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El ascenso de la burguesía y el nuevo tipo de hombre: el burgués emancipado


Enviado por   •  2 de Junio de 2014  •  Tutoriales  •  4.310 Palabras (18 Páginas)  •  4.417 Visitas

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4.6. El ascenso de la burguesía y el nuevo tipo de hombre: el burgués emancipado.

EL ESTADO BURGUES

Para iniciar a hablar del Estado burgués debemos de mencionar algunos precedentes históricos que marcaron el transito del feudalismo hacia el capitalismo, como parte del desarrollo dialéctico de la sociedad, en la cual las viejas relaciones de producción eran ya caducas de acuerdo a el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, y se encontraban en una indisoluble contradicción que únicamente podría ser superada a través de un proceso revolucionario que en esa etapa histórica de la humanidad, le competía a la burguesía, como portadora del desarrollo social para el época.

Para comprender un tanto mejor el grado de desarrollo de la producción material como base real de la cual partir para explicar el pensamiento de los hombres, al entender que es el ser social el que determina la conciencia social, en este sentido creemos que es necesario caer sobre las siguientes delimitaciones históricas hechas por F. Engels en su obra “Carlos Marx” escrita a mediados de junio de 1877 y publicada en Brunswick, Alemania, en el almanaque Volos-Kalender, 1878:

Al surgir las ciudades y con ellas una industria artesana independiente y un tráfico comercial, primero interior y luego internacional, se desarrolló la burguesía urbana, y conquistó, luchando contra la nobleza, todavía en la Edad Media, una incorporación al orden feudal, como estamento también privilegiado. Pero, con el descubrimiento de los territorios no europeos, desde mediados del siglo XV, la burguesía obtuvo una zona comercial mucho más extensa, y, por tanto, un nuevo acicate para su industria. La industria artesana fue desplazada en las ramas más importantes por la manufactura de tipo ya fabril, y ésta, a su vez, por la gran industria, que habían hecho posible los inventos del siglo pasado, principalmente la máquina de vapor, y que a su vez repercutió sobre el comercio, desalojando, en los países atrasados, al antiguo trabajo manual y creando, en los más adelantados, los modernos medios de comunicación, los barcos de vapor, los ferrocarriles, el telégrafo eléctrico. De este modo, la burguesía iba concentrando en sus manos, cada vez más, la riqueza social y el poder social, aunque tardó bastante en conquistar el poder político, que estaba en manos de la nobleza y de la monarquía, apoyada en aquélla. Pero al llegar a cierta fase -en Francia, desde la gran Revolución-, conquistó también éste y se convirtió, a su vez, en clase dominante frente al proletariado y a los pequeños campesinos

El desarrollo de las relaciones capitalistas de producción convirtió a la burguesía en la clase económicamente dominante, lo que inevitablemente tenía que llevarla también a la dominación política. Y alcanzó esta meta en el curso de revoluciones burguesas más o menos decisivas (en Inglaterra, en el siglo XVII, y en Francia en el

XVIII), o mediante una avenencia política con la clase de los señores feudales (como en Alemania, en los años de 1848 a 1870).

En el curso de la lucha por la conquista del Poder político, la burguesía, en los siglos XVII y XVIII, se manifestó en contra de los privilegios feudales y de los estamentos, en favor de las libertades democráticas, de la "igualdad" de todos los hombres ante la ley. La burguesía hacía pasar sus intereses de clase por los intereses de todo el pueblo, de toda la nación. Ilusión que venía a reforzar el hecho de que, no sólo la burguesía, sino todas las masas populares explotadas, se hallaban interesadas en la supresión del régimen feudal, ya caduco. Y, como resultado de la victoria de las revoluciones burguesas, la dominación política de los señores feudales, de la nobleza, fue sustituida por la dominación política de la burguesía. El Estado feudal desapareció así de la escena, dejando el puesto al Estado burgués.

Todo este escenario de intensificación de las contradicciones entre los viejos estamentos y la naciente burguesía era parte del desarrollo de “La gran industria -que- creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América.

El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.”

La monarquía feudal absoluta, aún actuando como instrumento de lucha contra la dispersión feudal, no dejó por ello de ser la defensora de los señores feudales, de su propiedad de la tierra y de sus privilegios. Cuando el poder económico y la influencia política de la burguesía, en Inglaterra y Francia, al llegar los siglos XVII y XVIII, comenzó a amenazar la dominación de los señores feudales, el poder real abrazó la defensa de la nobleza.

Asimismo en Europa la existencia de Estados nacionales y absolutistas sentaba ya las bases para el asalto del poder por manos de la burguesía. El absolutismo supero el fraccionamiento feudal, pero transfirió el sistema de dependencias individuales a un nuevo y único centro de poder. El desarrollo en la producción conllevo hacia el mercantilismo, el ascenso de la burguesía, la aparición del individualismo y la formación del Estado liberal, encadena el pensamiento absolutista con el pensamiento liberal. Basta para ejemplificar esto, como Locke partió de las ideas de Hobbes, para subvertirlas a los intereses de la burguesía emergente.

“En 1648, la burguesía, aliada con la nueva nobleza, luchó contra la monarquía, contra la nobleza feudal y contra la Iglesia dominante. En 1789, la burguesía, aliada con el pueblo, luchó contra la monarquía, contra la nobleza y contra la Iglesia dominante. La revolución de 1789 había tenido su prototipo (por lo menos en Europa) únicamente en la revolución de 1648, y la revolución de 1648 lo había tenido únicamente en la sublevación de los Países Bajos contra España. Cada progreso en el seno de las fuerzas productivas significaba para la burguesía un paso hacia adelante, y una lucha implacable contra todo el orden social feudal, en esta época la burguesía jugo un papel sumamente revolucionario, comprendiéndolo como un estadio determinado de la producción, como una necesidad materialmente histórica e ineludible.

Sin embargo este tránsito hacia la sociedad burguesa, hacia el modo de producción capitalista no pudo producirse sin fricciones, en esta

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