EL BOLIVARIANISMO- MILITARISMO UNA IDEOLOGÍA DE REEMPLAZO (INTERPRETCIÓN CRÍTICA DE LECTURA)
zulyontiveros18 de Enero de 2015
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La cultura de la dominación a través del tiempo se expresa de diferentes formas, a veces puede pasar desapercibida es decir, no necesariamente se corresponde con la fuerza de las armas, control de capital, producción, circulación de mercancías y hasta la distribución internacional del trabajo, sino que suele acompañarse de la comunicación y las ideas; éstas pueden de manera consciente, premeditada o no, interferir una realidad y actuar como objeto de dominación, la historia de Latinoamérica ha estado signada por este concepto de pretendida dominación; desde mucho antes situación que ha condicionado en el devenir del tiempo actual que viven muchos de estos países actualmente en situaciones y condiciones acordes con la realidad y dinámica propia de los mismos.
La característica más resaltante y común que han tenido la mayoría de los países en Latinoamérica son los gobiernos personalistas que han tenido en su historia política, dicho personalismo definido como la adhesión a una persona o la tendencia que ella representa, sobre todo en política cuya máxima expresión está presente en el caudillismo fenómeno social y político que surge durante el siglo XIX en Latinoamérica, consistente en la aparición en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes, que depositaban en el caudillo la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad de resolver los problemas comunes.
Su poder se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares el cual se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país; tuvo prolongados periodos y en algunos casos desemboco en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizo las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas; entre las características más resaltantes de los caudillos esta la actuación es personalista, autoritaria y arbitraria de los mismos, su carisma es el sostén de su influencia como jefe guerrero y político, alcanzaban el poder por la fuerza o mediante promesas democráticas, su área de influencia es local, regional o nacional, la ambición de poder del caudillo lo llevo a no reconocer límites institucionales para mantenerse en el gobierno mediante la búsqueda de fórmulas para perpetuarse en el poder, gozaba de gran capacidad de mando político-militar, la moral de su conducta y de su administración deja mucho que desear ante las acciones ejecutadas por el sistema de alianzas entre las relaciones clientelares, compadrazgos, apoyo popular, entre caudillos y militares, poseía grandes dotes oratorias y literarias y su figura se mantenía bajo el culto al ídolo, al héroe mediante la ideologización es decir, el culto a la personalidad en Venezuela dicho fenómeno político el de mayor trascendencia en el siglo XIX venezolano.
Al respecto, en Venezuela el culto a la personalidad ha sido una constante a través del tiempo pues es casi imposible hablar la historia republicana venezolana sin mencionar la presencia de algún héroe en las diferentes etapas de la vida republicana del país; siendo esta forma como se configura en nuestra realidad los héroes que son los actores alrededor de los cuales se desarrolla nuestro modo de enfocar nuestra vida diaria o sea el culto a los héroes contribuye a tener una disciplina social cohesionada la identidad nacional, por tanto a través de la exaltación del héroe se busca un modelo de conducta que debe ser admirado sin límite, imitado; pues es exaltado como un ser abnegado, fiel y leal al servicio de los principios de libertad, igualdad, progreso este es considerado como un modelo de conducta a seguir por los ciudadanos conllevando a la siembra del culto a los héroes.
En Venezuela también ha ocurrido lo mismo, el Estado siempre ha sido el principal promotor de este culto, con la finalidad de mantener la presencia histórica del héroe para que sirva de motivación de las acciones; también ha sido usado como desagravio de las diferencias; con este culto se trata de buscar en el pasado los hechos heroicos para justificar las faltas del presente, es así como la historia de Venezuela se ha construido sobre la base de un conjunto de hechos llenos de glorias llevados a cabo por hombres guerreros, forjados en la guerra por la independencia, los cuales han sido deshumanizado para convertirlos en héroes de acuerdo a su trascendencia en la historia patria venezolana, no obstante en la figura de Bolívar Padre de la Patria y de genio de la independencia nacional se generó un culto que dio paso con el tiempo al desarrollo de un exaltado bolivarianismo que fue típico de la Venezuela de finales del siglo XIX; dicho culto al Libertador empezó abiertamente después de las exequias a sus restos trasladados desde Santa Marta en 1842 por José Antonio Páez será posteriormente en el período de Antonio Guzmán Blanco cuando alcanza su apogeo cuando este apeló al recuerdo de Bolívar y al de la Guerra de Independencia para legitimarse en el poder y fortalecer la conciencia nacional.
En relación al tema, German Carrera Damas en su obra El Culto a Bolívar señala que este se ha instaurado para dar legitimidad al Estado nacional en circunstancias históricas específicas, ha llegado a constituir en el eje central del pensamiento venezolano el mismo se ha extendido hasta tal punto el alcance del culto que en la mente de muchos venezolanos, ha llegado a producirse una identificación entre los signos elementales del culto y la nación; este exagerado culto a Bolívar convertido a veces en santería y la utilización perversa que se hace de él para casi todo, para Carrera Damas dicho culto son tres las líneas fundamentales que lo sustentan en Venezuela en primer lugar el convertirlo en factor de unidad nacional, con su principio del orden; en segundo lugar convertirlo en fuente de inspiración política y en tercer lugar convertirlo en factor de superación nacional, como religión de la perfección moral y cívica del pueblo convirtiéndose en el tiempo en un culto de un pueblo en un culto para un pueblo.
El mismo autor en su libro El Bolivarianismo- Militarismo una Ideología de Reemplazo hace referencia a los momentos de crisis de la democracia que vive el país argumentando que la crisis del socialismo la ideología gobernante desde 1999 ha generado un panorama de desorientación ideológica que ha abierto el campo a ideologías de reemplazo, como es el caso del llamado por este el fenómeno Bolivarianismo- Militarismo constituyéndose en la expresión debacle del socialismo venezolano; este fenómeno se encuentra basado en el uso el culto a Bolívar con fines ideológicos políticos; la obra consta de seis ensayos sobre el uso del renombre y prestigio de Simón Bolívar a lo largo de la historia con fines ideológicos.
Inicia con un primer ensayo titulado Alternativas ideológicas en América Latina Contemporánea el caso de Venezuela: el bolivarianismo-militarismo, hace referencia de forma generalizada acerca de la crisis a nivel de ideologías que vive América Latina propiciando una confusión de carácter ideológico; las mismas tienen su origen en la crisis de finales del siglo XX producto del fracaso de la Unión Soviética circunstancia de orden histórico mina políticamente a la izquierda autocrática pues su bandera la representaba la URSS; situación que conllevo al reordenamiento de las sociedades latinoamericanas a nivel sociopolítico en consonancia con la ideología imperante del momento el liberalismo pero sin abandonar del todo el socialismo, tal momento desencadeno la búsqueda de nuevas alternativas a nivel ideológico y político, es decir fue necesario recurrir a la ideología de reemplazo acudiendo a los mitos fundacionales de las diversas nacionalidades, en recombinación con lo que quedaba del socialismo.
En relación a la desorientación ideológica la misma tiene diversas expresiones tanto colectivas como individuales dependiendo del alcance o naturaleza de las mismas, las primeras fundamentadas en los diferentes movimientos sociales, políticos, nacionalistas, fundamentalistas que sin tener una base ideológica se identifican con las vigentes asimismo sucede con las individuales o personalistas las cuales no se ubican en ningún lado en específico, por tanto estas ideologías de reemplazo son una concepción y producto de la conducta humana es decir, el resultado de un sistema de creencias fundamentadas en los mitos y esperanzas colectivas de carácter libertario apoyada por símbolos, fetichismos, el culto a la personalidad que respaldan acciones políticas y generan en el inconsciente colectivo una modelo ideológico.
Ante la escases de modelos ideológicos en América Latina dicha situación ha llevado al surgimiento de modelos ideológicos mixtos de concepciones políticas que conjugan al socialismo y la democracia surgiendo un socialismo democrático donde el primero proporciona la base ideológica marxista leninista que es la seguridad social y la igualdad en la repartición de la riqueza producto de las relaciones de producción y la segunda el fundamento del liberalismo como son la libertad económica basada en el conocimiento de la realidad donde los empresarios y comerciantes tienen un mercado que se regula por libre concurrencia, el respeto a los derechos políticos y humanos todos enmarcados dentro del contrato social y el Estado de derecho como regidor de las leyes.
Venezuela no ha escapado a esta situación específicamente en 1999 y
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