EMPIRISMO Y RAZIONALISMO
LJHM16 de Mayo de 2013
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EMPIRISMO Y RACIONALISMO
- EL EMPIRISMO
Definición de empirismo: EL EMPIRISMO es la tendencia filosófica que considera la EXPERIENCIA como criterio o NORMA DE VERDAD EN EL CONOCIMIENTO.
Como tal se refiere a la EXPERIENCIA (del gr. empírea) en su segundo significado:
- no es "participación personal en situaciones repetibles" (con significado personal y subjetivo)
- sino que la experiencia repetida de ciertas situaciones nos ofrece un criterio (objetivo e impersonal) para conocer las cosas (o las situaciones).
El empirismo se caracteriza por dos aspectos fundamentales:
a) NIEGA LA ABSOLUTIZACIÓN DE LA VERDAD o, como mínimo niega que la verdad absoluta sea accesible al hombre.
b) Reconoce que TODA VERDAD DEBE SER PUESTA A PRUEBA y, a partir de la experiencia, puede eventualmente ser modificada, corregida o abandonada.
NO SE OPONE de ninguna manera A LA RAZÓN, pero niega la pretensión de establecer VERDADES NECESARIAS, es decir, verdades que valgan de una manera tan absoluta que se haga innecesaria, absurda o contradictoria su verificación o su control.
La mayor parte del tiempo actuamos o pensamos de manera empírica. Esperamos que sucedan las cosas más por hábito o costumbre que por razonamiento científico. En este sentido, el EMPIRISMO se contrapone al RACIONALISMO.
EL RACIONALISMO
Definición de racionalismo: El RACIONALISMO es la TENDENCIA FILOSÒFICA que considera LA REALIDAD GOBERNADA POR UN PRINCIPIO INTELIGIBLE al que la razón puede acceder y que, en definitiva, IDENTIFICA LA RAZÓN CON EL PENSAR.
En sentido general se contrapone al IRRACIONALISMO (no al empirismo), y a lo largo de la historia ha conocido múltiples variantes:
- racionalismo ético: se denomina así al intelectualismo moral socrático.
- racionalismo metafísico: el racionalismo platónico (que considera la realidad ordenada según el modelo ideal y final del Bien).
- racionalismo religioso: es el de los deistas (Kant, los Ilustrados, la Revolución francesa…) que identifican la verdad revelada con los datos últimos de la razón y creen en un dios racional pero no providente.
- racionalismo ontológico: es el pensamiento hegeliano (para quien el proceso de lo real coincide con l'autorealización de la Razón o Espíritu).
Los diversos tipos de racionalismo (cartesianos o no, platónicos o no, hegelianos o no!) defienden todos la tesis de que LA RAZÓN NO ES UNA FACULTAD (psicológica) sino una concatenación de verdades necesarias.
En cambio, la tesis del racionalismo es, como se ha dicho, que no hay verdad necesaria, que toda verdad puede ser puesta a prueba, controlada y, eventualmente, modificada o abandonada.
LA DIALECTICA MATERIALISTA
La dialéctica: Término procedente del verbo griego "dialeghestai" que se refiere originalmente al arte del diálogo y de la discusión razonada ("dialectiké techné") y que adquirirá distintos significados a lo largo de la historia del pensamiento.
En Platón la dialéctica se opone a la erística, y se identifica generalmente con el movimiento ascendente del alma en busca de una comprensión cada vez más universal de la realidad, que culminaría en el conocimiento de la Idea, tal como lo expone, por ejemplo, en la "alegoría de la línea" (República, VI). En este sentido, formarían parte de la dialéctica platónica dos movimientos lógicos, uno de "composición" (en busca de una mayor generalización) y otro de "división" (el establecimiento de las distinciones entre los distintos géneros).
En Aristóteles la dialéctica se identifica con la parte de la lógica que se ocupa del estudio del razonamiento probable, pero no de la demostración, por lo que el término irá quedando asociado, así, a la habilidad para argumentar, confundiéndose a menudo con la retórica, y terminando por adquirir un significado peyorativo que todavía se puede observar en la filosofía de Kant, quien considera que la dialéctica es una mera "lógica de la apariencia".
En Hegel la dialéctica volverá a convertirse en el núcleo mismo de la filosofía, siendo considerada como un método de conocimiento y como la expresión del devenir de la realidad (de su despliegue y realización) en la que la oposición sujeto/objeto se manifiesta como la unión de elementos opuestos en una síntesis que lleva a la comprensión de la realidad como Absoluto.
La dialéctica hegeliana es asumida por Marx, quien manifiesta haber invertido sus fundamentos, para terminar concibiendo la síntesis superadora no como la simple reconciliación de la unidad originaria de la Idea, sino como la eliminación del momento negativo de la realidad, a la que, en su dimensión social, concibe como al devenir hacia el comunismo.
Dialéctica materialista
Materialismo dialéctico.
La más simple e influyente formulación del materialismo dialéctico se halla en Engels, que creyó con ello no desviarse de Marx o, en todo caso, creyó completar a Marx. La formulación de Engels se ha incorporado al marxismo. Esto no quiere decir que sólo los marxistas sean materialistas dialécticos. Ello puede ocurrir de varios modos, entre los cuales sobresalen dos: como un intento de suplementar y sistematizar el marxismo en forma distinta del conglomerado hoy tradicional «Marx-Engels-Lenin», o «marxismo-leninismo»; o bien como una posibilidad para el futuro, cuando se haya «absorbido» por completo la razón analítica y positiva que se supone caracteriza aún las ciencias y éstas puedan constituirse dialécticamente, o materia listica-dialécticamente.
Engels desarrolló el materialismo dialéctico en la obra "La transformación de las ciencias por el Sr. Dühring" (Herrn Dühring Umwälzung der Wissenschaften, 1878; publicada como una serie de artículos en Vorwärts, 1877), conocida con el nombre de Anti-Dühring, y también en una serie de 2148 manuscritos procedentes de 1873-1883 y publicados por vez primera en 1925 con el nombre Dialektik der Natur (hay posteriores ediciones, más fidedignas; trad. esp. con introducción por Manuel Sacristán). Aunque Engels se opuso al idealismo, incluyendo el idealismo de Hegel, encontró en este autor apoyo para una «filosofía de la Naturaleza» que descartara y superara el materialismo mecanicista, característico de gran parte de la física (mecánica) moderna y en particular de las interpretaciones filosóficas de la ciencia moderna que proliferaron en el siglo XIX por obra de Ludwig Büchner y otros autores. Este materialismo es, según Engels, superficial y no tiene en cuenta que los modelos mecánicos no se aplican a nuevos desarrollos científicos, tales como los habidos en química y en biología, y especialmente tal como se manifiestan en la teoría de la evolución de las especies. El materialismo «vulgar» mecanicista no tiene tampoco en cuenta el carácter práctico del conocimiento y el hecho de que las ciencias no son independientes de las condiciones sociales y de las posibilidades de revolucionar la sociedad.
Mientras el materialismo mecanicista se apoya en la idea de que el mundo está compuesto de cosas y, en último término, de partículas materiales que se combinan entre sí de un modo «inerte», el materialismo dialéctico afirma que los fenómenos materiales son procesos. Hegel tuvo razón en insistir en el carácter global y dialéctico de los cambios en los procesos naturales, pero erró en hacer de estos cambios manifestaciones del «Espíritu». Hay que «invertir» la idea hegeliana y colocar en la base la materia en cuanto que se desarrolla dialécticamente. La dialéctica de la Naturaleza procede según las tres grandes leyes dialécticas:
• ley del paso de la cantidad a la cualidad,
• ley de la interpenetración de los contrarios (u opuestos) y
• ley de la negación de la negación.
Negar que hay contradicciones en la Naturaleza es, según Engels, mantener una posición metafísica; lo cierto es que el movimiento mismo está lleno de contradicciones. Son contradicciones «objetivas» y también «subjetivas». Sin la constante lucha de los opuestos no pueden explicarse los cambios.
El carácter de lucha y oposición de contrarios es, según Engels, universal. Se manifiesta no sólo en la sociedad y en la Naturaleza, sino también en la matemática La negación de la negación se manifiesta en que de un germen procede una planta que florece y muere, produciendo otro germen que vuelve a florecer. También se manifiesta en que la negación de una cantidad negativa da una positiva. El materialismo dialéctico no es, según Engels, contrario a los resultados de las ciencias; por el contrario, explica, justifica y sintetiza estos resultados.
En la Dialéctica de la Naturaleza, Engels se manifestó en desacuerdo con considerar la necesidad o lo necesario como lo único interesante desde el punto de vista científico y el azar o lo casual como indiferente para la ciencia, pues así "cesa toda ciencia, ya que ésta debe precisamente investigar lo que no conocemos". Consideró que la metafísica está cautiva de la contraposición que media entre casualidad y necesidad y no entiende cómo lo casual es necesario y lo necesario, al mismo tiempo, casual. "El determinismo, que pasa del materialismo francés a las ciencias naturales, trata de resolver el problema de lo casual pura y simplemente negándolo. Según esta concepción, en la naturaleza reina sencillamente la necesidad directa". En cambio, Darwin fundamentó la necesidad de la evolución,
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