Ensayo Ciudadano Kane

Ensayo el ciudadano Kane

“Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.”

Es indudable que a pesar del tiempo que pasa, algunas cosas no cambian. Como la ambición por el poder, con finales no tan gratos. Esa pasión desmedida por persuadir a la gente a nuestro alrededor. El poder es lo más puro que existe, pero sólo el hombre correcto puede llevarlo bien. Y, aparentemente, han sido la mayoría las personas equivocas. Prueba de ello es el personaje interpretado por Orson Welles: Charles Foster Kane.

Si bien, Kane al principio del filme nos enseña a no tomar las cosas con tanta seriedad e inclusive esa visión futurista por hacer las cosas diferente y como lo comentan, filantrópica, en donde la utopía reina en un afán por apoyar y proteger a la sociedad. Nos muestra que en muchas de las ocasiones, la gente llega a algún lugar con ganas de hacer las cosas diferentes. Con deseos por ayudar desinteresadamente a nuestra sociedad sosteniendo un carrito de trineo con el nombre de “Rusebod”

Desgraciadamente, En muchas de las ocasiones, caemos en lo profundo, en un egocentrismo total. No permitiendo que se nos contradiga, que haya cosas y comentarios que vayan mas allá de nuestros propias convicciones, mermando la tolerancia entre nuestros compañeros y afectando a la organización a la que representamos. Inclusive conflictuando los intereses propios con los de nuestra institución. Y es que, cuando nos encasillamos en conveniencias propias, haciendo que la organización que representamos pierda los objetivos planteados, perdemos el rumbo de la empresa, y por consiguiente, nuestra razón de ser ahí.

En una de las partes importantes del filme, existe una respuesta muy interesante. Kane responde a la pregunta de ¿Crees que esa es la forma de dirigir un periódico? Con un “No sé. Estoy experimentando”. Parece arriesgado, pero ese ensayo prueba y error en ocasiones, nos lleva a buenos resultados.

El filme en particular representa a una persona con poder, ambicionando más. Llenando el hueco de felicidad con lujos y coleccionando cosas sin siquiera desembalar. Destruyendo a las personas que lo rodeaban por ser materialista.

Cambiar actitudes propias, siendo un buen líder, dirigiendo por buen camino a nuestra organización y planteándonos metas laborales y personales que nos hagan sentir bien, puede que sea el éxito más grande.

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