El Ruanda

En 1994 se suscitó en Ruanda una terrible guerra civil entre las etnias hutu y tutsi que provocó medio millón de muertos, se vivieron tiempos de locura que ahora con sumo tino son relatados en la conmovedora película Hotel Rwanda: La Matanza (Hotel Rwanda, 2004), el segundo largometraje del combativo Terry George.

Ese periodo histórico es revivido partiendo de la historia de Paul Rusesabagina (espléndidamente caracterizado por Don Cheadle), quien arriesgó su vida para salvar a más de mil refugiados. Él era el gerente de un hotel de cuatro estrellas, muy dedicado a su trabajo y su familia, hacía felices a los huéspedes del hotel consiguiéndoles finos tabacos cubanos y el whisky de mejor calidad. Su labor lo llenaba.

Cuando llegó la guerra, acogió en el hotel a cientos de refugiados, mostrando el valor que tiene la solidaridad humana en tiempos extremadamente difíciles. De origen hutu –y al estilo de Oscar Schindler, el protagonista del filme de Steven Spielberg La Lista de Schindler (1993)– se dio a la tarea de salvar a los tutsi de una muerte segura a base de machetazos, golpes y balazos, siempre apoyado por su abnegada esposa Tatiana (Sophie Okonedo), con quien sostenía una bella relación en compañía de sus cuatro hijos.

Él buscó el modo de moverse en este remolino de violencia, odio e incertidumbre, ese remolino donde el mundo vio lo que sucedía desde lejos y acaso sólo apoyó con tropas belgas a evacuar a varios extranjeros; el mundo prefirió mantenerse a la distancia y no inmiscuirse.

Hotel Rwanda: La Matanza es una película realmente conmovedora, que en ningún momento incurre en el panfleto ni el amarillismo, a pesar de las crudas escenas que nos muestra y de los cuerpos apilados; invita a una seria reflexión en torno al valor de la vida y la importancia de la solidaridad.

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