El teatro desde la Guerra Civil

El teatro desde la Guerra Civil

La evolución del teatro español estuvo determinada por la G.C. y sus consecuencias. A partir de 1939, el panorama escénico quedó marcado por el exilio y la muerte de algunos autores.

El teatro de posguerra pretendía entretener al público y transmitir la ideología (negando a autores anteriores, estrenando obras que exaltan los valores de los vencedores, programando autores clásicos); también la censura y la crítica influenciaron. La comedia burguesa, parte de la alta comedia y tiene como objetivos entretener y educar. Se caracteriza por la perfecta construcción de las obras y por su intrascendencia, con humor y ternura. Los temas suelen ser el amor, la familia, el matrimonio, el hogar. Posee claros fines moralizadores. Algunos autores son Jacinto Benavente, José Mª Pemán y Luca de Tena. El teatro de humor, surge alejado de la realidad inmediata con dos autores. Jardiel Poncela, caracteriza su producción por lo inverosímil con ingredientes de locura y misterio. Sus personajes pertenecen a la burguesía y se caracterizan por un dinamismo que provoca la risa. En los diálogos se entremezclan el humor verbal (chistes) y el de situación (situaciones disparatadas). Destaca Eloísa está debajo de un almendro. Miguel Mihura idealiza la vida por medio de la humanización de sus personajes y el triunfo de la bondad. Su humor es producto de la asociación inverosímil de elementos, de la exageración y de la distorsión de causalidad lógica. Destaca Tres sombreros de copa. El teatro en el exilio, presenta diferencias estéticas respecto al de España. El interés artístico les llevó a incluir novedades vanguardistas. R. Alberti, continuó con el teatro político durante el exilio. Sus obras se caracterizan por los elementos poéticos (Noche de guerra en el Museo del Prado). Max Aub trata los desastres de la guerra, la soledad y la ética del exiliado (San Juan). Alejandro Casona, crear un teatro de evasión, alejado de las circunstancias (La dama del alba, drama poético).

A finales de los años 40, aparecen los realistas. Historia de una escalera de Buero Vallejo supone un cambio en el teatro. A partir de un contexto, un argumento y unos personajes identificables, se intenta hablar de la realidad. Las obras se caracterizan por la complejidad de los espacios escénicos y la profundización de personajes. Buero Vallejo, constituye una síntesis de realismo y simbolismo. Se oponen los personajes contemplativos y los activos, sus problemas adquieren una dimensión universal. En la ardiente oscuridad y La Fundación son otras obras. Alfonso Sastre con Escuadra hacia la muerte se inicia en el teatro; sus tragedias incorporan un humor de situación que permite el distanciamiento de las historias contadas (La taberna fantástica). José Martín Recuerda posee un teatro de carácter documental, crítico, con crispación. Sus personajes están ansiosos de libertad (Los salvajes en Puente San Gil).

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