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Economía En La Nueva España


Enviado por   •  5 de Febrero de 2015  •  2.723 Palabras (11 Páginas)  •  327 Visitas

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Economía en la Nueva España

La conquista de México implico, en lo económico, una gran transformación del anterior sistema mesoamericano para adecuar el proceso productivo de la Nueva España conforme a los patrones europeos, no solo en cuanto a las técnicas de explotación y comercialización, si no también respecto a los productos mismos, puesto que la presencia de los españoles en el territorio hizo necesaria la producción de nuevos cultivos y especies de ganado, a fin de satisfacer las necesidades básicas alimenticias de los inmigrantes europeos, este proceso productivo tuvo que ajustarse, al sistema económico imperante en la metrópoli en el momento de la conquista, el Mercantilismo.

La introducción al sistema económico europeo no presento grandes dificultades en la Nueva España gracias a que encontraron altas culturas con estructuras sociales y económicas diversificadas las cuales, bajo un sistema estatal fuerte, hicieron posible la existencia de una dinámica actividad agropecuaria que, estimulada por el notable desarrollo de técnicas agro hidráulicas, había logrado un nivel de productividad “excedentaria”. Estas circunstancias permitieron que los virreinatos en México tuvieran un papel preponderante, no solo en el marco de las relaciones mercantiles entre los países del continente americano, sino que las que sostenían la metrópoli con el resto del mundo.

En el momento de la conquista de América, en Europa ya había comenzado a manifestarse, en lo económico, un sistema de mercantilismo basado en la idea generalizada de que la riqueza de un país se fundamentaba en la cantidad de moneda circulante que poseyera. De este modo, la política económica debía estar encaminada a conservar e, incluso, aumentar las reservas de los metales preciosos, mientras que en el plano comercial se debía procurar que el valor de las exportaciones superara al de las importaciones. Esto condujo al desarrollo de una política de expansión territorial que facilitara la apropiación de recursos naturales adicionales y una abundante disponibilidad de la mano de obra para la extracción de metales preciosos y el cultivo de productos con alto valor en el mercado.

Sin embargo, el modelo económico mercantilista no pudo ser puesto en práctica en los años inmediatamente posteriores a la conquista, pues fue necesario establecer primero todos los mecanismos – políticos, laborales y tecnológicos- .Un problema que debió resolverse en primera instancia fue la creación de las condiciones para organizar la fuerza de trabajo indígena, a fin de adecuarla a la explotación agropecuaria y minera, para lo cual se implantaron en las colonias americanas instituciones similares a las que operaban en España.

Los conquistadores y los migrantes estaban en condiciones de explotar las riquezas de la nueva gema de la Corona y para ello requerían la fuerza de trabajadores. Por esta razón, durante el periodo colonial en la Nueva España convivieron distintas formas de realizar las labores: La Encomienda, El Repartimiento, La Esclavitud y El Trabajo Asalariado, mismos que definirían distintos tipos de relación entre los vencedores y los vencidos.

La encomienda es la relación laboral más antigua del virreinato; Se inició tras la caída de Tenochtitlan, cuando Cortes “encomendó” grandes grupos de indígenas a sus soldados para que vigilaran la evangelización. A cambio de ello, los naturales debían prestarles servicios personales como trabajadores. A pesar de la posible justicia que- con la mentalidad de aquella época- tuviera este trato los encomenderos lo llevaron a extremos terribles y la explotación solo encontró su límite en la muerte de los naturales. Los excesos de los encomenderos y la crisis demográfica de los siglos XVI y XVII, dieron como origen la muerte de aproximadamente 24 millones de indígenas, lo cual reflejo en el mundo laboral: los trabajadores se convirtieron en un bien sumamente escaso.

Así una de las medidas que se tomaron para enfrentar este problema fue la importación de esclavos negros de África y las Antillas, quienes fueron destinados a las plantaciones agrícolas, los ingenios azucareros, las minas y algunos servicios urbanos. Su llegada a esta parte del mundo transformo la composición étnica del virreinato y dio paso a una serie de mestizajes que se reflejarían es la estructura social novohispana.

Por otra parte, y sobre todo gracias a las nuevas leyes, le encomienda se dio por terminada para dar paso a una nueva organización laboral: El Repartimiento, mismo que suponía que los indígenas tenían que repartir su tiempo de trabajo entre las labores que garantizaban su subsistencia y los servicios que prestaban a los conquistadores y los migrantes europeos.

La encomienda y el repartimiento solo eran viables en zonas donde existieran indígenas sedentarios, sin embargo, en el norte de la Nueva España la situación era distinta, razón por la cual se comenzaron a prestar servicios asalariados entre los mismo españoles.

La Minería

Durante los primeros años de vida colonial, el interés de los europeos se concentró en la obtención de oro lavando las arenas de ríos y los arroyos; incluso algunos de ellos iniciaron la extracción de este metal en minas de escasa profundidad. Sin embargo, el oro no tardo en agotarse o, por lo menos, su extracción presento dificultades que no podrían ser resueltas por los primeros mineros. Por fortuna en el centro y norte del territorio novohispano comenzaron a descubrirse yacimientos de plata: el hallazgo de las vetas de Zacatecas en 1546 y las de Guanajuato en 1554, abrieron nuevas posibilidades para el desarrollo minero, mismo que alcanzo uno de sus momentos más importantes gracias al descubrimiento de Bartolomé de Medina de una nueva tecnología que permitió mejorar el beneficio de la plata por medio del mercurio, mima que se conoce como “método de patio”.

En aquella época, los trabajos mineros enfrentaban cuatro problemas básicos: La necesidad de suministros, La falta de mano de obra, La ausencia de capitales y el Abasto de mercurio. El primero se resolvió gracias a la aparición de haciendas en las cercanías de los minerales, las cuales proporcionaron alimentos y materia prima (tal es el caso de la leña para las fundiciones). La carencia de mano de obra se solucionó gracias a la esclavitud y el trabajo asalariado: Los capitales se obtuvieron por medio de los préstamos que otorgaban los comerciantes y las capellanías de la iglesia. Sin embargo el abastecimiento del mercurio fue un problema casi irresoluble hasta la época de las reformas borbónicas, pues este metal tenía que importarse de Europa o Perú.

A pesar de los problemas que enfrentaba esta actividad es posible aceptar que ella – en

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