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Desembarco En Normandia

robertchurches4 de Julio de 2014

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Introducción.

El Desembarco de Normandía es también conocido como “La Operación Overloud”.

La importancia del 6 de junio de 1944, el día del desembarco en Normandía, mejor conocido como “Día D” es la siguiente: al Día D, que se dice que es el día mas largo de la historia es el día en que las tropas aliadas atacan a los alemanes en las costas de Normandía. Los Aliados entraron por la costa a Normandía para así, de esta manera ganar un buen territorio y lograr retroceder a los alemanes.

Esta no fue una tarea fácil, tomo tiempo en prepararse, dirigida por el Primer Ejército de Estados Unidos, dirigido por el general Omar Nelson Bradley, y el Segundo Ejército británico, mandado por el general Miles C. Dempsey, en conjunto con el general Eisenhower, con la ayuda de militares tales como Tedder, el jefe de estado mayor Bedell Smith, Traffordy, Mallory a cargo de las fuerzas Aéreas, Bertram Rasay a cargo de las tropas marinas, el comandante de ejercito Montgomery entre otros.

Para tal hazaña, el desembarco, tuvieron que participar: 6 acorazados, 93 destructores, 22 cruceros, 1600 lanchas de desembarco y otras embarcaciones, 6 divisiones de infantería, 11 divisiones acorazadas, 22 divisiones motorizadas, 5112 bombarderos, 5747 cazas y 4907 planeadores y aviones de transporte, en esta gran fuerza aliada, participaron: Americanos, Británicos, Canadienses, Franceses y Polacos. Y ya en tierra esperando en tierra unidades menores, tropas checas, belgas y holandesas.

Y aunque pareciera por todas las tropas y países que participaron, se diría que no tendrían rival, en las orillas de Normandía (Francia), los alemanes tenían preparadas sus tropas, y no eran para nada despreciables, ello tenían la ventaja ya que no temían por destruir el territorio y ellos ya estaban instalados en esa área, su ejercito se constituida por nada menos que: 49 divisiones de infantería, 10 divisiones acorazadas, 1700 tanques, 115 aviones de transportes, aproximadamente 190 bombarderos, aproximadamente 128 cazas, 3 destructores, 32 submarinos ( aunque algunos de ellos inservibles), 38 lanchas rápidas.

Estas tropas comandadas por Rommel no tuvieron éxito debido a que Hitler estaba convencido de que el desembarco en Normandía era solo una maña para lograr algo, y que la verdadera invasión iba a ser por el norte del río Sena. Por este motivo, se negó a dejar partir a las divisiones que se encontraban por allí e insistió en que llegaran refuerzos a otras zonas distantes. Por culpa de que Hitler pensó mas de lo que debió haber pensado, y tratar de anticipar lo que nunca paso, no mando los refuerzos que debió y por eso los aliados se apoderaron del occidente y recuperaron una gran parte de Francia.

Desarrollo.

El día D se había planeado desde 1942, claro que no se pudo hacer debido a que todavía no habían podido juntar las tropas y el material necesario para llevar esta operación de tal magnitud. En 1943 la atención principal la llevo el teatro de operaciones de Italia, así que tuvo que posponerse otro año. En 1944, al fin el año ideal. El gran ejército alemán había sido reducido gracias a las guerras que tuvo por varios frentes. Entonces la fecha se fijo para el 5 de junio de ese año, pero no se pudo hacer debido a que ese día se desato una tormenta sobre el canal, que maltrataría y dificultaría mas aun la posibilidad de llevar tal ejercito anfibio marino y aéreo. El gran día se asestaría el 6 de junio, fecha la cual no podía ser postergada nuevamente, si se quería mantener todo en secreto.

En 1942 Hitler ya se había enterado de que se iba a realizar una invasión aliada en Francia, y desde entonces mando a preparar trincheras y muros para esperar esta invasión.

A fines de abril de 1944 todo estaba ya preparado para el ataque a la “ Fortaleza Europea”. La “Operación Overlord” había sido concretada en casi todos los detalles por los altos mandos aliados. El proyecto definitivo del desembarco en Normandía preveía el empleo de siete divisiones, más dos de reserva, en la zona comprendida en la boca de Orne y la Pointe du Hoc.

Como había dicho Montgomery y como luego dirá Eisenhower, aquellas fuerzas eran insuficientes. Sin embargo, los jefes de Overlord, emplearon dos meses para convencer a sus gobiernos de que concedieran los aumentos, y hasta el 24 de Marzo no llegó la favorable decisión final. Se estableció que de los 6500 medios de desembarco, la mitad sería suministrada por los Estados Unidos, pero hizo falta un período aún más largo para convencer a Norteamérica de que pusiera a disposición del vicealmirante Ramsay los barcos de guerra de que había urgente necesidad.

El 15 de abril la marina de Estados Unidos envió al mando de Overlord tres acorazados, tres cruceros y cuarenta destructores. En cuanto a las marinas británicas y canadienses, intervinieron con cuatro acorazados, dos monitores, veintiún cruceros y ciento dieciséis destructores, mientras que otros once barcos pertenecían a diversos países aliados. Faltan por sumar quinientos cincuenta y tres unidades navales entre corbetas, fragatas, cañonero, unidades antisubmarino y lanchas torpederas.

Gracias a la insistencia de Montogomery (“ o cambian el plan, o me cambian a mí”) fue aumentando también el número e las divisiones aerotransportadas (de 1 a 3). Se trataba de 20.000 hombres especialmente adiestrados que el día “D” serían lanzados en medio de las líneas alemanas para abrir una brecha a lo grueso de las fuerzas que llegaría del mar.

Por motivos de seguridad los nombres de las localidades y de las playas que se efectuaría el desembarco fueron enmascarados bajo denominaciones convencionales.

En el momento que fue fijada la fecha del día “D” para el 1 de mayo de 1944, a Eisenhower no le convenció e insistió para retrasarlo todo al menos un mes. Eisenhower que no ocultaba su temor de ver fracasar la gigantesca empresa acaso por un error, comprobaba y revisaba los proyectos operativos con la minuciosidad de un científico. Sus colaboradores decían bromeando que “ Ike sufre del complejo de Armada Invencible”.

En enero de 1943 Eisenhower se había trasladado ya a Inglaterra y se había instalado en Londres. Cuando localizaron la presencia de Eisenhower y la comunicaron a Berlín, Alemania supo que la invasión desde el oeste no era sólo una hipótesis sino que pronto se convertiría en realidad.

En pocos meses fuerzas grandiosas habían sido concentradas en Inglaterra. Los grandes grupos procedentes de Estados Unidos podían ya atravesar tranquilamente el océano, Por el Atlántico se había abierto la gran calzada que debía conducir a la liberación de Europa. En pocos meses habían llegado de Norteamérica millones de toneladas de material bélico que ya no se sabía donde almacenar. Además de los materiales habían llegado también los hombres. Para la mayoría de los ingleses, los soldados americanos representaban una novedad y también motivo de asombro.

Además de los americanos concentrados en los cuarteles en la espera del día “D”, había también 1.750.000 soldaos británicos, 175.000 soldados del Imperio y 44.000 voluntarios procedentes de las distintas naciones europeas. En total, un ejército de 3.500.000 de hombres, y a su disposición más de 20.000.000 de toneladas de material bélico, casi todo procedente de Estados Unidos.

En junio de 1944 los alemanes ya llevaban cuatro años y nueve meses combatiendo y habían sufrido durísimas derrotas. Pero Hitler en su lúcida locura seguía decido a resistir y a esperar, Probablemente su única esperanza era que el intento de desembarco fracasase en la primera prueba. De este modo Alemania había podido continuar la guerra mucho más tiempo.

Hitler desafió a los aliados a intentarlo “Estoy convencido que los aliados son incapaces de resolver el problema del desembarco” ( esto lo había declarado públicamente en diciembre de 1943).

Los medios de defensa a disposición de Alemania eran verdaderamente bastantes modestos. Al contrario que los ingleses, americanos y rusos, que podían emplear inagotables reservas humanas reclutando hombres, los alemanes no tenían a nadie a quien confiar la tarea de llenar los huecos que se habían abierto.

Excepto Hitler, todos los jefes alemanes esperaban la invasión por Calais. También Erwin Rommel tenía esta firme convicción.

Rommel, como los otros militares de carrera, habían llegado a esta conclusión, siguiendo conceptos tradicionales.

Rommel como muchos otros generales tenían un recelo total hacia el pensamiento militar de Hitler, y por tanto, hacer lo contrario de lo que le decía debía ser necesariamente lo acertado.

Los alemanes no estaban tan a oscuras como se podía creer. En realidad sus servicios secretos habían conseguido noticias importantes, aunque no habían logrado enlazarlas y valorarlas exactamente.

Terminados los preparativos, llevados a buen fin los agotadores ejercicios de los hombres destinados a participar en la empresa, no quedaba más que decidir con exactitud cual sería el “Día D”, el “día del desembarco”. La elección no fue fácil. Era indispensable conciliar diversas exigencias. Según los expertos, estas condiciones indispensables para el éxito de la operación sólo concurrirían los días 5, 6, 7, 19, 20 y 21 de junio. Eisenhower optó por la primera semana del mes. No quería perder más tiempo.

La elección de 5 de junio, con vista a tres días consecutivos

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