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Declaración Shuman

pinkmanbcn20 de Marzo de 2014

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La declaración Schuman, 9 de Mayo de 1950

La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan.

La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas. Francia, defensora desde hace más de veinte años de una Europa unida, ha tenido siempre como objetivo esencial servir a la paz. Europa no se construyó y hubo la guerra.

Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania.

Con este fin, el Gobierno francés propone actuar de inmediato sobre un punto limitado, pero decisivo.

El Gobierno francés propone que se someta el conjunto de la producción franco-alemana de carbón y de acero a una Alta Autoridad común, en una organización abierta a los demás países de Europa

La puesta en común de las producciones de carbón y de acero garantizará inmediatamente la creación de bases comunes de desarrollo económico, primera etapa de la federación europea, y cambiará el destino de esas regiones, que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las que ellas mismas han sido las primeras víctimas.

La solidaridad de producción que así se cree pondrá de manifiesto que cualquier guerra entre Francia y Alemania no sólo resulta impensable, sino materialmente imposible. La creación de esa potente unidad de producción, abierta a todos los países que deseen participar en ella, proporcionará a todos los países a los que agrupe los elementos fundamentales de la producción industrial en las mismas condiciones y sentará los cimientos reales de su unificación económica.

Dicha producción se ofrecerá a todo el mundo sin distinción ni exclusión, para contribuir al aumento del nivel de vida y al progreso de las obras de paz. Europa podrá, con mayores medios, proseguir la realización de una de sus tareas esenciales: el desarrollo del continente africano. De este modo, se llevará a cabo la fusión de intereses indispensables para la creación de una comunidad económica y se introducirá el fermento de una comunidad más amplia y más profunda entre países que durante tanto tiempo se han enfrentado en divisiones sangrientas.

Mediante la puesta en común de las producciones básicas y la creación de una Alta Autoridad de nuevo cuño, cuyas decisiones obligarán a Francia, Alemania y los países que se adhieran, esta propuesta sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz

Para proseguir la realización de tales objetivos, el Gobierno francés está dispuesto a iniciar negociaciones según las siguientes bases:

La misión encomendada a la Alta Autoridad común consistirá en garantizar, en el plazo más breve posible, la modernización de la producción y la mejora de su calidad; el suministro, en condiciones idénticas, del carbón y del acero en el mercado francés y en el mercado alemán, así como en los de los países adherentes; el desarrollo de la exportación común hacia los demás países; la equiparación y mejora de las condiciones de vida de los trabajadores de esas industrias.

Para alcanzar estos objetivos a partir de las dispares condiciones en que se encuentran actualmente las producciones de los países adherentes, deberán aplicarse con carácter transitorio determinadas disposiciones que establezcan la aplicación de un plan de producción y de inversiones, la creación de mecanismos de estabilidad de los precios y la creación de un fondo de reconversión que facilite la racionalización de la producción. La circulación del carbón y del acero entre los países adherentes quedará liberada inmediatamente de cualquier derecho de aduanas y no podrá verse afectada por tarifas de transporte diferenciales. Progresivamente se irán estableciendo las condiciones que garanticen espontáneamente una distribución más racional de la producción y el nivel de productividad más elevado.

La organización proyectada, al contrario que un cártel internacional tendente a la distribución y a la explotación de los mercados mediante prácticas restrictivas y el mantenimiento de grandes beneficios, garantizará la fusión de los mercados y la expansión de la producción.

Los principios y compromisos esenciales anteriormente expuestos serán objeto de un tratado firmado entre los Estados. Las negociaciones indispensables para precisar las normas de aplicación se llevarán a cabo con ayuda de un árbitro designado de común acuerdo, cuya misión consistirá en velar por que los acuerdos se ajusten a los principios y, en caso de desacuerdo insalvable, decidirá la solución que deba adoptarse.

La Alta Autoridad común, encargada del funcionamiento de todo el sistema, estará compuesta por personalidades independientes designadas sobre bases paritarias por los Gobiernos, quienes elegirán de común acuerdo un presidente. Las decisiones de la Alta Autoridad serán ejecutivas en Francia, en Alemania y en los demás países adherentes. Se adoptarán las disposiciones adecuadas para garantizar las vías de recurso necesarias contra las decisiones de la Alta Autoridad.

Un representante de las Naciones Unidas ante dicha autoridad se encargará de hacer, dos veces al año, un informe público a la ONU sobre el funcionamiento del nuevo organismo, en particular por lo que se refiere a la salvaguardia de sus fines pacíficos.

La creación de la Alta Autoridad no prejuzga en absoluto el régimen de propiedad de las empresas. En el ejercicio de su misión, la Alta Autoridad común tendrá en cuenta las facultades otorgadas a la autoridad internacional del Ruhr y las obligaciones de todo tipo impuestas a Alemania, mientras éstas subsistan

Comentario:

1) Objeto del Texto:

La Declaración Schuman es el título con el que se conoce el discurso pronunciado por el Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman el 9 de mayo de 1950 en el que se dio el primer paso para la formación de la Unión Europea, al proponer que el carbón y el acero de Alemania y Francia (y los demás países que se adhirieran) se sometieran a una administración conjunta

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2) Contexto Histórico

2.1) Antecedentes:

Apenas terminada la Segunda Guerra Mundial, la amenaza de una tercera, entre el Este y el Oeste, no tardó en aparecer. El 24 de abril de 1947, el fracaso de la Conferencia de Moscú sobre la cuestión alemana convencía a los occidentales de que la Unión Soviética, aliada en la lucha contra el nazismo, iba a convertirse en un peligro inmediato para las democracias occidentales. La creación en octubre de 1947 del Kominform, que unía a los partidos comunistas de todo el mundo, el «golpe de Praga» del 25 de febrero de 1948, que aseguraba a los comunistas el poder sobre Checoslovaquia, y, después, el bloqueo de Berlín en junio de 1948, que preludiaba la división de Alemania en dos Estados, avivaron aún más la tensión. Al firmar con los Estados Unidos, el 4 de abril de 1949, el Pacto Atlántico, los Europeos occidentales sentaron las bases de su seguridad colectiva. Pero la explosión de la primera bomba atómica soviética, en septiembre de 1949, y la multiplicación de las amenazas proferidas por los dirigentes del Kremlin contribuyeron a extender ese clima de miedo, que se denominó en la época «guerra fría».

El estatuto de la República Federal de Alemania, que dirigía ella misma su política interior desde la promulgación de la Ley fundamental de 23 de mayo de 1949, se convirtió entonces en el centro de la disputa entre el Este y el Oeste. Los Estados Unidos deseaban acelerar la recuperación económica de un país situado en el centro de la división del continente y ya, en Washington, se oían voces favorables al rearme de la antigua potencia vencida. La diplomacia francesa estaba dividida ante el siguiente dilema: o bien cedía a la presión americana y, contra su opinión pública, aceptaba la restitución del Ruhr y el Sarre a la potencia alemana; o mantenía una postura intransigente, en contra de su principal aliado y a riesgo de hacer entrar las relaciones con Bonn en un callejón sin salida.

Tras la Segunda Guerra Mundial y las atrocidades que se descubría habían sido cometidas durante su transcurso, se buscaron fórmulas para evitar que se repitiera una guerra en Europa.

Alemania, que había resultado derrotada en el conflicto, se encontraba con su territorio ocupado militarmente

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