ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Celebración de la santa misa en honor a Santo Domingo de Guzmán


Enviado por   •  25 de Octubre de 2013  •  Tutoriales  •  2.497 Palabras (10 Páginas)  •  350 Visitas

Página 1 de 10

CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA EN HONOR A SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

Hermanos y hermanas: El evangelio nos comunica la gran promesa que nos deja Jesucristo. Si en verdad estamos unidos a él, si en verdad somos sus representantes o embajadores, si en verdad vivimos la Voluntad del Padre todos los días de nuestra vida, el Padre, nos concederá todo lo que necesitemos para que nuestra vida sea completa y feliz. Jesús te damos gracias porque tus enseñanzas son tan concretas y prácticas. Tú sabes cuán débiles somos, por favor ayúdanos a tener el coraje de ser tus representantes, de mostrar a todos que estamos unidos a ti y que llevamos buenos frutos; tal como lo hizo Santo Domingo de Guzmán con los suyos.

I. RITOS INICIALES

1. CANTO: Juntos Cantando La Alegría

Juntos cantando la alegría de vernos unidos en la fe y el amor.

Juntos sintiendo en nuestras vidas la alegre presencia del Señor.

Somos la iglesia peregrina que El fundó somos un pueblo que camina sin cesar entre cansancios y esperanzas hacia Dios nuestro amigo Jesús nos llevará.

Hay una fe que nos alumbra con su luz una esperanza que empapó nuestro esperar aunque la noche nos envuelva en su inquietud nuestro amigo, Jesús, nos guiara.

El Señor nos acompaña al caminar con su ternura a nuestro lado siempre va si los peligros nos acechan por doquier nuestro amigo Jesús nos salvara.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 15,5-6

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano; me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.

ACTO PENITENCIAL

2. CANTO: Tú Que Siempre Nos Perdonas

Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos perdonas,

Señor, ten piedad.

Tú que siempre nos escuchas porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos escuchas, Cristo, ten piedad.

Tú que siempre nos ayudas porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos ayudas,

Señor, ten piedad.

GLORIA

3. CANTO: Gloria Aleluya

Gloria, gloria, aleluya (3) En nombre del Señor.

Gloria al Padre que ha creado todo el mundo por amor. Gloria al Hijo que ha nacido por salvarnos del dolor. Gloria demos al Espíritu divino del amor, cantemos al Señor.

Gloria, gloria, aleluya (3) En nombre del Señor.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que Santo Domingo de Guzmán, insigne predicador de tu palabra, ayude a tu Iglesia con sus enseñanzas y sus méritos, e interceda también con bondad por nosotros. Por nuestro señor Jesucristo. Amén.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA Dt 30,15-20

Lectura del libro del Deuteronomio

Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y por la otra, el mal y la muerte. Lo que hoy te mando es que tú ames a Yahvé, tu Dios, y sigas sus caminos. Observa sus preceptos, sus normas y sus mandamientos, y vivirás y te multiplicarás, y Yahvé te dará su bendición en la tierra que vas a poseer. Pero, si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses para servirlos, yo declaro hoy que perecerás sin remedio. No durarás largo tiempo en el país que vas a ocupar al otro lado del Jordán.

Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia. Ama a Yahvé, tu Dios, escucha su voz, uniéndote a él, para que vivas y se prolonguen tus días, mientras habites en la tierra que Yahvé juró dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Sal (23)

R. Benditos los que buscan tu rostro, Señor.

- Del señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano.

R. Benditos los que buscan tu rostro, Señor.

- ¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente.

R. Benditos los que buscan tu rostro, Señor.

- Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.

R. Benditos los que buscan tu rostro, Señor.

SEGUNDA LECTURA 1 Jn 4, 7-12

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan

Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él.

En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. A Dios no lo ha visto nadie jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

4. CANTO: Aleluya (Busca Primero)

Busca primero el Reino de Dios y su justicia Divina, y lo demás añadido será. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. (2)

Cf. Jn 15:16

“Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.” – dice el Señor.

EVANGELIO Jn 15, 1-16

Lectura del Santo Evangelio según san Juan

R. Gloria a ti, Señor.

"Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Una rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com