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Consecuencia Principal De Las Revoluciones Liberales


Enviado por   •  24 de Enero de 2015  •  2.097 Palabras (9 Páginas)  •  606 Visitas

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¿Cuál fue la consecuencia principal de las revoluciones liberales?

En el presente ensayo abordaremos el tema de las Revoluciones Liberales de 1820, 1830 y 1848 y explicaremos cual fue su principal consecuencia.

Las Revoluciones Liberales tienen su origen en la unión de diversos factores políticos y económico-sociales. Entre los factores políticos destacan los movimientos del liberalismo y el nacionalismo, los cuales eran los ejes ideológicos de la revolución.

En Europa las revoluciones adoptaron la forma de un pronunciamiento o golpe de estado militar, tras un complot contra el absolutismo realizado por individuos organizados de forma clandestina en sociedades secretas, los masones y los carbonarios .

En la Revolución de 1820 los países más afectados fueron los del sur de Europa, siendo España el foco de un movimiento que se extendería hasta Italia y Portugal . Esta revolución apareció como respuesta a la Restauración, producida como consecuencia de la derrota de una Francia revolucionaria, suponiendo así la vuelta al Antiguo Régimen.

Como acabamos de decir, la Revolución de 1820 tuvo su epicentro en España, a raíz de que el rey Fernando VII retomase el trono tras negarse a jurar la Constitución Española de 1812 que los liberales de las Cortes de Cádiz habían proclamado en representación de la soberanía nacional.

Fernando VII como rey absoluto, inició una dura represión contra los liberales, los cuales intentaron una serie de pronunciamientos militares entre 1816 y 1820 que terminaron fracasando.

El 1 de enero de 1820 se inició en las Cabezas de San Juan un pronunciamiento formado por un grupo de militares con cierto apoyo civil, que intentaban imponer un régimen liberal por la fuerza opuesto al poder establecido . Este pronunciamiento se diferenciará de los demás por ser el único que consiguió el objetivo que perseguía, es decir, que el sector liberal alcanzase el poder para realizar una serie de modificaciones políticas, sociales y económicas desde unos principios ideológicos opuestos a los del Antiguo Régimen. Esto podrá llevarse a cabo ya que en la noche del 7 de marzo de 1820, el rey Fernando VII, al verse acorralado por las tropas, firmó un decreto por el que se sometía a la voluntad del pueblo. La queja de los liberales hace que Fernando VII, acostumbrado a enmascarar siempre sus verdaderas intenciones, incluya en el manifiesto del rey a la nación española del 10 de marzo, cuando jura la Constitución, las siguientes palabras: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional” . Ello supondrá una oportunidad para los liberales de ejercer el poder no sólo de forma teórica como en las Cortes de Cádiz, sino de forma práctica. El nuevo sistema se extenderá pues, a toda España, iniciándose así el Trienio Liberal.

Aun así, este nuevo sistema no perduró en el tiempo debido a la intervención de los países del exterior. En 1822 la Santa Alianza (Austria, Rusia y Prusia), se reúne en el Congreso de Verona para decidir que Francia invadiese España en busca de la restauración del absolutismo ofreciéndole ayuda a Fernando VII.

Así pues, el 7 de abril de 1823, Francia envía un cuerpo expedicionario, los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, los cuales fueron cohibiendo el poder de los liberales hasta el 31 de agosto de 1823, cuando se produjo la Batalla de Trocadero.

En un primer ataque, los franceses atacaron por sorpresa con bayonetas, produciendo 141 bajas francesas y entre 400 y 500 españolas .

Cádiz fue bombardeada durante tres semanas de forma continua hasta que el 23 de septiembre de 1823, los liberales se vieron obligados a rendirse. Fue así como Fernando VII recuperó el trono instaurándose la Década Ominosa (1823-1833).

Como bien citábamos antes, esta Revolución se extendería hasta otros países europeos como Portugal, donde estalló la Revolución Liberal de Oporto en agosto de 1820. Dicha revolución reclamaba una Constitución y la vuelta de la familia real que se asentó en Brasil desde la invasión de Napoleón. Se elaboró una Constitución que tomó como modelo la de 1812 de España. El rey Juan VI se vio obligado a regresar a Portugal, dejando como regente en Brasil a su hijo Pedro. Las Cortes Portuguesas, descontentas por la regencia de Pedro, reclamaron el retorno de este a Portugal, proclamándose así la independencia de Brasil en 1822. Así fue como la revolución liberal triunfó en Portugal a pesar de la separación de Brasil.

En Italia, la sublevación de los carbonarios en Nápoles forzó a Fernando I a dar una Constitución, igual que en Piamonte, pero la actuación de las tropas austriacas rehabilitó el orden absolutista en ambos casos.

Rusia fue el último país en ser alcanzado por la oleada revolucionaria de 1820. Al fallecer el zar Alejandro I el 1 de diciembre de 1825, un grupo de oficiales liberales conspiraron para evitar la coronación del heredero, Nicolás, de opiniones reaccionarias, en favor del otro heredero, Constantino, del que cabía esperar un gobierno más liberal. Esto no se llevó a cabo dado que Constantino renunció a todos sus derechos y se los otorgó a Nicolás. Los sublevados no aceptaron a Nicolás I y se rebelaron el 14 de diciembre. Dada la improvisación y mala organización fueron reprimidos salvajemente. Desde la caída de los decembristas se vigorizó la autocracia zarista.

Las Revoluciones de 1830 tuvieron lugar en buena parte del continente europeo, comenzando en Francia con la llamada Revolución de Julio. Fue una revuelta que buscaba destronar al rey Carlos X para acabar con su gobierno autocrático, e instaurar a Luis Felipe como nuevo rey. La revolución estuvo precedida por una grave crisis económica, lo que causó intranquilidad social, y fue secundada por republicanos, intelectuales, monárquicos moderados y grandes financieros. Tras tres días de barricadas, Carlos X se vio forzado a exiliarse, y Francia se vio dotada de de una Constitución liberal. Esta Constitución reconocería de nuevo la soberanía nacional.

El Rey ya no lo es de Francia por derecho divino, sino de los franceses por voluntad de los mismos.

Motivados por la Revolución de Julio, en agosto de 1830, se iniciará en Bruselas un proceso revolucionario que no pudo ser neutralizado ni por la propia intervención del ejército a fecha de 12 de septiembre de 1830. Así pues, el 4 de octubre se proclamó la independencia de Bruselas , recibiendo el apoyo de Reino Unido y Prusia a fecha de 20 de diciembre de 1830. El nuevo estado cobrará el nombre de Bélgica y aprobará un régimen liberal de monarquía parlamentaria.

En España tendrá lugar el último

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