EL HOMBRE Y SOCIEDAD

La vida de los seres vivos, entre ellos la del hombre, se desarrolla en el contexto de un hábitat que está compuesto por uno o un grupo de ambientes. En tanto un hábitat constituye una región de residencia donde a partir de condicionamientos, circunstancias e impulsos exteriores ciertos seres vivos cumplen funciones a través de sus acciones. Desde los tiempos antiguos el hombre ha necesitado de la colaboración de otros para satisfacer sus necesidades y así poder desarrollarse tanto moralmente como intelectualmente, el hombre al sentirse parte de un grupo tiene la necesidad de competencia y liderazgo y así poder sobresalir en todos los aspectos en una sociedad.

El ser humano necesita interactuar y mantener una comunicación constante con los demás es por eso que es necesario pertenecer a una sociedad, una sociedad en donde el tendrá que estar en una actividad constante, en donde deberá estar al margen y al tanto de los lineamientos por los cuales dicha sociedad se rige. Así es como cada individuo va formando su identidad específica en la interacción con los demás miembros de su campo social en la que tiene que acreditarse y poder pertenecer a dicha sociedad.

Todo ser humano desde su nacimiento, nace perteneciendo a una sociedad la cual empieza en la familia en donde cada individuo se va formando mediante valores y normas mismas que va a ir empleando conforme vaya evolucionando tanto moralmente como intelectualmente. El hombre empieza a ser un ser social cuando entra en contacto con otras personas misma que le van a ayudar a desarrollarse y comunicarse con los demás, además de que va a ir adaptándose a la cultura en la cual dicha sociedad pertenece.

Es así como se puede decir que una sociedad es la parte principal para el desarrollo de un individuo ya que sin el apoyo de esta el ser humano no tendría la capacidad para salir adelante.

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