Ensayo El Renacimiento Francés desde la arquitectura

El Renacimiento Francés

El periodo conocido como renacimiento abarca desde principios del siglo XV hasta el siglo XVII.  Se desarrolla primeramente en Italia y luego se extiende por el resto de Europa.

El renacimiento es producto de un contexto histórico cambiante, que combina diversos factores internos y externos de las problemáticas europeas de la época, este se desarrolla en un abierto enfrentamiento a los ideales y cultura del medievo.

A grandes rasgos el renacimiento es en un principio un retorno a las filosofías clásicas grecorromanas.  Se consideraban la realización del ideal de la perfección y a ellas se aspiraba a una renovación en todas las parcelas de la cultura humana, allí el nombre de renacimiento, pues implicaba replantear los ideales clásicos.

El canon del renacimiento fue el hombre, dios y el esplendor de las catedrales góticas fue dejado de lado, a favor de los profetas y discípulos.  El hombre se yergue como esplendor de la creación.

Entre otros factores los detonantes del renacimiento europeo fueron:

La formación de varios nuevos estados nacionales, lo cual revela los profundos cambios sufridos a finales de la edad media, con la prosperidad y auge de la burguesía y la decadencia política y económica de la nobleza.

Los avances científicos y técnicos (nace el método científico), en los planos civiles y militares, lo que sumado al descubrimiento de nuevos mundos, amplia los horizontes y las expectativas de las personas.

Este desarrollo y liberalidad naciente del pensamiento, no se dio de forma homogénea, sino que presento grandes diferencias en las naciones de Europa y condujo a guerras que duraron largos periodos, tanto por causas económicas, como por razones ideológicas y religiosas.

Del Renacimiento Al Barroco, El Cambio De Un Movimiento

El renacimiento llega a Francia en los siglos XV-XVI, con un poco de reticencia de parte de los artistas franceses pero cobra auge con Francisco I, quien incluso pide a Leonardo Da Vinci, trabajar en su corte.

Sin embargo las obras renacentistas en Francia son escasas comparativamente, ya que la mayor influencia que se recibe es la de los manieristas y luego se desemboca en el Barroco. “El estilo creado por Bernini y otros en Roma para celebrar la iglesia triunfante se extenderá por los países católicos, pero igual que otros estilos internacionales anteriores como el gótico, será adaptado por los gustos locales.  En Francia algunas de sus dogmas serán rechazadas por principio,  en favor de una reconstrucción del repertorio clásico para servir al estado en esta áge de grandeu. Los países protestantes se opondrán a la faceta más figurativa y emotiva del barroco y a la ampulosidad del bon goút pero las convenciones formales de ambos se deslizaran en su producción, capitulando ante el gusto contemporáneo”^[1].

Como vemos en la cita anterior la religión determino muchas de las características de arte barroco.  “La Iglesia católica se convirtió en uno de los mecenas más influyentes, y la Contrarreforma, lanzada a combatir la difusión del protestantismo, contribuyó a la formación de un arte emocional, exaltado, dramático y naturalista, con un claro sentido de propagación de la fe”^[2]  Los procesos religiosos y económicos diferenciados de Europa configura una expresión artística y arquitectónica diferenciada por cada país, además de ser fuente para la expresión de la esfera de la política de los reyes absolutistas y de las monarquías, con un contenido claramente diferenciado de aquel que emana de Italia en una primera época, a consecuencia de esta transformación es que se considera el Barroco como la expresión del renacimiento que llega a Francia por el siglo XVII.  

El termino Barroco nace con posterioridad al periodo y refleja en cierta una visión peyorativa del movimiento.  El arte Barroco estaba esencialmente involucrado con lo dramático y lo ilusorio, con los colores vivos, con recursos de iluminación, con los materiales lujosos y elaborados y con superficies de texturas contrastantes que se utilizaban para contrarrestar la sensualidad. “Entre las características generales del arte barroco están su sentido del movimiento, la energía y la tensión. Fuertes contrastes de luces y sombras realzan los efectos escenográficos de muchos cuadros, esculturas y obras arquitectónicas”^[3]

La arquitectura del renacimiento y luego la del Barroco sirven para construir imaginarios con respecto a la autoridad, importancia y poder, tanto del estado como de la iglesia; en este punto presenta diferencias importantes de acuerdo a la fe dominante en la región o si la religión aceptada  era mas de una, lo que en definitiva marco el carácter de la arquitectura de la época.

En el Barroco la arquitectura va frecuentemente unida al urbanismo. La ciudad se vuelve escenográfica. El palacio es el típico edificio de vivienda urbana para las familias poderosas. El hotel es un tipo de vivienda unifamiliar exenta y rodeada de jardines, burguesa. El templo es el lugar del sermón y la eucaristía. Se trata de un sitio de representación teatral^[4].

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