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Colonia La Florida Guatemala Cap.


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2014  •  3.235 Palabras (13 Páginas)  •  461 Visitas

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INTRODUCCIÓN

“La colonia La Florida surge en los años 50, bajo el Decreto 900, como consecuencia de los esfuerzos a la Ley de Reforma Agraria, promulgada por el gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán en su calidad de Presidente Constitucional de la República de Guatemala en el año de 1951. La colonia La Florida cuenta con una población de 100,000 habitantes, su extensión territorial es de 3.5 Kilómetros cuadrados, se ubica a 13 kilómetros del centro de la ciudad. Fue así como la colonia quedó con una extensión de 816,006 mts2

Se encuentra limitada al norte por la colonia Primero de Julio, al sur por la Colonia Belén, y Jardines de San Juan; al occidente por la Colonia Santa Marta, y al Oriente por las colonias Montserrat I y II. Generalmente sus habitantes son inquilinos”

La colonia la florida constituye un espacio territorial local, social y político donde se pueden consolidar y enriquecer transformaciones justas y democráticas para la mayoría de los habitantes y la revaloración de los espacios locales para el desarrollo. En la zona 19 hay varios programas de salud, educación, religiosos, deportivos dirigidos a niños, jóvenes, adultos y ancianos.

Caracterización de la Comunidad

Nombre: La Florida, antiguo potrero El Espinal.

Descripción Histórica de la Comunidad:

Como consecuencia de la Ley de Reforma Agraria, Decreto 900, promulgada por el gobierno del extinto coronel Jacobo Árbenz Guzmán en su calidad de Presidente Constitucional de la República de Guatemala en el año de 1951, en la que se promulgaba la expropiación de todas las tierras abandonadas y ociosas para ser repartidas en familias campesinas que carecieran de tierras donde vivir y cultivar, la familia Aycinena, propietaria de grandes extensiones de terreno al Norte del Municipio de Mixco, donde había en algunas partes cafetales y milperíos, y cuyo terreno central es la Finca El Naranjo con aldeas como Lo de Fuentes y El Rodeo, inició la lotificación de parte de sus propiedades con el nombre de “La Florida”, en lo que antiguamente era conocido como Potrero El Espinal, midiendo los lotes en 8.50m y 11.90m (los de esquina) de ancho, por 27.90 de fondo. En 1953 se amplió a la “Segunda Florida” a causa de que Julio Vila y compañía Ltda. Compró la finca, y al resto de la misma también la fraccionó en lotes de 8.40m y 10.25 de ancho, por 27m de fondo. Fue así como la colonia quedó con una extensión de 816,006 mts2, según el topógrafo Guillermo del Pinal Ayala, limitada al norte por lo que posteriormente fue la colonia Primero de Julio, al sur por la Colonia Belén, y la que posteriormente fue Jardines de San Juan; al occidente por la Colonia Santa Marta, y al Oriente por lo que también posteriormente fueron las colonias Monserrat I y II.

Los primeros habitantes de la Colonia “La Florida” provenían de otras zonas de la ciudad de Guatemala, incluyendo migrantes del interior de la República. Todos ellos recuerdan lo lejos que quedaba de la urbe guatemalteca, pues se salía de la 20 calle de la zona 1 en unos viejos transportes extraurbanos que llevaban por nombre Las Malinches, las cuales hacían trasbordo en la aldea El Rodeo, colindante con el municipio de la ciudad de Guatemala, y en terrenos de la finca El Naranjo, propiedad de los mismos Aycinena, y llegaban hasta la Aldea Sacoj. Muchos hacían esos largos recorridos en bicicleta, y todavía se veía pulular las carretas de bueyes halando distintas formas de carga tales como personas, leña y variedad de enseres de trabajo, patachos de mulas de carga y rebaños de cabras. Los inviernos en esos años iniciales provocaban grandes extensiones de charcos y lodazales, así como los veranos eran pródigos en polvazones. Las mejores casas eran de adobe vertical o de soga y techo de lámina; las de menor condición eran de bahareque.

Obviamente, no había agua potable, por lo que ésta se extraía de pozos cuyos dueños la vendían a los vecinos a escasos centavos de quetzal el bote de cinco litros, y los drenajes eran aguas negras o servidas que salían libremente a las banquetas y de allí se dirigían malolientes hacia el barranco de Las Guacamayas, al norte de la Colonia, el cual, en esos tiempos, todavía estaba alejado de la décima calle, pues la colonia, fraccionada en estilo ajedrezado, iba de la 1ª avenida Poniente a la 9ª avenida Oriente, y de la 0 calle Sur (carretera a San Juan Sacatepéquez) a la décima calle Norte. Esta última, venía desde la aldea El Rodeo a la aldea Lo de Bran, y de allí se bifurcaba en diversos caminos de terracería que se iban hacia distintos lugares de los Departamentos de Guatemala, El Quiché y Las Verapaces, hasta llegar a Cobán. Tampoco había energía eléctrica, por lo que los primeros colonos se alumbraban con candelas, candiles, linternas de baterías y lámparas de gas líquido.

Sin embargo, la organización de los vecinos produjo una serie de avances de urbanización progresivos que permitieron que, en pocos años, hacia 1958, por ejemplo, la Colonia “La Florida” ya hubiera alcanzado los servicios de luz eléctrica, la cual se debía cancelar en la ciudad de Guatemala, no así los impuestos arbitrales, que aún se cancelaban en la cabecera municipal de Mixco.

Maqueta que recuerda las antiguas rutas que ingresaban a la colonia La Florida. En esos años el transporte también progresó. Desaparecieron las antiguas unidades automotoras Malinches para dar paso a la paulatina introducción del servicio urbano de las rutas Eureka No. 19, Empresa Guatemalteca de Autobuses, EGA, No. 7, y Florida, No. 21 (propietarios éstos últimos de aquellas viejas Malinches).

En aquellos años, la vida cotidiana de la colonia transcurría entre el trabajo rutinario, ya fuera en la misma colonia o ya viajando diariamente a la ciudad de Guatemala u otros lugares. Las diversiones colectivas domingueras se disfrutaban en una incipiente sala de cine llamada “Alex”, o bien en el campo de fútbol donde se desarrollaban campeonatos y se lucían los mejores futbolistas que descollaron en la colonia desde esos años, así como también en una numerosa cantidad de expendios de aguardiente sellado que ya funcionaban en el sector.

Así llegamos a la histórica fecha del 18 de julio de 1958, cuando el extinto Coronel e Ingeniero Miguel Ydígoras Fuentes, en ese entonces Presidente Constitucional de la República de Guatemala, a solicitud de los vecinos

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