ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Domingo Guzman


Enviado por   •  19 de Junio de 2014  •  399 Palabras (2 Páginas)  •  171 Visitas

Página 1 de 2

Miqueas

Miqueas contemporáneo de Isaías, Miqueas hombre del campo; Isaías, noble y culto. Miqueas, era de Moreset, pueblo a orillas de la llanura por donde pasaban los ejércitos de Asiria. Conocía los sufrimientos y la destrucción de la guerra y también la explotación del campesino. Un día lo llamó Dios y le dio fuerza, justicia y valentía para denunciar los pecados de Israel.

Contra Samaria y Jerusalén.

Escuchen todos los pueblos; que pongan atención la tierra y todo lo que contiene, pues el señor Yahvé sale de su palacio santo para someterlos a ustedes a juicio Is. 3,19. miren como al bajar Yahvé y caminando por las cumbres de la tierra a su paso se desmoronan las montañas y los valles.

Jacob es el responsable de todo esto y los hijos de Israel con sus pecados. Echaré a rodar piedras por el valle y así quedarán a la vista sus cimientos. las estatuas serán hechas pedazos y sus ídolos serán lanzados al fuego, porque fueron comprados con el salario de sus prostitutas.

Contra los ricos.

Pobre de ustedes que meditan la injusticia, toda la noche traman mal y al amanecer lo ejecutan.

Si les gustan campos, casas se apoderan de ello.

Por eso dice Yahvé, yo también framo el mal contra esa gente, una desgracia tan grande que no podrán hacerle el quite ni caminar con la frente en alto.

Jefes y profetas oprimen al pueblo: escuchen jefes de Jacob, señores de las tribus de israel. ¿No deberían conocer lo que es justo? ¿por qué, pues, odian el bien y aman el mal? Ustedes descueran vivos a los de mi pueblo les arrancan la carne y parten sus huesos y los echan a oya. resuena la voz de Yahvé dando aliento a los que respetan su nombre, que escuche esa ciudad, cuyos se enriquecen en base a crímenes y su lengua sólo pronuncia mentiras.

Sembrarás pero no podrás cosechar, moleras las aceitunas pero no aprovecharas en aceite Dt. 28,30.

Poema del tiempo del destierro.

Jerusalén se levanta.

Apacienta con tu vara a tu pueblo, al pequeño rebaño que te pertenece y que permanece aislado en medio de matorrales en una zona de excelentes pastizales. Sal. 74,1. ¿qué Dios hay como tú, que aguanta la falta de respeto y que perdona la desobediencia de su grupo escogido? ¿quien como tú, que no se enoja por mucho tiempo, pues te gusta perdonar?

Por eso una vez más te compadeceras de nosotros y pisotearas nuestras faltas.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.3 Kb)  
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com