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El sentido teorico del concepto "Еpoca de revolucion social"

KimBuYongResumen15 de Mayo de 2014

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EL SENTIDO TEORICO DEL CONCEPTO "EPOCA DE REVOLUCION SOCIAL"

"Cosas veredes mío Cid que farán fablar las piedras."

Nuestro tiempo presenta problemas en todos los ámbitos que parecerían a primera vista el triunfo más radical de las concepciones irracionalistas de la Historia. Se derrumban esquemas y prejuicios en cortísimos períodos, nacen y perecen modas teóricas, se esfuman unas ilusiones y brotan otras nuevas, para perecer más tarde. Especialmente la crisis por la que atraviesan los países que han adoptado gobiernos socialistas y el aparente triunfo de los lineamientos económico-políticos abanderados por Reagan hacen hoy día estragos en las mentes de unos y otros, como hace unos años les parecía inevitable lo contrario aún a los más radicales anticomunistas.

Todo esto y aún muchos más que estamos todavía por ver tiene, no obstante, la más plena racionalidad histórica. A riesgo de ser tildados de ingenuos por quienes en su subjetividad aspiran a la eternidad de este momento, o de algún pecado teórico de especulación ante la imposibilidad de presentar en esta ponencia todas las pruebas y argumentos concretos de carácter histórico, así como de la clara conciencia que tenemos de la debilidad de lógica de razonamiento por analogía, debemos sin embargo señalar que estos fenómenos que están ocurriendo y seguirán haciéndolo, están plasmados teóricamente en el concepto de "época de revolución social", elaborado por Marx desde el siglo pasado, aunque infortunadamente no desarrollado ni clarificado por él .

En efecto, en el famoso prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política, tan rico y mal trillado, Marx dedica una especial atención de problemas de los cambios estructurales de la historia, porque en ese tema está contenido el núcleo principal del paso a una nueva sociedad. De hecho es una preocupación que ya aparece desde el texto de La Ideología Alemana y que permanece hasta su muerte.

El consabido texto en su parte medular afirma: "Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella." Y continúa algo más adelante "Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua."

Si eliminamos la dificultad de la enorme abstracción que contiene el texto - hasta donde esto es posible -, podemos señalar que en él se contienen los elementos determinantes para la comprensión del fenómeno que estamos viviendo. Es decir, nos ha tocado en suerte, nada menos ni nada más, que formar parte de una etapa histórica de transformación estructural: de una época de revolución social.

Antes de que salten las objeciones, que seguramente están en la mente de más de uno de nuestros interlocutores, debemos abordar el problema teórico que está en el fondo de esto.

Primero que nada, debemos hacer una distinción en nuestro concepto de revolución. Genéricamente "revolución" implica un trastorno de algún tipo esencial; en el contexto social denominamos tal, en principio, a todo movimiento que ejerce violencia sobre el orden establecido; luego, como una determinación ideológica, lo colocamos en un sentido progresivo (aunque nada impide que, con su respectiva calificación, lo hagamos también con aquellos de signo negativo). Por 'violencia' entendemos aquí su significado más original, aristotélico, y no el sentido restringido de brutalidad extrema, que obviamente también está presente.

Ahora bien, cuando Marx habla de época de revolución social, no está entendiendo movimientos armados para la consecución del poder político, ni siquiera cuando éstos producen ajustes en la estructura de la sociedad o acompañan a las grandes transformaciones. Por su finalidad, este tipo de revoluciones llevan el calificativo de políticas, como sería, por ejemplo, el caso de la Revolución francesa o incluso el de la rusa de 1917. El no desarrollo de la tesis por parte de Marx ha producido grandes confusiones, al identificarse este tipo de grandes revoluciones políticas con las épocas de revolución social. Pero, hablar de revoluciones sociales para referirse a este tipo de movimientos no tiene sentido, ya que toda revolución política es necesariamente, por su origen, una revolución social.

Además del insuficiente desarrollo por parte de Marx, creemos que la fuente de confusión también radica en el hecho de no relacionar las fases relativas al término de época de revolución social al conjunto del texto del prólogo y del libro mismo. Resulta en principio absurdo que se prologue una obra sobre la estructura del sistema capitalista y se hable de revoluciones políticas que para nada aparecen en el texto; y todavía más significativo nos parece que en el famoso prólogo Marx sólo maneje en forma indirecta la problemática de las clases y la lucha de clases, que estaría más íntimamente vinculada a la problemática de las revoluciones políticas.

En cambio, el prólogo y el libro están en función de la estructura de las formaciones histórico-sociales, en general, y de los modos de producción, en particular, haciéndose clara referencia al problema del desarrollo histórico progresivo y a las épocas históricas, lo que implica el tema de la periodización en la Historia.

Respecto a la periodización de la Historia, en el prólogo texto hace la expresa referencia "como otras tantas épocas de progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués" y en él no se refiere a las etapas de desarrollo del modo de producción capitalista (mercantil, manufacturero e industrial), que sí toca esencialmente el libro. La consecuencia de esto es evidente: cuando se refiere a épocas de revolución social está significando los fenómenos que permiten el tránsito de un modo de producción determinado a otro.

Ahora bien, en ningún pasaje de su obra (y menos del texto aludido) Marx afirma que una revolución política, por importante y trascendental que ésta sea, produce el cambio estructural. Cuando más es coadyuvante del fenómeno, razón por la cual habla de la revolución sólo como "partera de la historia". Sea dicho esto sin demérito de los movimientos revolucionarios, pues son expresión necesaria del movimiento histórico; lo destacamos para que no se confunda lo determinante con lo determinado y mediado.

En todo momento, aún en las etapas de entusiasmo de las luchas políticas en donde se exaltó la lucha de clases hasta su reificación, Marx (y aún Engels, que es el más entusiasmado) sitúa la base del movimiento histórico-universal (que él denomina también "historico-natural") en la práctica humana básica: el trabajo y sus aspectos, esto es, en el desarrollo de las fuerzas productivas, concebidas siempre como algo concreto histórico-social. Más aún, en ellas sitúa el elemento de continuidad y conexión racional de la historia, colocando los factores de discontinuidad o ruptura en las relaciones sociales de producción y sus derivados (grupos sociales, estructuras políticas, jurídicas e ideológicas), siempre concebidas fuera de lo especulativo, es decir, como fenómenos concretos comprobables empíricamente, además de dialécticamente relacionados [hacemos mención de esto para salir contra cualquier objeción al respecto y situar en sus justos límites la posición].

En consecuencia, la falta de comprensión de la tesis viene también y básicamente de una mala abstracción, que podía comenzar a ser subsanada comenzando por la lectura de La Ideología Alemana, que es donde por primera vez plantea el problema de la contradicción entre fuerzas productivas y relaciones sociales de producción (aunque en esa fase hablaba todavía de "intercambio"), pero sobre todo y radicalmente con una cultura histórica, porque el conjunto del libro y de la totalidad de la concepción materialista de la Historia se vuelven entelequias metafísicas sin el contenido histórico concreto.

En efecto, la básica incomprensión del fenómeno histórico de las épocas de revolución social, así como de su trascendencia para la explicación y abordaje de nuestra propia época, se deben a la ausencia de una información y estructuras de información adecuadas sobre el desarrollo histórico universal, Ciertas posibilidades de explicación y más aún de previsión y acción, se fundan en principios de razonamiento que requieren de una información sólida, pero sin excluir los más débiles de la analogía (por lo demás tan útiles).

Sin -primero- una identificación del fenómeno "época de evolución

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