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LOS FALSOS POSITIVOS.

En la película se puede ver, como un joven de 20 años llamado Ronald trabaja arduamente y con mucha paciencia para poder llevar el dinero y el sustento a su hogar, un joven con problemas, sin dinero, sin trabajo, con una familia a la cual mantener, un hermano involucrado en las drogas y con malas amistades, una historia de amor donde los sueños son mas grandes que los miedos.

Ronald es el propietario de una bicicleta engallada con la que todos los días recorre las calles del barrio el Paraíso, trabaja haciendo publicidad a fuerza de voz y megáfono, vive en un barrio donde se muestra la extrema crueldad con la que se puede actuar para lograr efectividad en supuestos combates a variados enemigos.

Tras varios problemas con la economía y las ganas de obtener dinero su hermano empeña la cicla con la que Ronald trabaja para subsidiar a su familia, y tras varios intentos de recuperarla logra pagar la deuda y volver a trabajar, pero la guerrilla era un problema mas para el, ya que al no tener dinero para pagar la vacuna le dañan el único medio de trabajo que tiene en ese momento.

Ronald desesperado por conseguir trabajo decide visitar una oficina donde le informaron que había trabajo, el le pide encarecidamente a Susana la administradora de ese “negocio” que le de el ultimo cupo de trabajo que tenia, ya que necesitaba 8 jóvenes que trabajaran fuera de la ciudad prestando seguridad, el le dice que trabaja en lo que sea, pero ella responde con un no a esa petición, el sigue insistiendo durante varias semanas pero ella no cambia su respuesta.

Llego la mañana donde Susana debía entregar los 8 muchachos que iban a trabajar con su esposo pero en el ultimo minuto un amigo de Ronald decide cederle el puesto a el así que van y le informan a Susana pero ella se queda en silencio y se retira con una expresión en su rostro de que no pudo advertirle mas que ese trabajo no era para el.

Esa misma tarde en un lugar retirado de su hogar, fuera de Bogotá, a estos ocho muchachos los visten de Narcotraficantes y guerrilleros para que las Fuerzas Armadas les puedan dar de baja haciéndolos pasar por personas que conformaban grupos al margen de la ley.

OPINION – COMENTARIO

Dicen que ”En Colombia los héroes si existen”, y en parte es cierto, hay hombres que arriesgan su vida diariamente en la incesante guerra que se produce en nuestro país, hombres que arriesgan su vida por un pago que no compensa semejante sacrificio, a ellos el país les debe las gracias y un reconocimiento ya que son jóvenes humildes con formación si acaso de bachillerato que arriesgan sus vida sus extremidades y la felicidad y satisfacción de compartir con sus familias y seres queridos por la búsqueda incesante de la seguridad, sin embargo justamente por ese trabajo abnegado es que produce indignación e impotencia que auténticos delincuentes disfrazados de uniforme manchen el trabajo que han realizado estos soldados, es realmente triste y vergonzoso la manera en la que el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez utilizo ilusiono y ofreció a las Fuerzas armadas el ascenso o promoción a un rango superior, cifras bastante elevadas en dinero, fama, medallas, entre otras por dar de baja a algunos grupos al margen de la ley.

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