los valles y tendían a las alturas, engendraron el comercio entre las tribus, habiendo sido posteriormente reutilizadas y rehechas por los romanos. Además de las vías terrestres, fueron muy utilizadas las vías fluviales. El trayecto entre las costas del norte de las Galias y el Mediterráneo se salvaba en un mes, existiendo entre las tribus el derecho de peaje. Los habitats célticos se reducían a dos tipos: los oppida, emplazados en alturas, fortificados natural y artificialmente, y los puertos fluviales, además de las pequeñas aldeas o vici. El estudio del habitat céltico presenta dificultades, debido a la corta duración de los yacimientos a causa de las constantes migraciones. Incluso, los grandes oppida pertenecen generalmente a la época tardía de La Téne, a un momento de los s. II y I a. C., época de grandes convulsiones que termina con la conquista romana (v. ROMA III, I), a pesar de su temprana aparición con las invasiones de los pueblos del norte y centro de Europa, de marcado carácter hallstáttico, según prueban las estratigrafías de algunos oppida. Si se exceptúan algunos yacimientos del sur de Francia, como Ensérune o Cayla de Mailhac, los restantes poblados célticos no obedecen a ningún plano urbanístico, constando de cabañas redondas primero, y rectangulares después.

ARQUITECTURA COMO CREACIÓN DE LOS DESEOS E IDEALES

E IDEALES HUMANOS

Merece especial atención la escultura de piedra, cuya producción está prácticamente concentrada en territorio galo. Como ya se ha dicho, el arte celta parece concebido para lucimiento personal. No se conoce ninguna obra de arquitectura monumental, sea de tipo religioso o con funciones civiles. Ciertamente el uso de la madera como material constructivo puede ser en parte responsable de este desconocimiento. Durante el período de La Tène aparece un tipo de asentamiento en altura y fortificado, el oppidum, y quizá sean las fortificaciones las obras arquitectónicas más monumentales, que denotan además un carácter colectivo. Los oppida se caracterizaban, por tanto, por cumplir una función defensiva, pero al mismo tiempo desempeñaban el papel de centralizar las actividades productivas artesanales, las relaciones comerciales y las funciones políticas y religiosas de un territorio, ocupado por otros asentamientos dependientes del principal y cuya explotación agropecuaria proporcionaba la base económica para el mantenimiento de toda la estructura sociopolítica. La civilización de los oppida supone la generalización de una estructura jerarquizada y estatal en la Europa continental. Es lógico pensar, pues, que esta centralización de funciones debería de reflejarse en edificios de diversa categoría. La excavación de poblados como Manching o Aulnat ha permitido detectar plantas de construcciones que se pueden interpretar como graneros comunitarios, talleres, casas, pero ningún elemento arquitectónico monumental de piedra. En cuanto a lugares de culto, la información es algo más amplia, por lo menos para constatar su existencia aunque no se conozca su arquitectura. Hay que recordar que los escritores romanos dicen en más de una ocasión que los celtas montaña eran objeto de culto como residencia de las divinidades. Así pues, es posible que no necesitaran edificios arquitectónicos. No obstante, en algunos lugares se conocen recintos circulares con agujeros para postes que seguramente albergaban algún tipo de construcción de madera, como es el caso de Tara y Navan Fort en Irlanda o de Goloring en Alemania.

CONCLUSIÓN:

Se denomina celtas a los pueblos que hablan o hablaron lenguas celtas, que en el milenio anterior al inicio de nuestra era se extendían por gran parte de Europa, y a diferencia de las otras civilizaciones ya analizadas las civilizaciones celtas se encontraban en distintos países, desde la actual Turquía hasta Portugal. Los celtas se han llamado siempre a sí mismos galos. Estos nunca construyeron templos dado que la madre naturaleza lo había hecho por ellos. El templo celta era el bosque y allí, en un claro, los Druidas, los sacerdotes-magos de la cultura celta, realizaban sus ceremonias rituales, muchas veces relacionados a la presencia de determinados árboles considerados mágicos o sagrados. Todo bosque era de por sí un lugar sagrado, pero había lugares especiales con una característica más mística que otros.

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