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El Español


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2013  •  527 Palabras (3 Páginas)  •  343 Visitas

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29 julio 2013

El camello y Zeus

Un día, cierto camello sentía envidia por los cuernos de un toro amigo suyo, y quiso obtener los suyos propios. Para esto fue a ver a Zeus, pidiéndole le regalara a él unos semejantes. Pero Zeus, indignado de que no se contentara con su gran tamaño y fuerza, no sólo le negó darle los cuernos, sino que además le cortó una parte de las orejas.

Moraleja: La envidia no es buena consejera. Cuando quieras mejorar en algo, hazlo con tu esfuerzo y por tu deseo de progresar, no porque tu vecino lo tenga

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Corazón para motivar

Un hacendado coleccionaba caballos y sólo le faltaba un ejemplar de una determinada raza. Un día se enteró de que su vecino tenía tal ejemplar y trató, día tras día, de persuadir a su vecino para que se lo vendiera. Cuando pudo hacerse al animal, un mes después el caballo enfermó y hubo necesidad de llamar al veterinario quien diagnosticó:

—Su caballo está con un virus y es necesario administrarle este medicamento por tres días consecutivos; luego de los tres días veremos si ha mejorado. Si no lo ha hecho entonces, no quedará más remedio que sacrificarlo. En ese mismo momento el cerdo escuchaba la conversación de los dos hombres. Al siguiente día le dieron el medicamento al caballo y, cuando se fueron, el cerdo se acercó al corcel y le dijo:

—¡Fuerza amigo! Levántate de ahí, si no, vas a ser sacrificado.

Al segundo día le dieron nuevamente el medicamento y, cuando se fueron, el cerdo se acercó y le dijo:

—¡Vamos mi gran amigo! Levántate, si no, vas a morir, vamos ¡yo te ayudo! Al tercer día le dieron el medicamento y el veterinario dijo:

—Probablemente vamos a tener que sacrificarlo

mañana porque puede contagiarles el virus a los demás caballos. Cuando se fueron el cerdo se acercó de nuevo y le dijo:

—¡Vamos amigo, es ahora o nunca! Ánimo... fuerza... Yo te ayudo... Vamos... un, dos, tres... despacio... ya casi... eso... eso... ahora corre despacio... mas rápido... fantástico... corre... corre... ¡Venciste campeón!...

En ese momento llega el dueño del caballo, lo ve corriendo y dice —¡Milagro! ¡El caballo mejoró... hay que hacer una fiesta!... ¡Vamos a matar al cerdo para festejarlo!

Cuántas veces en las empresas no se valora el esfuerzo de muchas personas cuyo apoyo pasa inadvertido

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