Discurso Holocausto

hoy vengo a hablar de un tema que no es menor en nuestra sociedad, un hecho, el cual nos cambio como definición de siglo, también generó un cambio de nuestra definición de personas y como sociedad y definitivamente como MUNDO

y… estoy hablando de la II Guerra mundial como termino generalizado, pero también me quiero referir a un hecho más especifico… El holocausto judío. Este tema tan polémico, a pesar de ser un hecho que ocurrió hace muchos años, es un tópico que aún trasciende en nuestro siglo, ya que lamentablemente define y “justifica” algunas de nuestras actitudes como sociedad y “justifica el ambiente en el cual convivimos hoy”.

II Guerra mundial, ocurrida entre 1939 y 1945, hecho que tuvo como problema los enfrentamientos entre potencias aliadas y potencias del eje, que sumadas daban un total de 70 países en combate. La mayor consecuencia de este terrible hecho fue la cantidad impresionante de muertos, que llegaron a sumar un total de 60 millones, es decir, el 2% de la población mundial de aquella época, lo que convierte a la II Guerra Mundial en el conflicto armado más sangriento de la historia. El hecho que no deja de ser menor y no puede ser olvidado por ningún motivo es el HOLOCAUSTO. El 20% de las muertes por la segunda guerra mundial pertenecen a las del Holocausto.

Pero señoras y señores los invito a cuestionarse y a hacerse algunas preguntas… ¿Qué pensamos cuando hablamos de Holocausto? ¿Habrá una diferencia entre el pensamiento del ayer y el hoy? ¿En el mundo en el cual vivieron nuestros abuelos, a al mundo en el que vivimos nosotros? Cuando hablamos de Adolf Hitler, ¿Qué pensamos? ¿Genocida, Anticristo, héroe o un ser sin alma? En definitiva las respuestas a estas preguntas quedan en el criterio de cada ser.

Pero debemos ser claros y no podemos negar los hechos, el suceso que ocurrieron, Sucesos de tan grandes magnitudes que ¡JAMÁS! Podrán ser olvidados, suceso nos cambio como sociedad y más que nada nos cambio el mundo en el que estamos…

Antes se tenía una visión mundo, como un mundo donde habitaban seres competitivos, que se dejaban llevar por lo que querían lograr o tener, cosa que para las personas de esa época “podía justificar el hecho de tantas guerras”. ¿Pero como justificamos el suceso de un genocidio? ¿Un genocidio sin piedad alguna?

Señores… No hay justificación alguna para un hecho tan horrible… Alemania nos enseño la peor cara del ser humano.

Las cosas malas nunca se olvidan… es simple… no se pueden dejar pasar. Lamentablemente esta barbaridad no es la excepción, ya que nos dejó una marca en nuestro siglo, el mismo siglo, nuestro mundo que nos toco vivir… el mundo en que vivimos el día a día, el mismo siglo en el que vives tu, vivo tu, el que están viviendo tus hijos, amigos o familiares y es el mismo siglo que vivirán las generaciones venideras. Y que tristemente no estemos presentes para ver como reciben este hecho como comunidad o sociedad.

Terriblemente la marca que nos deja este hecho es un cambio en el ser humano en su máxima esencia, esa esencia que se encuentra en la mente, la cual nos hace ver la vida de una forma u otra, de la forma en que vemos nuestro mundo y nos desarrollamos en el. Si tomamos a una persona pre-holocausto y a una persona Post-holocausto (Una persona que está viviendo este siglo) La diferencia es gigante.

La sociedad de antes vivía la vida de una forma más estructurada, planeaban el mañana, tenían más esperanza… El pensamiento de un ser de nuestro siglo es diferente, hoy nos encontramos con una sociedad escéptica, agnóstica y que vive la vida sin estructura alguna, ya que de alguna manera inconsciente nos damos cuenta de lo que es capaz el ser humano, de la tal maldad que puede llegar a superar los límites, el ser humano de nuestro siglo, vive sabiendo que tal vez mañana en la mañana

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