Cultura Maya
arcangel010114 de Septiembre de 2011
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CULTURA MAYA.-
Ubicado desde el norte de las Sierras de Guatemala y Chiapas hasta el extremo de la peninsula de Yucatán; también llamado País Maya.
Inicios
Después de un largo periodo formativo (preclasico), que duro más o menos un milenio y medio y durante el cual la cultura mesoamericana, muy uniforme en sus inicios, se fue diversificando, hacia el principio de nuestra era (protoclasico) la cultura maya se perfilaba claramente.
En el area meridional ya se esculpian estelas y altares; una escritura jeroglifica se habia iniciado; el calendario se conocia, implicando a su vez conocimientos matematicos y astronomicos; ofrendas en ricas tumbas revelaban notables adelantos tecnológicos de la alfareria y la lapidaria, asi como la existencia de una sociedad ya estratificada. En el área central y en la septentrional se construían las primeras piramides, a veces bellamente adornadas con mascarones de estuco modelado.
El periodo clasico, cuyo comienzo se ha fijado hacia el año 300 de nuestra era, marca la culminación del proceso de diferenciación de la cultura maya. Distintos factores, tanto en el área maya como en el resto de Mesoamerica, deben de haber contribuido a tal culminación, verdadera explosión cultural.
El desarrollo económico pudo deberse al crecimiento demografico y a una concentración cada vez mayor de la población, fenomenos que venian gastandose a lo largo del preclasico; a la explosión agricola de regiones antes inutilizadas en la selva alta; quizas a nuevas técnicas de cultivo en algunas comarcas pantanosas y alrededor de lagunas.
La obtención de excedentes alimenticios aseguro la consolidación de una clase parasitaria (nobles y sacerdotes) que garantizaba la cohesión social para la realización de los trabajos colectivos. Así pudo incrementarse la construcción de centros ceremoniales y desarrollarse un arte monumental. La estratificación social se acentuo, haciendose problamente más rigida. El poder de la clase social dirigente se ejercia como dominio económico y politico, así como a través de la religión.
El uso de la llamada "boveda maya", que parece haberse iniciado ocasionalmente para techar tumbas en un período más antiguo, se generalizo y permitió la sustitución de los techos de palmas por los de manposteria, obviamente más resistentes y duraderos, tanto en los edificios destinados al culto como en las residencias de los privelegiados.
Este adelanto tecnico cambio fundamentalmente el aspecto de las construcciones, dando lugar a un fuerte desarrollo de la arquitectura y de las artes integradas en la misma, como la escultura, el modelado del estuco y la pintura mural.
Cristalizaron en el área central y se propagaron a la septentrional numerosos elementos culturales preexistentes en el área meridional, tales como la erección de estelas con personajes e inscripciones jeroglificas, la combinacion estela-altar, conocimientos astronomicos, matematicos y calendaricos.
Tanto en el aspecto cientifico como en el artistico, los mayas de las tierras bajas elevaron a altisimo nivel de perfección estos elementos, algunos de ellos adquiridos cuando no pasaban de un estado incipiente de desarrollo, la escritura por ejemplo.
El periodo clasico llego a su fin a principios del siglo X. En el área central, su brusco ocaso ha dado lugar a numerosas y variadas hipotesis, sobre las que volveremos más adelante.
Nos limitaremos, en este momento, a precisar que en el curso de menos de un siglo, las actividades culturales características del periodo clasico (arquitectonica monumental y artes asociadas, erección de estelas, inscripciones jeroglificas, ceramica decorada) fueron cesando en todos los centros ceremoniales, aunque la población común siguiera viviendo en los mismos sitios.
En cuanto al área septentrional, el periodo clasico termino cuando el norte de la peninsula de Yucatán quedo bajo el dominio de invasores, portadores de la cultura Tolteca. Una cultura hibrida, maya-tolteca, se origino entonces, claramente diferenciada de la Maya clasica, aunque conservando muchas particularidades de esta.
Los mayas de las tierras bajas
Los grupos que viven en las áreas central y septentrional hablan distintas lenguas de la familia linguista mayence. El idioma "maya" propiamente dicho es el "yucateco", correspondiente a la peninsula de Yucatán.
Parientes muy cercanos son el "lacandon", hablado a lo largo del rio Usumacinta; el "itza", en el centro del Peten, y el "mopan", al sur de esta última región y en Belice. Otra rama comprende el "chontal", propio de los pueblos establecidos alrededor de la laguna de Terminos y desembocaduras de los rios adyacentes; el "chol", que probablemente se hablara en la ancha faja de la vertiente norte de la sierra de Chiapas y cuenca del Usumacinta; el "chorti", en el curso medio e inferior del rio Motuga.
Finalmente, el grupo lingistico que abarca al "tzeltatl", "tzotzitl" y "toholabal", en tierras algo más altas que Chiapas, pero que culturalmente se integran en las tierras bajas.
Desde el punto de vista de los caracteres fisicos del pueblo maya, ciertos autores consideran a este como "bastante homogeneo" y "procedente de un mismo tronco ancestral" muy diferenciado de los dem&aactue;s pueblos mesoamericanos. Sin embargo, estudios comparativos de antropologos fisicos revelan marcadas diferencias entre los distintos grupos mayas, los cuales, por supuesto, presentan numerosos rasgos comunes entre si y con los demás pueblos de Mesoamerica.
Asi, la estatura puede variar hasta 7 cm entre el promedio de la talla chontal y el del yucateco (indice de 85 y más) y la dolicocefalia de los tzetales y tzotziles (indice de 76 a 79). Diferncias muy marcadas se observan también en el indice nasal, en el porcentaje del contenido de algunos antigenos en la sangre y en huellas y palmares.
Las divergencias mayores se presentan, por un lado, entre los grupos de las tierras altas y los de las tierras bajas, por otro.
Los elementos comunes a todos los grupos mayas (color pardo cobrizo de la piel, cabello negro, lacio y grueso, ojos negors o pardo obscuro, frecuentemente oblicus, escasa pilosidad facial y corporal) no son exclusivos de ellos, ya que coinciden con los de la mayor parte de los pueblos de Mesoamerica y proceden, en última instancia, de los remotos antepasados asiaticos que emigraron a America varias decenas de millares de años antes.
Los Mayas del Antiguo Imperio
Los orígenes de las más antiguas tribus mayas se pierden en la oscuridad de las leyendas. Los manuscritos indígenas del siglo XVI han perdido todo recuerdo histórico de la primitiva localización geográfica maya, así sean los libros de hechiceros o Chilam Balam escritos en la península de Yucatán (Maní, Chumayel, etcétera), o el Popol Vuh de los qúichés, rama del tronco maya, escrito en Guatemala.
Tampoco el único cronista primitivo de los mayas, fray Diego de Landa--quien escribía hacia 1566--, conserva una clara tradición a este respecto. En todo caso, los datos se refieren a los mayas de Yucatán, del llamado Nuevo Imperio, y no a los viejos mayas ubicados en el sur (Chiapas, Guatemala y Honduras), cuya Civilización se había extinguido algunos siglos antes de alcanzar su plenitud las ciudades peninsulares, Chichén-Itzá, Uxmal y sayil.
Sabemos que en un tiempo muy remoto, los mayas vivían en el litoral atlántico de México, desde donde descendieron a Centroamérica remontándose a lo largo del Usumacinta para llegar al Petén. Un viejo grupo maya, el huasteco, quedó, sin embargo, en el extremo norte de México, en el riñón veracruzano-tamaulipeco.
Quizá el empuje nahua cortó en dos al pueblo maya y arrojó a unos grupos hacia el norte y a otros hacia el sur. Los grupos arrojados hacia el sur fueron los que desarrollaron en toda su plenitud la civilización maya.
En los comienzos de sus tiempos históricos vivían en un triángulo que tenia por extremos a Palenque, en Chiapas; Uaxactún, en Guatemala; y Copán, en Honduras, área sumamente amplia y de comunicaciones difíciles, selvática, cruzada de grandes rios, que comprende toda la cuenca del Usumacinta, el Petén guatemalteco y los valles del Motagua y del río de Copán.
Fuera de los monumentos que han dejado los antiguos mayas, nada sabemos de la historia de los hombres que ergieron Tikal, Palenque y Copán. Pero, si como vimos, no hay fuentes escritas, los monumentos esculpidos son elocuentes a este respecto. Una de las prácticas más antiguas fue la de erigir estelas para conmemorar o fijar tránsitos de tiempo; al principio se erigían estelas irregularmente; más adelante se levantaban con cierta periodicidad, generalmente al final de cada katún, periodo cíclico de veinte años.
Estas fechas han podido ser leídas debido a la clave proporcionada por Landa--los mayas arrancaban su calendario de la fecha legendaria 3113 a. de C.--, y al hecho de que los mayas conocieron unidades de tiempo mayores, baktunes, periodos cíclicos que encierran veinte knttulcs (es decir, cuatrocientos años, cerca de 394 de los nuestros).
Las primeras fechas históricas y no míticas que se conocen son del baktún octavo, siendo sumamente numerosas en el noveno para decaer y casi desaparecer escultóricamente en el baktun.
Al ser correlacionado el calendario maya con el cristiano, se han podido descifrar numerosas fechas inscritas en este las, dinteles, escalinatas y templos. Probablemente hacia el siglo I O II, los mayas domiciliados en Veracruz y Tabasco empezaron
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